Chocolate Amargo [frededdy]

★Capitulo 27★

Freddy se encontraba haciéndose chequeos con los doctores, tenían que salir del hospital lo más rápido que se pudiera para no levantar sospechas y más que nada porque Joy estaba en casa de él y no podía dejarla sola.

Mey había dicho que se haría cargo de ella hasta que regresarán pero Freddy se negaba a la idea de dejarla sola por mucho tiempo.

Aquella terquedad había hecho a Félix enfadar además de que les había ocultado tal cosa como la de su enfermedad había hecho que el vaso que ya estaba lleno se derramará con mentiras.

Estaba sumamente enojado y Freddy entendía eso pero sabía que no podía estar así todo el tiempo que le restaba de vida. Aunque por una parte se sentía culpable. Fred le había marcado una que otra vez para saber cómo estaba.

El no se oía molesto al respecto por faltar a la cena, pero una parte de él le tenía resentimiento por no decirle en la situación en la que estaba y más cuando estaban en una relación.

Su condición había empeorado demasiado sin las quimioterapias y tratamientos. Acababa de entrar a una y se sentía tan cansado que ni siquiera podía pararse.

Tomo su celular dudando si debía hacer lo correcto.

En cambio Fred se encontraba en el asiento de su oficina revisando unos papeles de pronto su celular sonó.

Era una llamada entrante.

"Pequeño amargado"

Le alegro ver aquel nombre llamado en la pantalla de su celular, tomo aquel aparato para contestar la llamada.

-Hola cariño- apenas se habían llamado en la noche pasada pero por alguna extraña razón no sabía porque necesitaba oír su voz y pasar al menos un poco de tiempo con él.

El trabajo lo estaba matando más de lo normal y solo necesitaba a Freddy a su lado.

-Hola- su voz sonó apagada y eso alarmó a Fred.

-¿Pasa algo?- se oía preocupado, sobre todo porque últimamente había estado más deprimido en las llamadas y los mensajes apenas si contestaba.

Freddy dudo por un momento.

¿Qué debía hacer? No sabía si eso iba a afectar todo lo que le quedaba y tenía miedo de perder lo que había formado a pesar de su depresión.

Sus ojos se cristalizaron dejando en claro que le iba a afectar.

-No- con sus manos quitó las lágrimas que estaban por salir de sus ojitos.

-¿Seguro?-.

No podía mentirle cuando se oía de la manera más preocupada, pero tenía que valer la pena esperar un poco más.

Sólo necesitaba algo más de tiempo para arreglar las cosas.

¿Pero que cosas? Todo ya lo había tirado a aquel vacío donde próximamente iba él. Dejando lo más preciado que tenía.

Su vida.

-Si, sólo te extraño- que falso había sonado eso de su boca. Aunque para Fred esas palabras eran su mundo entero, por el momento.

Los sentimientos que desbordaba aquella conversación no era normal en ambos. Uno con estrés y ganas de que todo acabará y otro con felicidad y amor eterno.

-Pronto estaremos juntos y podremos salir- la voz entusiasmada de su novio le dio un golpe al corazón -¿Qué tal tus terapias?-.

-Bien, la mamá de Félix me dijo que tenía que tomarme un tiempo para mí-.