Conforme pasaban los días, la culpa no desaparecía sino que, por el contrario, iba aumentando.
Caminé por las calles que ya conocía para llegar hasta el laboratorio de foto donde estaba Charlie, una de las pocas personas que sabían comprenderme y apoyarme. Aunque esta vez hablar con ella no sería sencillo, ya que Matt me acompañaba. Se ofreció en seguida a venir conmigo cuando me encontró en el pasillo del edificio.
– ¿La invitarás a salir? –le pregunté a Matt golpeando su hombro.
– ¿Crees que diga que sí? –preguntó nervioso.
– Por supuesto que sí –le animé.
– ¿Crees que yo le guste?
– Eso podrías averiguarlo hoy.
Cuando llegamos Matt se plantó detrás de mí, como un niño totalmente tímido pero los ojos le chispearon al ver a Charlie. Me hice a un lado para no obstruir su vista y la sonrisa entre ambos decía más que mil palabras.
Me aclaré la garganta haciéndome notar. Charlie me miró al instante.
– ¡Hola, Cas! ¿Nuevas fotos? –sonreí asintiendo.
Les di la oportunidad a los dos de hablar y esperaba que Matt realmente la invitara de una buena vez a salir, mientras que yo me encontraba revelando las fotografías. Cuando hube terminado, las puse en una pila y las mire una por una.
Eran como veinte fotografías, la mayoría tenía una cosa en común. El rostro hermoso de Dean. Se me había vuelto como una obsesión retratarle, era como para guardar el recuerdo o al menos tener una prueba de que los momentos a su lado habían sido reales.
Miré la hora en la pantalla de mi celular, eran las seis con treinta y cinco minutos. Tenía dos opciones a elegir, una era quedarme aquí con Matt y Charlie y así, no tendría que alimentar a este sentimiento con la compañía de Dean; la otra era apresurar el paso para alcanzar a llegar al departamento y encontrarle, porque ese sentimiento quería ser alimentado.
La figura delicada de Charlie entro al pequeño cuarto de revelado y me hizo pegar un brinco.
– ¡Matt me ha invitado a salir! –me dijo entusiasmada.
– ¿En serio? ¡Genial! ¿Cuándo? –pregunté feliz.
– Hoy, en cuanto cierre.
– Me alegro mucho por ustedes –y ahí tenía la respuesta a mis opciones.
– Hablaremos otro día, ¿sí? –me dijo lamentándose por no poder hacerlo hoy.
– Seguro, hay mucho que tienes que saber, pero sirve que así me cuentas tú todos los detalles de hoy.
Recogí mis cosas y guardé las fotografías en un sobre amarillo como el que había utilizado la primera vez; me despedí de Matt y Charlie y salí apresurando el paso para llegar al departamento.
Cuando por fin logré visualizar el edificio, me percaté que el Impala negro ya estaba estacionado delante de él. El corazón me latió pesado. Aun no eran las siete, ¿por qué Dean había llegado ya? Mi celular sonó en el bolsillo de mi abrigo y con la mano libre lo tomé y contesté a la llamada sin siquiera ver quién era.
– ¿Hola?
– Cas, ¿estás en el departamento? –la voz del otro lado me dejó el corazón pasmado para luego hacerlo latir tan fuerte, de una manera errática.
– Voy llegando, ¿por qué? ¿Ya estás allí? –logré articular.
– Sí, date prisa, tengo algo que mostrarte. –me dijo y luego colgó.
ESTÁS LEYENDO
Manual de lo Prohibido | Deancas | Completa
Fanfiction¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Castiel se topará con alguien de quién no debe fijarse. NOTA: ESTA NOVELA NO ES MÍA. Créditos para @Jalyhg la grandiosa escritora de esta novela. Realmente es una novela que se ha quedado en mi mente por año...