Capítulos 19

45 1 0
                                    

Sábado. Día de la fiesta.

¿Me creéis si os digo que he estado nerviosa desde que me enteré?

Pues si y creo que es porque he cogido un trauma aquella vez que me emborraché sin control y terminé en ropa interior sobre una mesa.

Me tuvo que llevar a mi casa mi hermano. Eso para una persona tímida como yo es mucho.

Estos días han transcurrido tranquilos, cada vez tengo más confianza con los chicos.  Y Thomas, se fue, lo entiendo, él también tiene sus obligaciones. Tampoco quiero quitarle tiempo de su vida estudiantil.

Menos con Taylor, él casi nunca ha estado en casa. Me da la sensación que tiene clases solo algunos días a la semana. Vaya suerte. Yo me tengo que levantar temprano de lunes a viernes.

-¿Qué te parece este?- Caroline me enseña un vestido exageradamente corto. Me están prestando su ropa. Puesto que yo no tengo de fiestas, porque no voy a ninguna.

Niego con la cabeza cuando me enseña otro casi igual.

Me paro a pensar ¿por qué no? ¿Por qué no voy a poder enseñar mi cuerpo? ¿Alguien me lo impide? No tengo respuesta así que acepto.

Y me pongo este vestido:

Las chicas me lo ven puesto, se quedan alucinadas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las chicas me lo ven puesto, se quedan alucinadas. Nunca me han visto enseñando tanto.

Sinceramente, yo también me sorprendo, para bien.

-Tengo que confesar que si no fueras mi mejor amiga te comería- dice Sophie y me atraganto con mi propia saliva.

-¿Nos vamos?- digo, nos ponemos en marcha.

Caroline es quien conduce, tardamos una media hora y ni siquiera he preguntado como se han enterado de la fiesta. Ah si, sus gran vidas sociales.

-Brenda vamos.

Estoy sentada en el copiloto, debatiendo si entrar o no. Y mis amigas fuera esperándome.

-Chicas no sé- Caroline no me deja terminar, me toma del brazo y me atrae hasta ella.

Cierra su coche con las llaves y entramos en una gran casa.

Se escucha la música, miro para todos los lados. Gente, muchísima gente.

-Hunter me ha dicho que están en la cocina- grita Sophie y aún así me cuesta oír, debido al volumen de la música.

¿Hunter? ¿Los chicos están aquí? ¿Taylor está aquí?.

Mi corazón late más rápido de lo normal, intento calmarme pero no puedo.

Al contrario, al ver a los tres hay con una chica que está al lado de Hunter, me pongo más nerviosa.

Mis manos me sudas, están frías y las piernas me tiemblan.

-¡Hola chicas!- dice Oliver, está un poco borracho.

Saludo con la mano, me meto un mechón de mi pelo liso atrás de la oreja.

-¡Brenda! Que guapa estás- dice para no variar, Oliver.

Le doy una sonrisa de boca cerrada.

Taylor me mira de arriba a bajo, con sus ojos tan cálidos y la típica mirada de "soy un tío que está buenísimo".

-¿Quieres?- me pregunta Taylor, ofreciéndome un baso rojo, con yo que sé que dentro.

Niego con la cabeza y comienzo a entrelazar mis dedos por abajo.

-¿Te ha comido la lengua el gato?- dice la chica que está al lado de Hunter. Es esa típica plástica insoportable y creída.

-No ha sido su novio- dice Taylor tomando un trago de su vaso.

Pongo los ojos en blanco. Pero no digo nada. No voy a dar ese placer, el que escuchen mi voz.

Una chica tan plástica como la de antes se acerca a nosotros y comienza a coquetear con Taylor. No la juzgo está bueno, pero sigue siendo capullo.

La miro mal, no es aquella rubia de las otras noche.

Los dos desaparecen de nuestras vistas y seguimos hablando tranquilamente.

-No te llevas muy bien con Taylor ¿no?- preguta Hunter.

¿Qué digo? Son sus amigos, se podrían ofender si hablo mal de su amigo.




Algo diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora