★Capitulo 24★

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-Arriba las manos delincuente- un pelinegro se hacía aparecer detrás de la puerta con una pistola de juguete en mano.

El que en ese momento se encontraba en la habitación era un castaño sobre la cama con las piernas encogidas viendo su celular y en la otra mano tenía una caja la cuál contenía leche de chocolate, un regalo de Félix para Freddy.

El ojiazul vio al pálido sostener aquel juguete para después dejar su celular de lado y prestarle atención.

-Sé puede saber ¿Por qué un delincuente?- bebió de la pajilla disfrutando aquella bebida dulce.

Se acercó el azabache hasta quedar frente de él y le sonrió.

-Me robaste el corazón, deberías sentirte culpable- le dio un corto beso en la mejilla acorrucandose en el cuello contrario.

-No soy un traficante de órganos- alzo una ceja con diversión sabiendo que el azabache también lo estaba haciendo -Y si lo fuera no pagarían mucho por tu corazón- volvió a tomar aquella bebida.

-No te cansas de ser malo conmigo- hizo un puchero mientras se alejaba un poco y miraba los ojos del contrario.

Su relación había mejorado un poco, los tratamientos del moreno estaban haciendo su trabajo y se veía mejor que cuando lo conoció, eso hacía que se pusiera feliz.

A pesar de estar una semana juntos no se veían la mayoría del tiempo y cuando se veían solo conversaban como cualquier persona.

Las bromas y risas nunca faltaban para estos chicos.

Fred sonrió malicioso al acercarse a su mejilla y depositar nuevamente un beso corto. Acercó sus labios hasta el oído derecho del contrario.

-No te encantaría trabajar en una fábrica de telas los fines de semana- se alejó un poco viendo la expresión confundida del contrario -Así podría meter—tela- sonrió más viendo como las mejillas del castaño se volvían rojizas -Sacar—tela- le daba graciah como el contrario seguía estático por su comportamiento, con sus dedos acaricio su cuello hasta llegar a su mentón -Acomodar—tela sin problema-.

Beso castamente los labios contrarios.

-Alejate estúpido- Freddy reaccionó quitando con sus manos al azabache dándole espacio.

-¿No te parece esa idea?- la sonrisa arrogante que poseía hacía que molestará al castaño.

Se levantó de la cama para caminar a su consola de videojuegos y encenderla tomando los dos controles de paso y darle uno al ojiazul.

-¿Sabes jugar?- en la pantalla que estaba en la habitación se podía ver qué aquel juego consistía en pelea, Freddy sólo mostró una sonrisa.

-No me la pasé dos años en mi habitación sin hacer nada- mostró superioridad en sus palabras. Esto iba en serio para Alfred.

-Dejame advertirte que se jugar desde que nací, no te será muy fácil ganarme- amarro su cabello en una coletilla baja para después tomar el control y seleccionar personajes.

Una guerra entre estos dos chicos estaba comenzando.

★★★

-¡Te gané!- sonrió triunfante al ver que la pantalla calificaba más puntos para él que para su contrario.

Salto en la cama emocionado.

-Hiciste trampa- el contrario se defendió cruzando sus brazos.

-Que bajo has caído con lo que acabas de decir- sonrió aún más mostrando sus dientes -Para que lo sepas, yo nunca hago trampa-.

Chocolate Amargo [frededdy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora