-Dije si ¿seguías bien?- Hablo el azabache indignado, ¿cómo era que él contrario lo dejo con la palabra en la boca.
-Estoy bien, ahora lárgate- Se sentó en la camilla viendo al suelo dándole la espalda, no tenía las ganas para ver al contrario por nada. En cambió sintió unas manos apoderarse de su cintura sintiendo el cuerpo del otro.
-Esa no es la manera de tratar a tu salvador- metió sus manos debajo de las prendas del castaño más este no lo permitió del todo ya que intento alejarse del contrario, de su agarre, lamió su cuello -Juguemos- procedió a dejar besos por todo el cuello y detenerse en el glóbulo de la oreja del contrario, lo succionó.
-Detente- su tono de voz fue suave casi audible, para que solo el ojirojo lo escuchara lo cual consiguió.
-Lo estas disfrutando lo se- volvió a meter sus manos debajo de las prendas acariciando el abdomen -Solo colabora y te haré sentir el mayor placer- un suspiro salio de los labios del castaño. Ya había caído en el juego, podía sentir como el castaño comenzaba a ser sumiso.
-Detente- lo separo al oír la perilla de la puerta abrirse, su rostro tenía un leve tono carmesí, no estaba bien lo que estaba haciendo con el contrario, había sobrepasado su límite y se negaba a aceptar que las acaricias del azabache le gustaban, sabía que no tenía que caer en su juego, no ser uno más en su lista.
Uno de los doctores se asomo por la puerta viendo al castaño el cual estaba de pie -Joven fazbear debería estar en su camilla- le llamo la atención, el castaño aparto al pálido de la camilla para sentarse en ella -Usted va a estar en observación por unos días así que se quedará aquí- vio al azabache el cual estaba cruzado de brazos para después regresar la mirada a el contrario -Ahora le haremos un chequeo en un momento- se acomodo los lentes -¿Necesita de la presencia de este chico aquí?-
-Que se vaya- contestó seco, para apartar la mirada de cualquiera de los dos presentes.
El azabache al oír eso su sonrisa se borro, salió de aquel cuarto y comenzó a caminar a la salida, pero ya vería que el lobo siempre casa a su presa. Ya vería aquel castaño de que era capas, solo es cuestión de tiempo.
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El azabache iba entrando a casa, con un aparato electrónico a la mano, vaya reporte que se había ganado por llegar tarde a la última clase, sacudió su cabello dejándolo desordenado, su mirada se fue donde su hermana estaba parada de brazos cruzados, iba a ir directo a su habitación pero la mayor se puso adelante de el impidiéndole el paso.
-¿En donde estabas?-
-Fui a dejar al castañito al hospital- habló de mala gana.
-Aja y yo soy peter pan, no me haces tonta fred, se que quieres tener algo con el-
-Pero eso no sera ahora, el plan solo es follármelo y ya, a ti no te interesa- Hizo a su hermana a un lado y se encamino para subir las escaleras dejando atrás a la presente.
Lanzo su mochila a su cama acostándose en ella, ese pequeño castaño que rondaba por su mente era un hueso difícil de roer pero no se iba a dar por vencido quería tenerlo en la cama solo para él. No tenía de otra solo que seguir alado del castaño para poder enredar lo en su juego pero que más da, sabía que iba a caer redondito ante sus pies.
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-Esto no puede estar pasando otra ves- hablaba la madre entre lagrimas -Los cuidados iban al pie de la letra-
-Ya no hay mas que hacer, ya es bastante avanzado- Puso su mano en el hombro de la castaña para consolarla.
-Necesito verlo- seco sus lagrimas, para después encaminarse a la habitación de un castaño -Hijo ¿que tal estas?- acaricio los cabellos castaños de su hijo, ¿Que era lo que estaba pasando? estaba haciendo todo lo posible para que no pasara nada y estaba pasando de todo.
-De maravilla- No mostró sonrisa en su rostro, pero sus palabras mostraban entusiasmo, uno tan grande, sabía la noticia, sabía que estaba mal, los cuidados y medicamentos fueron fatales tal y como pensó, ahora solo quedaba esperar.
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Un chico de catorce años estaba sentado con su grupo de amigos, tal y como todos los días era de esas veces en las que pudo sonreír, las cuales las palabras aun podían llegarle a dolerle, pero el sentimiento amargo seguía, los bullys seguían haciendo de las suyas, ya estaba comenzando a sentirse mal, la autoestima ya no era tan fuerte como él creía, ahora solo quería morir, su padre ya no estaba.
Eso le dolía, que su padre no estuviera más con él, recordar sus consejos, recordar el primer día de clases el cual se sentía nervioso, no sabía si le pasaría algo, tenía demasiado miedo y su padre ahí estaba dándole ánimos, eso fue lo que le agradaba de el que hiciera que su autoestima subiera, los recuerdos eran los mas dolorosos.
Necesitaba a su padre, el calor que su padre le confortaba, sus consejos, su cariño, sus mimos, todo extrañaba, Quería hacerse el fuerte fingiendo que no le dolía pero no era así, en los momentos donde no lo veían lagrimas brotaban de sus zafiros y una cortada en la garganta se hacia presente, reprimiendo los gritos que querían salir de la cortada, una profunda y aun estaba la cicatriz.
-Fazbear muérete-.
Lo quería tanto, tanto morir y no los culpaba, nunca le disgusto que le dijeran eso al contrario una sonrisa se posaba en su rostro, una divertida, las risas era lo que se podía oír pero unas de dolor, una tan lastimera pero sutil, una la cual podrías confundirla con una de divertimiento, una cualquiera.
Eso no era lo único que quería, quería hacer pagar a las personas que le habían echo tanto mal, uno el cual gritaran de dolor, como el lo hizo en silencio.
Tenia que esperar.
-Tu pasado es tu peor terror,
tu presente es tu mejor error.
________________________________________________________________________________Holi :3
¿Que tal el capitulo?
Las cosas se salen de control.
Le agradezco a ValeriaRangel633 por su apoyo.
Sin más que decir
Byes...
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Chocolate Amargo [frededdy]
Hayran KurguFrederick Fazbear tan cansado de su vida. Alfred Blackbear tan atrapado en ella. ----------------------------------------------------------------- *No adaptaciones* Historia: The Shadow Perfect Personajes: edoochan Creador del juego: scott cawthon