Chocolate Amargo [frededdy]

★Capitulo 33★

-Sueltame Freddy- se quejaba Félix intentando quitar la mano del castaño de su oreja.

¿Por qué?

El hecho de que se había peleado con Golden lo tenía molesto y no tenían como ocultarselo, eran obvios los moretones.

Cuando llegaron al salón ahí también estaban los amigos de Fred moreteados, tocó el puente de su nariz frustrado.

-Pudieron tener más cuidado- regaño a los chicos frente suya.

-Todavia que hacemos algo por ti- se quejo el amigo del ojiazul sobando su oreja.

-Golden puede.- la voz de Eak lo interrumpió.

-Sabemos que puede pasar, no es la primera vez que lo enfrentamos- su voz hizo que todos guardarán silencio -¿Ya discutiste tu problema?-.

-Aun no- hablo firme no podía verse vulnerable frente ellos y menos con Félix a lado.

-Mas te vale que lo hagas-.

-Si quieres reclamarme algo más hazlo- no era de esperarse que Eak con lo que sabía le agradará Freddy del todo, sin embargo aquel tono distante se hacía notar -Sé que tengo el tiempo contado pero no deberías meterte en esto-.

-¿Te parece gracioso el hecho de que estés muriendo y te lleves a Fred en tus problemas?-.

Ese no era el caso pero sabía que necesitaba más tiempo y más cuando se trataba de Fred.

-No quiero dar a entender eso- su seriedad asustó a Félix, sabía que siempre hablaba serio pero no tanto así, sabía que todo le preocupaba el hecho de que ellos supieran -Sé que es tu amigo pero déjalo resolver sus problemas sólo-

-Si piensas que te voy a dejar el camino fácil estás mal- desafío.

-Si te sientes tranquilo se lo contaré, pero no en el tiempo que tienes pensado- parecía como si Eak quiciera matarlo con la mirada.

-¿Qué está pasando aquí?- todos voltearon a ver al que había hablado.

Todos estaban ahí molestos y algunos asustados por el hecho de que el estuviera en plena conversación.

-Nada- el peligris dejo sus cosas en su asiento -Muevete Alfred- hizo que el azabache se moviera dejándolo confundido saliendo del salón.

-¿Alguien sabe que le pasa?- todos negaron.

★★★

Estar con Fred la mayoría del tiempo era bueno, pero se había convertido en un estrés para Freddy desde que la culpa le había remordido la conciencia. Era como esa vocesita que le decía que le dijera que pasaba y si no se lo decía iban a terminar las cosas muy mal.

Sin embargo intentaba dar lo mejor de si cada que estaba con él, quería regalarle momentos mientras fuera estuviera bien.

-Pareces algo distraído ¿Estás bien?- preguntó el azabache tocando su mejilla mientras sonreía.

Maldita sea como no enamorarse de ese estúpido chico.

-Estoy bien- también le sonrió con ternura, no quería preocuparlo.

-¿Seguro? Te noto más cansado incluso hasta más distraido- asintió restándole importancia para que no se preocupara, pero parecía que Fred estaba tan interesado en saber cómo se sentía -No lo pareces ¿En serio?-.

El ojiazul tomo sus mejillas para que lo viera a los ojos y así fue.

-Si, estoy bien- y planto un pequeño beso en sus mejillas para que así le diera confianza.