-Bailando-

183 23 6
                                    

Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo autor.

Advertencia: Pareja homosexual. Headcanons.

Respondiendo al otp challenge~

-Bailando-

Connor adoraba la música, aunque no por ello era precisamente bueno bailándola, eso ya estaba a otro nivel. Era del tipo de persona que nació no con dos pies izquierdos, eso sería ser amable, se comparaba mejor a nacer con un pie cojo de palo seguramente, aunque ello no le impedía el disfrute musical.

Sus gustos eran variados también, podía pasar de estar escuchando las mejores sinfonías de Ludwig Van Beethoven para luego sentirse todo un mapache malo con el fondo del Death Metal de la serie de Aggretsuko.

Sí, su lista de reproducción era una mezcla rara de todo un poco quizás confundía a sus vecinos sobre si era un drogadicto, asesino serial, esposa divorciada o fangirl de chinos guapos; pero ese no es el punto ahora, sino tratar que su evidente discapacidad rítmica junto a la motora no causara una desgracia.

Lo había intentado, sí, pero estaba más que seguro que hasta un delfín con epilepsia lo haría mil veces mejor que él. Cuando fue un niño no le daba gran importancia esto, más que nada porque cuando cursaba la primaria su gran sentido de vergüenza ni se había desarrollado y quienes le rodeaban seguramente eran igual o más ridículos que él en sus propias debilidades.

Oh, pero los años pasaron y con ello el miedo al rechazo o ridículo finalmente llegaron, lo que llevó a ocultar este 'defecto' en lo más recóndito de su mente. Total, se volvió tan asocial que dudaba alguna vez verse involucrado en algo que implicase bailar.

Pero entonces... El estúpido baile escolar hizo aparición en su vida, listo para recordarle que fue mala idea nunca siquiera volver a intentarlo.

Suspiró, creyendo efectivamente que el karma tenía que ver con esto.

Aunque si lo pensaba, con la compañía ideal para al menos no se sentiría tan herido en el orgullo por algo así, podría ser más llevadero.

Y por ello precisamente se encontraba allí, visitando a su comprensivo y dulce novio. No podría existir nadie mejor.

Solo él tendría paciencia con su torpeza innata en esto.

– Te voy a pisar... -Fue lo primero en soltar luego de ver a su acompañante encender la radio, permitiendo a una suave y familiar melodía envolver toda la sala. Aprovechaban estratégicamente que la señora Hansen no estuviese allí para hacer esto, más que nada porque el propio Connor sentiría esto aun más humillante si su adorada suegra lo viese fallar.- Ni siquiera hemos comenzado y ya lo sé muy bien.

Y no, no era pesimista, sino muy realista y sincero sobre su nulo talento motor. Además, se sentiría muy mal si hacía daño a los pies adorables de su bollo.

– Vamos, Connor. No te preocupes por eso. -Evan en verdad estaba esforzándose por aligerar el momento, a su vez que una parte de sí estaba algo emocionado.

Después de todo, era la primera vez que sentía que de verdad podría ser útil a Connor y eso hacía a su estómago brincar de la emoción.

Vamos, no es como si el joven Hansen fuese un bailarín experto o algo así, de hecho con suerte creía estar dentro de lo decente gracias a ciertos jugueteos de bailes que alguna vez de niño hizo con su madre, así que podría decirse que al menos tenía suficiente fe para no pisar a nadie, lo cual ya era mucho más de lo que su novio parecía creer de sí mismo.

El sentimiento al respecto era hasta confuso. Por un lado se sentía feliz de poder al fin ser quien da la mano a Connor y no al revés, era un sentimiento satisfactorio que le ofrecía una señal de progreso.

Pero a su vez, le sabía mal que éste la estuviese pasando tan horrible por esa visible inseguridad en un acto que se supone era para disfrute.

— No te preocupes, Connor. -Sonrió un poco, todo en busca de darle confianza mientras extendía el brazo hacia este.- Solo toma mi mano.

El castaño dudó al inicio, considerando arrepentirse después de todo, pero algo se lo impidió. Ver a Evan ese estado, tan dulce y calmado.

Dios, no podría decir no a esa cara regordeta y llena de buenas intenciones. No era tan insensible.

— ...Que conste que es bajo el propio riesgo de tus pies. -Advirtió, entrelazando una de sus manos a la del rubio, mientras que el lado libre se decidía entre la cintura o el hombro de Evan.

Finalmente descendió a la cintura, provocando un rubor mutuo, pero sin detener lo evidente.

— B-bueno, con todo listo... ¿Vamos?

Él fue el que dio el primer paso necesario ante todo, comenzando sin saber la que sería una de sus tardes más significativas de su relación.

No solo por la musica o el lento y torpe compás que sus pies al fin lograron seguir, sino por esa mutua tranquilidad que lograron corresponder finalmente.

Era un gran paso.

Como personas, como pareja. Como un todo.

Notas finales: Me tienta pensar que esta wea guarda relación con el anterior. Idk (?)

Casual destination [Treebros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora