Capítulo 19: Charla con papá

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- ¿Entonces no te molesta lo que escribió? - me preguntó por fin Hermione cuando paré de reír. Negué rápidamente: - ¿Por qué tendría que enojarme?

Los tres volvieron a mirarme, impactados al parecer.

- Vamos, por favor, esa mujer solo quiere atención y lo único que le importa es poner drama en sus artículos. Dejemosla ser... Total nosotros sabemos la verdad.

Harry se mostró indiferente mientras que Hermione y Ron se miraron de reojo.

Por la noche, cuando ya estaba más o menos en mi quinto sueño, alguien silbó por la sala común. Claro, soy de esas típicas personas de las que se despiertan por ccualquier ruido. Me puse mi sueter y bajé las escaleras.

- ¿Harry? Es medianoche.

- Lo sé, y también sabía que te despertaría - me dijo y me toma de la muñeca para llevarme hacia el fuego. - Sirius aparecerá ahora.

- ¿Qué? - me sorprendí.

- Él me dijo que lo esperara en la sala común el día 22 de Noviembre a medianoche y... Bueno, estoy esperando.

- No puede ser... Mi padre no puede venir a Hogwarts, lo atacarían y lo llevarían a Azkaban nuevamente...

Harry comenzó a pensar posibilidades pero ninguno de los dos se dio cuenta de nada hasta que algo apareció en el fuego. La cabeza de Sirius estaba entre las llamas. Sonreí al verlo y me mordí mi labio inferior con felicidad.

- ¡Papá, hola! - chillé emocionada, casi llorando. - ¡Te extraño!

- Hola, hija mía - me regaló una sonrisa y se la notó en el fuego. - Desearía poder estirar mis brazos para abrazarte.

- ¿Qué tal estás, Sirius? - le preguntó Harry.

Mi padre estaba bastante diferente de como lo recordaba. Cuando nos habíamos despedido, Sirius tenía el rostro demacrado y el pelo largo y enmarañado. Pero ahora llevaba el pelo corto y limpio, tenía el rostro más lleno y parecía más joven, mucho más parecido a la única foto que Harry y yo poseíamos de él, que había sido tomada en la boda de sus padres.

- No te preocupes por mí. ¿Qué tal estás tú? - le preguntó Sirius con la voz grave.

- Yo estoy... - intentó decir Harry pero se quedó mirándolo hasta que mi padre lo incentivó a contarle. Me puse cómoda.

Antes de darse cuenta, estaba hablando como no lo había hecho desde hacía tiempo: de cómo nadie le creía cuando decía que no se había presentado al Torneo, de las mentiras de Rita Skeeter en El Profeta, de cómo no podía pasar por los corredores del colegio sin recibir muestras de desprecio... y de Ron, de la desconfianza de Ron, de sus celos...

- Y ahora Hagrid acaba de enseñarme lo que me toca en la primera prueba, y son dragones, Sirius - terminó desesperado. Lo miré incrédula. - ¿Qué ocurre?

- ¿Cuándo te dignabas contármelo?

Sirius me alzó las cejas.

- Se puede manejar a los dragones, Harry, - continuó Sirius y resistí a no reírme. Era igual que él.  - pero de eso hablaremos dentro de un minuto. No dispongo de mucho tiempo... He allanado una casa de magos para usar la chimenea, pero los sueños podrían volver en cualquier momento. Quiero advertirte algunas cosas.

- ¿Qué cosas? - dijo Harry, algo desesperado.

- Karkarov – explicó mi padre. - Era un mortifago, Harry. Sabes lo que son los mortífagos, ¿verdad?

- Sí...

- Lo atraparon y estuvo en Azkaban conmigo, pero lo dejaron salir. Estoy seguro de que por eso Dumbledore quería tener un auror en Hogwarts este curso... para que lo vigilara. Moody fue el que atrapó a Karkarov y lo metió en Azkabán.

Mackenzie y el cáliz de fuego | [MEH #4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora