Debido al poderoso discurso de Harry, una semana atrás, la gente comenzó a sumarse a la lucha, presentándose en la puertas del castillo para poder ser entrenados.Daeron Akgon puso así al mando del ejército al rey Jacob y al príncipe Harry, quienes se encargarían de dividir a todos los aldeanos en grandes equipos bajo otros entrenadores. Entre ellos, se encontraba Liam junto a su padre, Niall y Skyler. Que al principio había levantado varías sospechas de hombres de mediana edad hasta que les cerró la boca demostrando sus poderosas habilidades en combate.
Todos ellos eran brillantes peleadores, pues en el norte los lords se formaban como guerreros desde pequeños. Las cualidades alfa de Liam lo habían hecho un poderoso espadachín, duro de vencer. Y bueno, en el sur, Harry y sus primos siempre habían mostrado interés en la pelea, por lo cual todos los entrenadores estarían perfectamente calificados para enseñar a luchar al pueblo.
Entrenaban día y noche, bajo la sombra del Krestum, comiendo la dieta especial que los cocineros les preparaban, para ganar músculo, para crecer y soportar los fuertes entrenamientos.
Y aunque hubo altibajos y algunos que se lesionaban al no estar acostumbrados a ese tipo de trabajo pesado, los sureños se mostraban fuertes y decididos. De cada moretón en la piel se aprendía un movimiento distinto. De cada desgarre en un músculo nacía un espíritu por mejorar.
Harry y sus primos estaban orgullosos del desempeño de sus hombres y mujeres, parecían adaptarse rápidamente a ese nuevo estilo de vida, y poco a poco sus fuerzas se hacían cada vez más impenetrables.
No podía decirse lo mismo sobre los norteños.
La población de alfas y omegas que se sumaron al ejército no era tan fuerte; pues aunque cada alfa era genéticamente más resistente, no se podía comparar con los omegas. Quienes a duras penas podían levantar las espadas, retrasándose por el peso y alentándolos muy fácilmente. Louis sugirió que que Lord Rodrick Payne se encargara de mostrarles a tirar con arco, asi que eso fue exactamente lo que se hizo y todos los omegas fueron instruidos de cómo tensar y lanzar.
Y aunque eso ayudó de una manera muy significante, incluso así hubo excepciones... bueno, unas cuantas. Había muchos omegas que simplemente no eran material para la guerra.
Lord Liam Payne estaba a cargo de un grupo largo de alfas que aprendían a luchar con espada, se encontró mirando a su alrededor mientras sus filas de hombres continuaban luchando.
Estaban en un enorme campo de entrenamiento situado bajo el Krestum; el sonido de las espadas chocar entre sí se alzaba por lo alto y los días nublados y fríos hacían ver todo entre una infinita gama de grises y negros.
Liam se dio cuenta que, a la derecha, donde estaban fijadas las dianas que usaban los arqueros para entrenar, había un muchacho... al fondo, que parecía intentar e intentar pero su fuerza no le daba para producir un tiro correcto. Cada flecha que ponía en el arco era lanzada con escasa fuerza.
Pero Liam reconoció la convicción en sus gestos cuando la vio.
Intuyó que aquel muchacho de verdad lo estaba intentando, pero a veces sucede que... no se puede dar lo que no se tiene. Y ese muchacho probablemente podría ayudar a los ejércitos de alguna otra forma.
Así se escucharon las campanadas que anunciaban la hora de la cena y el fin del entrenamiento diario. Liam gritó a sus hombres que era momento de marcharse y que los vería al día siguiente. Normalmente él cenaba con los muchachos, pues le gustaba escuchar las charlas e historias de aquellos jóvenes sureños, pero esa noche prefirió ir a buscar a Nix para tratar de cazar. Sabía que su loba no era gran fanática de la comida extraña que servían en el sur, por muy refinada que fuera. Ella necesitaba carne fresca.
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Dragonscale [l.s]
Fanfic« ¿Has ido a la ciudad de Dragonscale? ¿Has volado por ahí? Donde la ciudad se encuentra sobre las montañas y sus playas doradas brillan en los días soleados... Donde se alza un castillo enorme al que la gente llama Krestum y Kargem reina sobre sus...