Capítulo 8
- Señorita Johnson, creo que deberíamos esperar a mañana, hoy seguro que ha tenido un día muy intenso. - y eso fue lo único que dijo, mientras me guiaba con la mano en la espalda hacia una cabaña, de la cual, cuando toco a la puerta salieron dos chicos idénticos. – Connor y Travis te darán un lugar donde pasar la noche y mañana a primera hora hablaremos, espero que tengan una buena noche.
Y eso fue lo único que dijo el supuesto "Quiron" antes de dejarme con estos chicos casi idénticos. Eran dos chicos altos y delgados, con cabello castaño ondulado y ojos azules, tenían facciones de elfo: cejas arqueadas, la nariz y orejas puntiagudas, una sonrisa sarcástica y un brillo en sus ojos, como si estuvieran listos para "arrojar un fuego artificial en mi camiseta." Con la única diferencia de que Connor, es ligeramente más bajo que su hermano, lo cual es la única manera de diferenciarlos.
Lo que hicieron fue mirarse con un deje de diversión mientras me abrazaban uno de cada lado y me llevaban a una litera, donde finalmente, después de mucho tiempo podría descansar, sin pensar en nada, sin pensar en mi madre, sin pensar en sus gritos, sin pensar si habrá llegado borracha, podría haber sido el día perfecto para poder descansar a pierna suelta, sino tuviese en mi mente constantemente lo que había pasado con mi abuela.
Toda la noche me la pasé despierta, en la cabaña cerca de mi litera se encontraba Connor, el cual, estuvo a partir de las 5 del mañana despierto, contándome todo sobre la cabaña en la que estaba. En ese momento descubrí que era la cabaña de Hermes, además de ser la cabaña donde llevaban a toda la gente que llegaba nueva al campamento.
A las 7 decidí levantarme y arreglarme, cuando entré en el baño y me vi en el espejo, casi no podía ni reconocerme, frente a mí en el espejo, ví a una chica con la piel más pálida de lo normal acompañada por unas ojeras mucho más profundas de lo normal, que solo provocaban que mis ojos azules resaltaran más, decidí recoger mi pelo oscuro y salir de allí, para finalmente encontrarme con Quiron, el cual, esperaba que pudiese explicarme que pasaba.
Connor decidió acompañarme hasta lo que él llamó la "Casa Grande", la verdad estar con el me estaba empezando a cansar, ¿por qué tenía que estar tan contento todo el maldito tiempo?
Finalmente, Quiron me contó que posiblemente mi queridísima madre mantuvo relaciones con uno de los dioses, por lo que, este lugar era el mejor sitio para encontrarme a salvo, además de que a lo largo del día iba a ser probablemente reconocida por este y podría irme a su cabaña y conocer a mis hermanos. Sin lugar a duda, estos días estaban siendo los más raros en mucho tiempo.
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La hija de Eros- Nico Di Angelo
RomansaSi estas leyendo esto solo hay dos posibilidades o eres un semidiós y alguno de los dioses ha bajado a la tierra a divertirse, y recemos para que no sea Zeus y no tener una guerra con Hera, pero si no es esa solo puede ser que alguno de los Stoll lo...