Cuando Harry entró a la sala, Dumbledore nos pidió a todos que vayamos a los dormitorios. Mi cabeza estaba dando vueltas y vueltas sin entender lo que pasó. Y tendría que esperar a Harry si quería una explicación. Como sea, Maddie se acercó a mí y no sabía quién de las dos se encontraba más preocupada.
- Bueno, ahora nuestros novios compiten en contra - rio ella por unos segundos para levantarme el ánimo. - Cedric también debe estar muy confundido.
- No, Harry no competirá - le dije muy segura. - No puede, no tiene diecisiete años... No va a hacerlo de ninguna manera.
- Mack, seguro que lo hacen competir igual y...
- ¡No, correrá mucho riesgo! - exclamé desesperada. - ¡Harry ya ha pasado por mucho y esto sería una suma!
Maddie se me quedó mirando unos segundos y alzó las cejas cruzando los brazos.
- Ahora me entiendes, eh.
- Tienes razón, hermana, este es un torneo demasiado peligroso, ¡podrían morir!
- ¡Gracias por dejarme más tranquila!
Un rato más tarde, Harry y Cedric salen de la sala con Fleur y Krum por detrás. Se acercaron a nosotras y mi novio estaba rojo como un tomate. De lejos, se podía escuchar su conversación:
- ¡Es decir que volveremos a competir uno contra el otro!
- Eso parece - repuso Harry. No se le ocurría nada que decir, lo sabía y, por el tono que usó Cedric era obvio que estaba enojado.
- Bueno, cuéntame - le dijo Cedric. - ¿Cómo hiciste para dejar tu nombre?
- No lo hice - le contestó Harry levantando la mirada hacia él. - Yo no lo puse. He dicho la verdad.
- Ah... claro - respondió Cedric. Era evidente que no le creía. - Bueno... hasta mañana, pues...
Pero se topó con Maddie y conmigo en la puerta del Gran Salón. Harry me miró hasta que mi hermana y Cedric se fueron. Bajé la mirada preguntando:
- ¿Qué ocurrió, Harry?
- Verdaderamente, no tengo la más pálida idea - respondió acercándose más a mí e hizo que levante la cabeza. - Yo no puse mi nombre en el cáliz, no quiero participar de este torneo... ¿Tú me crees, verdad?
- ¿Y quién piensas que fue? - seguí preguntando.
- Lo primero que se me vino a la mente fue Voldemort... Pero es prácticamente imposible que haya entrado a Hogwarts y que haya puesto mi nombre en el cáliz.
- Te creo, Harry - sonreí y él se alivió. - Pero... No participarás, ¿cierto?
Él se tambaleó de un lado a otro y dijo:
- Me obligan a hacerlo, Mack...
Abrí los ojos como dos platos y me quedé inmóvil.
- Según las reglas y todo eso... Pero yo no quiero, Kenz, te lo juro.
- En primer lugar, no soy quien para prohibirte las cosas que debes o no - le dije sincera. - En segundo lugar, obviamente no quiero que participes pero... No porque no quiero que seas el gran campeón de Hogwarts, porque sí lo deseo. La cosa es que temo por ti...
Me tomó las manos de repente y me hizo mirarlo a los ojos.
- Te prometo que tendré cuidado. No pretendo ser el campeón, solo sobrevivir para seguir viviendo una vida... Bueno, no normal - me hizo reír. - Pero te lo prometo.
Subimos las escaleras hacia la sala común de Gryffindor y todos recibieron a Harry con una explosión de aplausos y preguntas. En especial Angelina, quien estaba desconcertada por la elección del cáliz. Fred y George no podían creerlo; no podían creer como Harry pudo pasar la raya de edad sin que le saliera una barba y ellos no. Lee Jordan, Seamus, Dean y Neville se encontraban felices pero asustados a la vez. Pero la mayoría satisfecho de que haya alguien de Gryffindor.
ESTÁS LEYENDO
Mackenzie y el cáliz de fuego | [MEH #4]
Fanfiction[TERMINADA] Mackenzie está preparada para todo lo que está por venir y, con sus catorce años de edad, pasa las vacaciones con sus hermanos y su madre, después de tanto tiempo y luego de enterarse de una terrible noticia. Con el paso del campeonato m...