Mackenzie y el cáliz de fuego | [MEH #4]

Capítulo 25: El baile de Navidad

- Te ves preciosísima - me dijo mi hermana cuando salí del baño con mi vestido puesto.

Di una vuelta para ver cómo giraba y Maddie me miró con nostalgia.

- Me alegro de que estemos las dos juntas, hermana - me abraza y luego se pone a hacerme bucles en mi cabello. Está oscuro pero en la luz se ve más claro. Me coloqué unos tacos para parecer más alta ya que mi primo me lleva unos centímetros. - Draco fue muy bueno contigo.

- Ni lo digas, yo casi ni le creo - confesé pintandome los labios. Maddie me delineó los ojos. - Pero bueno, por lo menos tengo pareja y estoy feliz de ir con él.

Al bajar, veo a Parvati y Harry hablando entre sí y los saludé con la mirada. Estaba bien, yo estaba bien. Ron se arregló su túnica café y repitió unas cincuenta veces "¿Dónde está Hermione?" pero no obtuvo respuesta de ninguno de nosotros. Harry me miró durante unos segundos y yo alejé mi mirada rápidamente.

Deseosos de impresionar a los visitantes de Beauxbatons y Durmstrang, los de Hogwarts parecían determinados a engalanar el castillo lo mejor posible en Navidad. Cuando estuvo lista la decoración, pensé que era la más sorprendente que había visto nunca en el castillo: a las barandillas de la escalinata de mármol les habían añadido carámbanos perennes; los acostumbrados doce árboles de Navidad del Gran Comedor estaban adornados con todo lo imaginable, desde luminosas bayas de acebo hasta búhos auténticos, dorados, que ululaban; y habían embrujado las armaduras para que entonaran villancicos cada vez que alguien pasaba por su lado. Todo estaba más que hermoso.

- Hola - me saludó Draco viniendo a mí. Estaba muy elegante y guapo. La túnica de gala parecía estar hecha ya para él y su cabello no estaba completamente engelado (como suelo decirle), sino que esta vez parecía más descabellado pero no dejaba de verse bien. Me miró de arriba a abajo y me dio una vuelta con una de sus manos. - Estás muy linda. Lo heredas de los Malfoy también.

- Ja, ja, ja - dije pero luego me reí en serio. - Las chicas van a estar muy celosas de mí.

Largamos una carcajada y esperamos en el vestíbulo hasta que las puertas del Gran Salón fueran abiertas. Maddie se encontraba con Cedric y con la profesora McGonagall ya que ellos debían entrar como los campeones. Harry miraba a Cho quien estaba con Zacharias Smith, un chico de Hufflepuff que no me caía nada bien. Solo faltaba Krum y Hermione, o eso era lo que anciaba ver.

Y fue así. Pero estaba completamente distinta. Se había hecho algo en el pelo: ya no lo tenía enmarañado, sino liso y brillante, y lo llevaba recogido por detrás en un elegante moño. La túnica era de una tela añil vaporosa. Ella también sonreía (con una sonrisa nerviosa, al decir verdad), pero la disminución del tamaño de sus incisivos era más evidente que nunca. Madame Ponfrey la había ayudado con ese incidente. Era Hermione.

- ¡Hola, Mackenzie! - me saludó cuando pasó por mi lado y las puertas del Gran Salón por fin se abrieron. Draco no le pudo decir nada ya que se quedó boquiabierto y sin ningún insulto en su boca.

- Limpiate la baba, primo - bromeo y él chasqueó la lengua enojado. - ¿Entramos?

- Vamos - me regaló una sonrisa y tomé de su brazo para entrar luego de los campeones con todos los demás estudiantes.

Habían recubierto los muros del Gran Comedor de escarcha con destellos de plata, y cientos de guirnaldas de muérdago y hiedra cruzaban el techo negro lleno de estrellas. En lugar de las habituales mesas de las casas había un centenar de mesas más pequeñas, alumbradas con faroles, cada una con capacidad para unas doce personas.

Los cuatro campeones se dirigieron a la mesa principal mientras los demás elegiamos una mesa. Aunque yo no me sentaría mucho tiempo. Tenía pensado bailar toda la noche. Las brujas Mcbeth estaban en un pequeño escenario y se prepararon para tocar la música. Las parejas de Harry, Cedric, Krum y Fleur se ubicaron con ellos para comenzar la primera tanda de baile.