N. Y. C.

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El vuelo había sido agotador, simplemente por el hecho de haber dejado Chicago sin haberle advertido a Frank que lo haría, la culpa me carcomía, lo estaba abandonando de nuevo y eso solo me hacía una peor persona y no podía hacer nada más quería evitarme mas problemas con Harvey.-¿Spence?.- Harvey llamo mi atención cuando se percató que no me estaba moviendo para subir al taxi que acababa de llamar, agite mi cabeza levemente y subí al taxi, Harvey le dio la dirección de la firma, era increíble que llegando lo primero que haríamos sería ir a trabajar, ¿pero que más podíamos hacer?, si ambos éramos adictos al trabajo.-¿Le avisaste a Donna que regresaríamos hoy?.- le pregunte tomando su mano.-¡Si!, ella y Louis nos esperan para una junta.-solté un enorme suspiro estaba tan cansada cómo para pensar en una junta por el momento.-¡Bien!.- afirme dejando ir lentamente su mano.-¿Sabes que te amo?.- me preguntó retomando mi mano fuertemente, lo mire a los ojos y acaricié su rostro.-¡Si!, por qué yo también lo hago.- él me sonrió y beso mi mano, ¡Dios!, podíamos llegar a ser complicados pero al final del día ambos llevábamos años amándonos en secreto y ahora entiendo que el tiempo no borra nada, ya que en el segundo que volví a encontrarme con esa mirada arrogante y su sonrisa de superioridad supe que ese idiota que me levanto el dedo era el idiota que más había amado en toda mi vida, me recargue en su hombro y cerré mis ojos por un momento, sentí como él recargo su cabeza sobre la mía, era el momento más perfecto que había tenido en mucho tiempo.

Media hora más tarde Harvey apretó un poco mi mano.-¡Llegamos!.- exclamo dándome aviso de que era momento de bajar del taxi, solté su mano para que pudiese bajar, después me ayudó a que bajara, no solté su mano en ningún momento sentía la necesidad de quedarme así para siempre, pero había llegado el momento de entrar a su oficina en donde nos encontramos con Donna y Louis sentados esperando nuestra llegada.-¡Señores!.- exclame con cortesía al momento de entrar.-¡Chicos!.- exclamo Louis alegremente mientras caminaba hacia ambos para abrazarnos.-¿Nos perdimos de algo?.- preguntó Harvey desconcertado y algo asqueado del abrazo de Louis.-¡Todos los extrañamos!.- exclamo Donna con una sonrisa levantándose de su asiento.-¡Solo nos fuimos por tres días!.- exclame sin poder creer en lo que nos decía la pelirroja.- ¡Lo sabemos!, es solo que Louis tuvo muchos pendientes encargándose de todo lo que ustedes dos hacían.- aclaró Donna, haciéndonos notar que no nos extrañaron a nosotros sino que extrañaron el hecho de que nos encargáramos de muchas otras cosas además de nuestros trabajos de rutina.-¡Bien!, pongámonos al día.- afirmo Harvey sentándose en el sillón largo frente a Louis y Donna.

Sinceramente no me interesaba lo que había pasado mientras no estuve, a pesar de que esta fuese mi firma... mi cabeza estaba en otro lado, no podía concentrarme en ponerles atención así que en cuanto entendí que Harvey había dado por terminada la reunión salí de la oficina directo a la mía.-¡Allen!.- llame la atención de mi secretaria para que me diera aviso de mis recados, ella de inmediato me entregó una lista junto con varios papeles, me puse a revisarlos mientras caminaba.-¡Srita. Jordan!.- la interrumpí, no tenía tiempo que perder con sus estupideces.-¡No!, escucha... cualquier cosa que sea la que me tienes que decir puede esperar.- aclare entrando de espaldas a mi oficina para no darle la espalda, pero su cara denoto angustia en el momento en el que cruce esa puerta.-¡El sr. Freeman esta aquí!.- aclaro tardíamente ya que ahora no sabía que hacer con Frank en mi oficina y Harvey en la de un lado.-¡No contestaste mis llamadas!.- exclamo con melancolía mientras se ponía de pie.-¡Frank yo...- no me dejo terminar cuando me interrumpió acercándose un poco más.-¡Desapareciste!, sin dejar rastro nuevamente, ya habías registrado tu salida en el hotel, Jessica no tenía idea de en donde estabas, te busqué por todas partes, ¿Y sabes que fue lo que hice después?.- me preguntó cómo si la respuesta fuese obvia y estuviese justo delante de mi nariz.-¿Tomaste un vuelo?.- pregunte intentando suavizar el golpe, pero era algo que no se podía hacer.-¡Tomé el primer maldito vuelo que pude!, porque en ese momento supe que esta vez no te dejaría ir tan fácilmente.- cada vez la distancia era menor entre ambos, mi corazón iba a estallar con su cercanía.-¿Interrumpo algo?.- su voz me exalto, rápidamente di dos pasos atrás y me giré rápidamente.-¡Claro que no Louis!, ¿en que te puedo servirte?.- pregunte antes de levantar más sospechas.-¡Harald Krüger está aquí!.- exclamo sin saber cómo reaccionar.-¿El dueño de BMW?.- pregunte estúpidamente, ya que era obvio que era él, ¿quien más sería sino él?.-¡Así es!, y te está buscando.- aclaro rápidamente para después señalar en dirección a la sala de juntas.-¡Dame un segundo Louis!.- sabia que esto solo podía significar una cosa, así que en cuanto Louis dejo la oficina me dispuse a confrontarlo.-¿Que carajos está haciendo uno de tus mas antiguos clientes aquí Frank?.- le pregunte molesta, ya que tenía una idea de cómo terminaría todo esto, y no sería conveniente para absolutamente nadie.-¡Es un regalo!, de mi para ti a manifiesto de mi buena fé para trabajar juntos.- no lo entendía, este hombre dejo todo en Alemania por mi una vez y ahora lo volvía a hacer cuando ya había logrado formar una nueva vida en Chicago, ¿A que coño estas jugando Frank?.

No podia creerlo, estaba a punto de entrar con el dueño de BMW para hacerlo uno de mis clientes... era simplemente una locura, yo ya tenia a Mercedes desde hacia años y con mi propio esfuerzo, no tenia porque aceptar esto, ¿o si?.-¡Harald!.- exclamo Frank amistosamente entrando después de mi.-¡Frank Freeman!, cuando me pediste que viniera desde Alemania a un despacho en Nueva York pensé que habías perdido la cordura... pero ahora lo entiendo.- afirmo para después señalar a la hermosa vista que teníamos de la ciudad.-¡Te lo dije!, esta es una oportunidad única en la vida Harald y cómo parte de nuestro regreso permíteme presentarte la mejor conciliadora de la ciudad, Spencer Jordan.- en ese momento pensé en que Harvey estaría completamente en desacuerdo de lo que acababa de decir.-¡Un placer sr. Krüger!.- él me sonrió y parecía estar impresionado por mi perfecta pronunciación de su apellido.-¡Así que!, tu eres la que arreglo el problema de la patente de Dieter... ¿cierto?.- sabia que haría su investigación previa e hizo un buen trabajo hasta donde me ha dejado ver.-¡Así es!, junto con ayuda de Harvey Specter.- aclare ya que el crédito no era completamente mío y no tenia porque mentir al respecto.-¡Ahora!, una pregunta Frank... ¿Por qué me traes a una firma en donde tu nombre no esta en la pared?.- esa era una excelente pregunta a decir verdad, ¿Qué ganaba Frank con todo esto?.-¡Eso es simple!, se que te descuide por unos cuantos años Harald así que quiero recompensártelo ahora con una de las mejores firmas en Nueva York.- afirmo con simpleza, cómo si sus motivos fuesen en verdad puros.-¡Vamos!, estoy completamente seguro de que has oído de los tres, Jordan y Specter los dos mejores conciliadores de America y Litt el genio de las finanzas que puede encontrar hasta el ultimo centavo que necesites.- su rostro reflejaba su indecision.-¿Qué hay de Dieter?.- pregunto cómo si eso significara un problema para todos.-¿Qué hay con Dieter?.- pregunte involucrándome ya que él era uno de mis mas antiguos clientes.-¡Somos competencia!.- afirmo con bastante obviedad en sus palabras.-Eso no nos impide que los representemos a ambos en la corte, ya sea juntos o por separado.- aclare de inmediato para que ni siquiera intentara que dejara a Dieter por un lado para tomarlo a él.-¡Bien!, pero tengo mas preguntas.- para mi parecía un trato mas que cerrado.-¡Si me acompaña por favor!.- afirme abriendo la puerta para que me siguiera hasta mi oficina.

Sentía mi pulso acelerarse mientras pasaba frente a la oficina de Harvey, sabia perfectamente que me vería con Krüger y Frank, así cómo también sabia que eso no seria para nada fácil de explicar o de sobre llevar en nuestra relación... ¿Cómo le explicas a tu novio que tu ex te acaba de regalar un contrato por 150 mil millones de euros?, es simple, ¡NO LO HACES!.

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