- Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo desean pueden invitar a un estudiante más joven...
Lavender Brown dejó escapar una risita estridente. Parvati Patil le dio un codazo en las costillas, haciendo un duro esfuerzo por no reírse también, y las dos miraron a Harry. Y yo... Me había olvidado de todo esto. Tenía la cabeza tan metida en el tema del torneo, Harry, la primera prueba... Me olvidé.
- Será obligatoria la túnica de gala - prosiguió la profesora McGonagall. - El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien... - la profesora McGonagall recorrió a todos los alumnos de Gryffindor muy despacio con la mirada. - El baile de Navidad es por supuesto una oportunidad para que todos echemos una cana al aire - dijo, en tono de desaprobación. - Pero eso no quiere decir que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustaré muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal lugar al colegio.
Nos encontrábamos sentados chicas por un lado y, en frente de nosotras, los chicos. Las miradas se conectaron rápidamente y todas las chicas comenzaron a murmurar emocionadas mientras que ellos se quejaban. A mí me daba exactamente lo mismo. De todas formas, no iba a tener pareja.
Harry estaba sentado y cruzado de brazos con su mano enyesada. Fred y George se reían detrás de él. Ron largaba carcajadas junto a ellos.
- Ahora, - la profesora Mcgonagall le hizo una seña a Filch para que ponga la música. - señor Weasley - le tendió una mano a mi mejor amigo y me tapé la boca para no empezar a reírme. - Si sería tan amable.
Ron paró de reír y puso una mueca de desagrado. Hermione me miró de reojo para que me comporte cuando obligó a Ron a tomarle la cintura.
- ¿Dónde? - se sobresaltó él.
- Coloque una mano en mi cintura - repitió McGonagall. Ron obedeció y la música comenzó a sonar. Se movían de un lado a otro y, cada tanto, miraba a sus hermanos y a Harry. - Uno, dos, tres... Uno, dos, tres...
Me giré para ver a mi mejor amiga y susurré:
- Por favor, no permitas que me olvide de esto.
- ¡Vamos, a bailar! - exclamó la profesora sin soltar a Ron.
Todas las chicas, menos yo, saltaron de su asiento esperando a que un chico se acercara. Yo me quedé mirando a cada uno de los chicos y crucé miradas con George, quien ya me estaba observando. Pero, de repente, alguien me chocó viniendo de atrás e hizo que me tambaleara. George estaba mirando hacia aquí todavía y con razón. Angelina fue quien pasó y me guiñó un ojo mientras sonreía a George y él a ella.
Bajé la mirada y golpeé mi hombro derecho con otra persona más. Era Harry, quien me fulminó con la mirada para luego ignorarme por completo.
Cada día de la primera semana de vacaciones fue más bullicioso que el anterior. Por todas partes corrían los rumores sobre el baile de Navidad. Por ejemplo, decían que Dumbledore le había comprado a la señora Rosmerta ochocientos barriles de hidromiel con especias. Parecía ser verdad, sin embargo, de que había contratado a Las Brujas de Macbeth.
Me crucé con Maddie y le conté que iría sola al baile de Navidad, ya que no había conseguido pareja todavía. Ella irá con Cedric, su novio, y sonreí para mostrarle que estaba muy feliz por ella. Por otro lado, veía a Harry y Ron muy preocupados ya que la mayoría de las chicas ya estaban consiguiendo pareja. Revoleé los ojos preguntándome cómo es que Harry no le había preguntado a Cho de ir con él pero, sinceramente, no tenía que preocuparme.
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Mackenzie y el cáliz de fuego | [MEH #4]
Fanfiction[TERMINADA] Mackenzie está preparada para todo lo que está por venir y, con sus catorce años de edad, pasa las vacaciones con sus hermanos y su madre, después de tanto tiempo y luego de enterarse de una terrible noticia. Con el paso del campeonato m...