Capítulo 15

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-Y como te decía tus amigas son muy buenas para sacarles información- me dice Thomas, que está sentado junto a mí en un banco.

Esa era su sorpresa, venir aquí, a Seattle. Me sorprende aún lo mucho que ha cambiado.

¿Cómo sabía dónde estaba viviendo?
Es muy sencillo, Caroline y Sophie.

Están empeñadas a que salga con alguien, pero no lo conseguirán, no hasta que yo no quiera hacerlo.
Primero con Thomas, luego con Taylor y ahora otra vez con Thomas.
Raro que no lo hayan intentado con Hunter u Oliver.

-¿Seguro que ha tu novia no le ha molestado?- se queda callado, mirando hacia abajo.

-No me importa, una amiga vale mucho más.

Lo miro detenidamente aprovechando que no me está mirando. Observo su pelo perfecto, peinado hacia atrás. Me recuerda a todas esas veces que mis manos pasaron sobre su pelo.

Parece que a su relación no le va nada bien.
A puesto cualquier excusa para escapar de los brazos de esa chica, en este caso para venir aquí a verme.
Que en realidad se lo agradezco, me ha salvado de esa posible cena aterradora. Mis amigas últimamente están muy pesadas.

Y los chicos de la casa no es que me caigan muy bien.

-Gracias por venir Thomas

-Por nada, princesa- ay no, otra vez lo ha vuelto a decir.

Le doy una sonrisa agradable y le pego un mordisco a la hamburguesa que estoy cendando.
Alarga su mano hacia la comisura de mi labio y me quita lo que tengo.

-Ketchup- lo miro directamente a los ojos con una sonrisa de lado. Él la aparta nervioso.

Ahora que lo pienso, no le he preguntado donde dormirá o cuanto tiempo se quedará.

Podría decir que estoy incómoda con su presencia, pero no es así. Hemos estado dos años juntos y aunque nos hayamos separado siempre queda ese algo de una relación que fue tan bonita. Deje de quererlo como algo más que amigos cuando aún eramos novios. Pero ahora solo lo veo como mi hermano.

-¿Hola? ¿Brenda?- me saca de mis pensamientos.

-Te decía que si podría quedarme en tu casa, no tengo suficiente dinero para pagar un hotel y no me gustaría dormir en la calle- y hay la respuesta a mi pregunta.

Obvio no lo voy a dejar tirado en la calle. Así que acepto. Nada malo puede pasar.

(...)

Después de una hora más en la calle con Thomas, hablando, riéndonos, diciendo tonterías, poniéndonos al día. Volvemos.

Dejó una pequeña maleta en mi cuarto al llegar y rápido nos fuimos.
Por el tamaño de su maleta, no creo que tarde mucho en irse.

-Hola, hemos vuelto- digo al poner las llaves en la entrada.

-Brenda, ¡hola! ¿Qué tal os fue?- dice mi amiga la cotilla, Sophie.

Todos están allí, en el gran sofá, viendo una película. Todos menos Taylor. Es tan misterioso, no le gusta hablar de sus cosas y eso no me gusta nada. Cuando conozco a una persona quiero saber los datos sobre ella, sobre todo para saber si con la persona que estoy tratando no es peligrosa.

-Chicas que de tiempo, seguís siendo igual de cotillas- dije Thomas de broma.

Caroline y Sophie se levantan para darle un abrazo. Ellos tres siempre se han llevado de maravilla. Lo cual era un punto a mi favor.
La relación de tu novio con tus amigas es super importante, más que con tus padres.

-Y yo veo que sigues siendo igual de alto, no mentirá. Más alto- es verdad Thomas es muy alto, 1'90 aproximadamente.

Y yo pues, 1'70. Nada que comparar.

Empezamos a ver una película con los chicos y mis amigas, lo estamos pasando genial, hasta que llega él. ¿Por qué siempre lo tiene que arruinar todo?

Y no está solo, viene con una chica rubia, más alta que yo, muy maquillada y con un vestido que no le tapa casi nada.

No la juzgo, solo era un simple comentario. Como dije antes, respeto todo tipo de vidas y como la viven.

Los ojos de Taylor se posan en los de Thomas.

-¿Este es el que ha venido antes?- pregunta con desprecio.

Oliver asiente, sin mirarlo.
Antes ha tenido una escena de celos hacia Thomas. Ya prácticamente lo ignoro. Sé que no tiene malas intenciones.

-Nos vamos a mi habitación- dice y coje de la cintura a esa chica.

Los demás también se van yendo poco a poco, hasta que solo quedamos Thomas y yo.

-Pues otra vez solos- digo.

-Si, me lo he pasado muy bien- dice.

-Yo también. Por cierto, ¿hasta cuándo te quedas?- me comenta que se va en una semana o antes, depende.

-Podría dormir aquí- señala al sofá y asiento.

Miro por algunos armarios del pasillo para ver si hay algunas sábanas.

-Aquí tienes- se las paso y me despido.

Me pongo música no tan animada y con muy poco volumen. Me cambió y por fin me pongo mi pijama completo.
Con quemallera en medio y gorrito.

-¡Brendan!- oigo decir a Thomas desde fuera de la puerta. Salgo.

-¿Si?

-La chica rubia de antes me ha dicho que tiene que dormir en el sofá- me quedo confusa, pensativa.
¿No era la novia de Taylor? ¿Por qué querría que estuviera en el sofá y no con él, en su cama?

¿En serio Brenda? ¿Sigues pensando que Taylor puede tener una relación estable?

Dice mi conciencia.

-Un segundo- paso por al lado de Thomas, me planto delante de la puerta de Taylor y llamo.







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