Anteriormente...
—Joder, la cola del baño va a ser bonita —murmuró Hill.
—¡No os vayáis muy lejos! —gritó Tony— Que ahora es cuando la cosa empieza a ponerse interesante.
Iron Man me sonrió antes de beber el último trago de su copa.
—F.R.I.D.A.Y. reproduce Despacito.
Me escabullí de las chicas y seguí a Steve y Sam por los pasillos. Habían decidido ir a un baño diferente y Sam entró el primero, dejando solo a Steve en el pasillo. Me acerqué sigilosamente hasta él y me apoyé a su lado, contra la pared.
—Con que correr desnudo...
—Con que tríos y orgías... —se giró a mirarme y sonrió.
—Cuando estás en pleno invierno ruso y no tienes calefacción tienes que buscar alguna forma de calentarte.
—Ya veo, ya.
—¿Te molesta?
—¿Por qué debería? Es tu vida.
—¿Te intriga?
—No tengo en mente practicarlo en un futuro cercano —se acercó un paso—. Pero tengo curiosidad por saber cómo terminaste en esas situaciones.
—Tal vez algún día te lo cuente... —murmuré, mordiéndome el labio provocativamente.
Fui a acercarme a él, pero me agarró de la mano y tiró de mí, doblando una esquina y metiéndonos en un pequeño despacho que no estaba en uso.
—Sam iba a salir en cualquier momento y nos iba a ver —murmuró, cerrando la puerta tras nosotros y empujándome suavemente contra ella.
—Ya nos ha interrumpido dos veces.
Recorrí sus abdominales hasta llegar a su pecho y dejé ahí las manos.
—Rodará su cabeza si lo hace una tercera —se acercó peligrosamente a mis labios, pero no me besó—. ¿Cuánto tiempo crees que tenemos?
—¿Hasta que noten que ambos faltamos y unan piezas? Creo que unos veinte minutos.
Empecé a desabrochar los botones de su camisa, pero me agarró de las manos.
—No tenemos tiempo para eso.
—¿Entonces? ¿Otra vez contra la pared?
—No estaba pensado en eso exactamente...
Me mordió la boca y succionó mis labios. Soltó entonces mis manos y yo las enrosqué en su cuello, mientras que él llevaba las suyas a mis hombros. Presioné sus labios contra los míos con fervor y profundicé el beso, obligándole a abrir la boca para que mi lengua se encontrase con la suya.
Nos vimos envueltos en una batalla de mordiscos y besos que cada vez subían más y más de intensidad. Bajé por su mandíbula dejando pequeños mordisquitos hasta que llegué a su cuello. Había encontrado el punto exacto en el que Steve se volvía loco si besaba y ahí es donde empecé a succionar y lamer, haciendo que gruñese contra mi oído y agarrase mis nalgas con fuerza. Repetí la acción, mordiendo suavemente esa zona y dejando besos húmedos allí donde tocaban mis labios.
—Tus besos me pierden... —murmuró con la voz ronca, haciéndome mojar las bragas.
Recorrí la sensible piel de su cuello de un lado a otro, rasguñando con los dientes la zona donde se le marcaba la nuez. Él echó la cabeza hacia atrás, dándome mejor acceso a su cuello y yo seguí mi camino hasta su oreja, que mordí de forma juguetona. Suspiró sonoramente y rompió mi contacto con su cuello, para volver a atacar mis labios.
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Guerra y pasión || Romanogers
FanfictionLa Guerra Civil rompió a los Vengadores. Cada uno tomó un camino diferente, volviéndose fugitivos a ojos de un país que antes les había vitoreado. Pero todo puede resurgir de las cenizas, incluido el pasado. Natasha nunca pensó que terminaría en l...