Chocolate Amargo [frededdy]

★Capitulo 13★

Un azabache se encontraba acostado boca abajo tratando de asimilar lo que tenía que hacer ahora en adelante con la empresa de su padre.

Aún estaba demasiado en contra de que no tenía que trabajar ahí, la empresa sería heredada a su hermana ya que ella era la mayor. Pero joder, le estresada pensar el que tendría una responsabilidad. Odiaba las responsabilidades, creo que se nota hasta simple vista.

La puerta de su habitación se había abierto dejando ver a una señora de no muy gran edad con cabello negro y unos ojos esmeralda.

-Hijo- decía su madre pasando a aquella habitación, más Fred no contesto -¿Estás bien?-.

-¿Me preguntas si estoy bien?- se levantó exaltado de su cama, aquella pregunta le sonaba bastante irracional -Claro que lo estoy, estoy bien después de que mi padre intentará meterme a ese infierno- dijo sarcástico tomándose su cabello para acomodarlo hacia atrás.

-Entiende de que no es su culpa- su madre tomo de su hombro para intentar calmarlo, sabía que todo esto le estaba afectando -Tu padre está pasando una situación difícil- suspiro -Tampoco estaba muy de acuerdo, pero... Al final lo hace por su bien- le mostró una sonrisa a su hijo.

-Nuestro bien no es vivir como los Golden- vio a su madre molesto -Sabes que odio la idea de vivir como ese niño estúpido- gruño pensando en cómo sería su vida de ahora en adelante.

-No viviras como él, te lo prometo- acarició su cabello para darle confianza, en cambio Fred seguía pensando.

★★★★

Freddy se levantó de su cama para ir al baño, había dormido bastante, pero.... Aún estaba mal, recordar lo que le había hecho Fred le ponía de cabeza nuevamente.

Su mirada se fue a aquel espejo, abrió la llave del agua fría tomando el líquido en la palma de sus manos para empapar su rostro. Estaba bastante fría pero no le tomó importancia y paso una toalla para secarse.

Se miro fijamente, ¿Qué estaba mal?
levantó levemente su sudadera de paso la camisa igualmente notando que se marcaban levemente sus costillas.

¿Te sientes satisfecho?

-"Totalmente"- pensó sin mostrar sonrisa alguna.

Necesitas ayuda.

-No necesito ayuda- dijo a su reflejo, no la necesitaba. El se estaba ayudando solo.

No necesitaba que alguien se preocupara falsamente por él.

¿Crees que tu padre se sentiría orgulloso de ti en estos momentos?

Aquella voz, esa maldita voz, la odiaba con todo su ser. Todas las odiaba, cada una diferente juzgandolo.

¿Así se sentía estar enfermo mentalmente?.

No le agradaba ni lo más mínimo, esas malditas voces lo empujaban a seguir con todo. Quería deshacerse de ellas.

Siempre has sido un pedazo de mierda.

-Callate- miro su reflejo con rabia.

Todo el tiempo estaba ahí, juzgandolo haciendo que todo lo viera de mala manera. Qué por una parte estaba haciendo lo correcto.