Llegó el día.
-Brenda, ya son las 10:30- mi padre me da unos toques en la pierna para que me levante. Lo hago muy rápido, estoy tensa.
Me ducho y me pongo ropa cómoda para el viaje. Voy al salón, están mis padres y mi hermano hay mirándome.
-¿Qué pasa?
-Nada. Solo que no nos creemos que nuestra pequeña se nos vaya- dice mi madre.
-Mamá...no me digas eso, no quiero llorar- es absurdo decir eso cuando ya estoy llorando. Es increíble, Jace, el de no sentimientos también llorando. Que mono.
-Os quiero mucho, dentro de nada nos vamos a volver a ver. Así que fuera lágrimas y a sacar las sonrisas.
-Tienes razón. Aquí está tus maletas, vámonos.
Salimos de mi casa pero antes me despido de ella. Mirándole hasta el último rincón que tiene. Hasta beso una de las paredes.
Llegamos demasiado pronto al aeropuerto, les pasó lo mismos a mis dos amigas y a sus familiares. Esperamos allí una hora.
Llego el momento de la despedida, odio las despedidas, nunca sabes cuando vas a volver a ver a esa persona o si la vas a volver a ver. He tenido dos despedidas muy duras en mi vida. La de mis abuelos y fueron lo peor.
-Bueno cariño, toca decir adiós.
Te quiero, suerte con tus exámenes. Se buena- mi madre me da un abrazo muy fuerte, no la quiero soltar.-Ven aquí, te quiero mucho. Se mala, diviértete y sobre todo ve a muchas fiestas- dice el tontito de mi hermano mayor.
Mi padre me abraza y me dice lo mucho que me quiere.
Cada una nos despedimos de todos, estabamos apunto de cojer nuestro vuelo cuando una voz masculina familiar nos detuvo, me detuvo.
-Brenda, espera- dijo el chico, di media vuelta y me encuentro a Thomas con la respiración agitada de correr.
-Thomas ¿qué haces aquí?- dijo mi hermano. Él lo ignoró.
Se acerca hacia a mí y me estrecha con sus fuertes brazos.
-Pronto nos vemos, princesa- me susurra en el oído, procurando que nadie se entere.
¿Por qué me llama princesa? Ni que estuvieramos juntos. Es así como me llamaba antes.
Nos separamos pero tenía mis manos sujetas con una sonrisa. En su rostro se refleja algo de ¿tristeza?
Nah, solo son paranoias mías.
-Adiós, Brenda- me suelta las manos, haciendo que ya no me mira a los ojos.
-Adiós- me despido de todos, conteniendo mis lágrimas.
Nos montamos en nuestro avión y nos sentamos en nuestros asientos correspondientes.
-Oye ¿y esa despedida?- mierda ya salio el tema.
-Mmm...no lo sé, estoy igual de perdida que ustedes.
Paso un tiempo y cada una iba a lo suyo, yo estaba viendo una película, cuando un chico, por cierto muy guapo se acercó a nosotras, este empezó a hablar en dirección a mí, pero no le escuche ya que los personajes estaban hablado y tenía el volumen de los audífonos al máximo.
-Perdona ¿necesitabas algo?- le pregunte al chico de ojos azules amable.
-Si, necesito tu número- empiezan los babosos, y eso que todavía no hemos ni aterrizado.
-Lo siento, pero no me interesas- miro hacia mi ordenador pero sin dar al play, para ver si me sigue hablando.
-¿Sabes quién soy?- frunzo el ceño, para dar entender a que no.
-Soy el chico más popular de mi instituto- perfecto está ligando conmigo un niño de instituto.
-Vaalee, por mi como si eres el rey. No me interesas y ahora dejame ver mi película- ahora si que le doy al play. Paso de lo que me diga a continuación.
Me ha parecido patético. Ahora ha empezado a ligar con Caroline.
-¿En serio? ¿Tan desesperada estás? Es un puto crio- digo cuando el chico se ha ido.-¿Y? No deja de estar bueno y seguro que está en su último año. No es para tanto- pongo los ojos en blancos. Sería absurdo discutir con ella sobre este tema.
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Algo diferente
Teen Fiction¿Cómo reaccionarías si te dijeran que tienes que vivir con tres extraños y tus dos mejores amigas? Eso es lo primero que tiene que aguantar Brenda, una chica un poco antisocial. Pero enseguida cambiará su manera de ver la vida, tras conocer a algui...