Tres

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Shin estaba demasiado tranquilo. Su postura delataba lo confiado que se sentía. Tenía la guardia alta, mas nos hemos trabado y el nervioso.

-Por favor Ea, resiste un poco más. Hay que dar un buen espectáculo.

-Lo admito. Me confié demasiado- le dijo Ea- No considere, con la debida seriedad, que tú te has enfrentado a seres como Majin Buu. Ese guerrero extraño de la pelea se exhibición Zen. Aunque claro...sufriste una humillante derrota.

-Sí, eso es cierto, pero lo haría otra vez- le dijo Shin borrandole la sonrisa a Ea- Estoy dispuesto a todo por proteger mi universo, incluso a arrebatarle el dios a otro ¿Puedes tú decir lo mismo?

Shin desapareció de la vista de Ea y reapareció por un costado. Esa vez el Supremo Kaiosama del universo tres bloqueo el golpe, cruzando sus brazos frente a su rostro. Le prestó algo de resistencia por un tiempo, bastante prudente, o eso le pareció a la mayoría de los espectadores. Los experimentados se dieron cuenta de que Shin fue quien postergó el enfrentamiento. Pudo acabar con aquella contienda después de aquel golpe directo y limpio que desestabilizo a Ea, pero no podía terminar con con todo tan rápido.

Lo divertido, en un combate, para Zen Oh Sama era un despliegue de llamativas técnicas y Shin monto un espectáculo reservado, pero eficiente al que arrastró a Ea. Finalmente tras una pequeña trampa en que Shin empleo algunos cubos de acero Katchin logro sacar a Ea de la plataforma. El kaio-shin del universo tres, voló hasta el muro de las gradas y estrelló allí la espalda para luego caer, de cara, al suelo no volviendo a levantarse. Daishinkan miró discretamente a los Zen Oh Sama y ellos parecieron bastante conformes con el resultado, por lo que en voz alta anuncio al ganador. Shin descendió de la plataforma entre los aplausos de los espectadores y las miradas afiladas de los dioses, en especial de los Supremos Kaiosama.

Ea tardó unos minutos en recuperarse y algo aturdido miro hacia la plataforma que estaba vacía. Se sentía adolorido, pero de una forma muy extraña.
Anat lo llamó en voz alta desde su palco y le hizo un gesto con la cabeza que él entendió de inmediato. El Supremo Kaiosama del universo uno reapareció en las gradas un segundo después para llevarse a su gente como hicieron los demás kaio-shin. En el universo siete el encargado de aquel labor era Kibito. 

"Me encantaría ser una mosca en la pared para poder oír que van a hablar en esa reunión. Seguramente Ea recibirá algunos cuestionamiento a su intelecto y habilidades. Sin duda, algunos, aprovecharán el momento para burlarse y otros lo menospreciarán. Aquello aumentara la frustración en Ea y los dejará. Estará solo en un aislamiento autoimpuesto en el que vacilara respecto a si mismo.
Lo lamento Ea... nada personal."

Fueron las palabras que le dedicó Shin, en su pensamiento, al cabizbajo Supremo Kaiosama del universo tres. Tal como él supuso, los otros kaio-shin habían acordado una reunión después del primer combate. Se celebro en el universo uno. En uno de los salones del templo de Anat quien como buen anfitrión permanecía de pie entre sus compañeros.

-En mi opinión era de esperarse que Ea fuera derrotado. Entre todos nosotros es el menos interesado en los combates- opinó Perú.

-¡Ja! Siempre te estás jactando de tu intelecto superior ¿Por qué no lo demostraste en tu pelea?-le cuestióno Rou.

-¡Estudie a Shin!-exclamó Ea- Es solo que...

Su voz se apagó y volvió la mirada a sus puños apretados sobre su regazo. No volvió a hablar por un rato.

-Ese inútil del universo siete, seguro debe estarse sintiendo muy triunfante y fanfarroneando por su victoria- continuo Rou-¿Vieron con que arrogancia se paro a la cabeza del grupo? ¡Ni siquiera nos saludo! ¡Que modales!

SupremacíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora