Guerra y pasión || Romanogers

Capítulo 14

Anteriormente...

—¿Podemos no volver a pelear nunca? —pidió, sorprendiéndome— Lo odio.

—No puedo prometértelo, pero yo tampoco quiero que vuelva a ocurrir.

Le devolví la sonrisa y él me sorprendió con abrazo. Me rodeó con los brazos y yo dejé las manos sobre su pecho.

—Te he echado de menos, Romanoff.

Yo también, quise decir. Pero preferí disfrutar de su calor, mientras el cielo estrellado brillaba a nuestro alrededor. 

Entré como alma que lleva el diablo a la sala de juntas, donde ya me estaban absolutamente todos esperando.

—¿Qué pasa? —preguntó Tony.

—Que sé dónde está la gema del infinito.

—¿Cómo?

—¿Dónde?

—¿Qué?

—Pero, ¿tú duermes en algún momento?

—No, Sam, no duermo —puse los ojos en blanco, me senté y empecé a teclear cosas en mi Mac para mostrarles en lo que había estado trabajando—. Danvers nos contó que la gema del Poder llevaba años desaparecida y que según sus fuentes estaba aquí, en la Tierra. Pero le parecía raro que nadie la hubiese usado en los más de veinte años que supuestamente lleva en algún punto de este planeta —enlacé mi ordenador a F.R.I.D.A.Y. para poder compartir los datos—. Así que, anoche, sin esperármelo, me topé con la respuesta.

—Oh, no —dijo Clint.

—Oh, sí. El puto KGB tiene la gema —lancé la información a todos los dispositivos de la sala—. Llevo toda la noche trabajando en ello.

Visión se levantó de su asiento y cogió una de las pantallas holográficas.

—Por eso el señor Stark y yo no hemos sido capaces de recrear a los clones de la misma forma que ellos lo han hecho, porque ellos utilizaron la Gema para darles vida.

—Mientras que nosotros hemos creado robots —finalizó el multimillonario.

—¿Eso es malo? —preguntó Steve.

—Sí y no. Ahora podríamos trabajar con lo que sabemos para buscar nuevos mecanismos para desactivarlos.

—¿Pero...? —María cogió otra de las pantallas y empezó a leer la información que yo había recopilado.

—Pero esto significa que puede que hayan magnificado el poder de los clones o incluso que estén conectados a la gema y de alguna forma canalicen la fuerza de esta.

—¿Qué te hizo pensar que ellos tienen la gema? —James se acercó a mí por detrás, apoyándose en los brazos de mi butaca para observar mi ordenador.

—Danvers nos explicó que hace falta una persona con mucha fuerza para poder empuñar la gema y eso me hizo pensar que quien fuera que tuviese la gema no la había utilizado porque carecía de poder para ello —le mostré a James el documento que me había dado la pista—. Entonces caí en la cuenta que lo que el KGB lleva años buscando es una persona como el Capitán América. Por eso te tenían a ti, James, y a todos los demás sujetos que fueron eliminados durante la Guerra Civil. Por eso a las Viuda Negras se les daba también el derivado del suero.

—Buscaban a alguien lo suficientemente fuerte para poder trabajar con la gema —dijo Sharon.

—Exacto. Y como no lo han conseguido, lo máximo que han podido hacer ha sido canalizar el poder de la gema, como hicimos nosotros con Visión —las caras de mis compañeros eran un amplio espectro de emociones, todas ellas relacionadas con la ira.