Capítulo 10

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Capítulo 10

Después de que finalmente había podido evadir a esos chicos, escuché lo que parecía ser una caracola y en ese mismo instante una multitud se fue corriendo hacia lo que parecía como un comedor. Decidí que era mejor esperar un rato a que la multitud se desvaneciera, pero mi plan fue interrumpido cuando me giré y choqué con un chico

-Mira por donde andas. - fue lo único que dijo antes de continuar con su camino, este era un chico de piel pálida y el pelo oscuro y por alguna razón se me hacía conocida su voz.

Cuando me había apartado hacia un lado para no chocar con nadie mas fui nuevamente interrumpida por los gemelos.

-Vamos Elara, puede que en esta comida seas reconocida y nos abones. -dijeron los dos pasando cada uno un brazo por encima mis hombros.

- ¿Lo hará delante de todos? -pregunté preocupada por ser el centro de atención.

- Lo más seguro, Percy, - decía mientras señala al chico el cual hablaba antes por los codos-hizo jurar a todos los dioses que reconocerían a sus hijos, por lo que ahora no suelen tardar demasiado.

Cuando me quise dar de cuenta estaba en la mesa de Hermes rodeada por los chicos de la cabaña, observando como aparecía comida en la mesa de la nada, acostumbrarme a esto me iba a llevar más de lo que me parecía. Ellos me dijeron que tenía que pensar lo que quisiera comer, esta aparecería en la mesa y después tenia que levantarme y tirar al fuego parte de la comida para los dioses.

Estuve toda la comida inquieta pensando que en cualquier momento sería el centro de atención. Los chicos se pusieron muy pesados para que comiese, pero finalmente debieron ver en mi mirada algo que los hizo parar.

Cuando terminamos de comer, ellos me dijeron que quizá debería empezar a entrenar así, podría descubrir si tenía alguna característica de alguno de los dioses. Probamos la lucha cuerpo a cuerpo, fuimos donde los hijos de Hefesto, pero sin lugar a duda montar cosas y estar cerca del fuego fue un error que me llevó a la enfermería, donde descubrí porque nunca me relacionaba con la gente en mi anterior escuela, era horrible ser el centro de todo. Fuimos así visitando a todos los hijos de los dioses reconocidos, pero en ninguna salió nada a destacar, finalmente pasamos por delante de la cabaña de las hijas de Afrodita, yo la pase para irme a la cabaña de Hermes, pero me detuve cuando no sentía a los dos gemelos a mi lado.

-Hey, ¿Qué pasa, porque no venís? -ellos se miraron y se acercaron mucho a mis ojos.

-Podrías ser hija de Afrodita. -Dijeron se estaban acercando a nosotros Percy y Jason, y yo solo pude hacer algo que hacia mucho tiempo que no hacia, reírme con todas las ganas que pude en ese momento.

- Sin lugar a dudas tienes una risa preciosa. -dijeron Jason y Percy con una mirada extraña.

- Si, si que la tiene. -dijeron los gemelos.

Yo me detuve y vi algo en su mirada que no me hacia sentir para nada cómoda, por lo que me despedí y fui, cruzándome por desgracia con mucha gente la cual me miraba de la misma forma, y que sin darme cuenta me hacia recordar una mirada que esperaba no volver a sentir en mí nunca más.

La hija de Eros- Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora