-Genderbender-

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Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo autor.

Advertencia: Pareja homosexual. Headcanons. Genderbender.

Respondiendo al otp challenge~

-Genderbender-

¿Qué estoy haciendo aquí?

Llevaba preguntándose eso desde que puso su primer paso en aquel centro comercial. Nunca acostumbró el gusto por ir de compras, mucho menos cuando se trataba de ropa.

No tenía ese amor natural a la idea de probarse vestidos o mirarse por horas frente a un espejo. No, eso era algo que estaba destinado a dulces jóvenes con alta estima y belleza singular, cosa que Eva Hansen dudaba tener.

Ah... ¿Por qué se había permitido esto en primer lugar? Oh, sí. Su padre volvería a casarse y necesitaba ir bien vestida para la ocasión.

El acontecimiento como tal la emocionaba, su padre en verdad merecía rehacer su vida y ser feliz, especialmente cuando Paula en verdad se esforzó en demostrar lo dulce y amable que podía ser, pero... Argh, seguía incómoda y atrapada en ese maldito vestidor ¿Se podía ser más patética? Fue una pésima idea el aceptar venir con las demás aquí, pero ya era tarde para arrepentirse.

De verdad necesitaba un vestido para ese día, y en lo que Jessica y Michelle ya se habían adelantado por parte, debía darse prisa o Jade iba a...

- ¡Hey, bellota! ¿Cuánto más planeas hacernos esperar? ¡No tenemos todo el día! ¡Aun falta seguir con los zapatos y maquillaje, tonta!

Sí, eso.

- Ugh, y-ya voy... -Balbuceó hacia la única cortina que la separaba totalmente del mundo exterior, así como también de su impaciente amiga.

Al parecer, probarse aquella cosa tomó más de lo esperado.

Giró de nuevo ante el espejo del probador, preguntándose por milésima vez por qué aceptó venir allí en primer lugar.

Bien pudo solo quedarse con alguna prenda de su armario o comprar algo online, pero no. Allí estaba, atrapada por culpa de un simple vestido y con su autoestima descendiendo a cada segundo.

Bueno... A mal paso darle prisa. Ese pensamiento al menos la motivaba para terminar con ello pronto, así que optó por salir al fin para oír la opinión ajena.

- Bien, ya estoy... -Sin embargo, apenas abandonó el probador y recorrió con su mirada, pudo comprobar que solo su novia la estaba esperando.- ¿Uh? ¿Y-y Jade?

La menor frunció los labios ante la duda, dejando su móvil de lado y suspirando molesta en lo que se ponía de pie antes de responder con cierto deje de enojo.

- Olvídate de ella, fue por un refresco o lencería. -Encogió sus hombros, sin desear ahondar mucho en el tema. Siendo sincera le parecía algo típico de Jade, pero no mentiría, le agradaba tener un momento a solas con Eva. Así gozaba de todo el placer de aquella dulce mirada azul solo para sí, por no mencionar su adorable figura que robó totalmente su aliento.- La verdad no presté atención a lo que dijo y... Wow...

- Entiendo... -Rió un poco, sin estar sorprendida por lo de la de gafas y tratando de enfocarse en la reacción ajena, en lo que sus mejillas se teñían ligeramente. Si bien era cierto que estaba trabajando en su amor propio, no fingiría que la opinión de su novia no le afectaba. De hecho, era la única a quien realmente ansiaba impresionar al menos un poco.- ¿Y-y bien? ¿C-cómo me veo?

La joven Murphy carraspeó algo nerviosa, luchando contra el propio rubor en su rostro y las palabras que parecían enredarse en su lengua.

Dios, solo Eva era capaz de dejarla sin palabras.

- Luces hermosa, cariño. -Y eso era decir poco.- Despampanante, maravillosa... ¡Preciosa! Pero eso ya es algo de cada día ¿Sabes?

- Estás exagerando. -Balbuceó, evitando mirarla de frente ante la cercanía, aunque ello no duró mucho.

Con un gesto delicado, los dedos de la castaña rozaron suavemente su mejilla, animándola a levantar el rostro de nuevo, pero esta vez para encontrarse con aquellas gemas bicolor que la hacían soñar.

¿Existía algo más brillante que éstos? Porque de seguro incluso los astros envidiarían la luz en ellos.

- No lo hago.

- Connie, q-qué...

- Lo siento, solo... Quería ver mejor tu rostro. -Explicó vagamente, aunque sin apartarse. Quería ser clara, para no confundir a su amada.- En verdad, el color de este vestido resalta mucho tus ojos y sonrisa.

- U-uh...

Eva estaba muda.

Su cabeza podría estar ideando más de un millón de alegaciones que negaban tales halagos, pero todas éstas se ahogaban en medio de los latidos acelerados en su pecho.

Ya no pensaba en todo lo malo que le impidió salir del probador minutos atrás; ahora solo... Creía poder sentirse bonita, un logro bastante algo considerando su aberración en medio de las compras.

Así de milagrosa era Connie con sus dulces palabras.

- No sé... Q-qué decir...

- Oh, no necesitas decir nada. Yo solo quería recordarte lo hermosa que eres y cuanto te adoro ¿Está eso mal?

- N-no, para nada. H-hahaha...

Risas relajadas, algún tenue roce cariñoso.

Toda incomodidad parecía ser solo parte de un recuerdo lejano, invitando a la rubia a creer que por primera vez podría disfrutar de una tarde de compras.

Pero claro... Todo lo bueno tiene un final ¿No? Y Connie Murphy lo llegaría a maldecir con creces una vez que cierta voz volvió para resonar desde algunos pasillos a lo lejos.

- ¡Hey, tórtolas! ¡Mínimo métanse en el probador si se van a poner melosas! ¡Con algo de suerte se la pondrán dura a algún guardia de seguridad si llega haber una cámara allí!

- ¡¿Q-qué?!

- ¡Oh, que te jodan, Kleinman!

Oh, genial. Y ahora también podrían sumar a la lista el encargarse de borrar la posible paranoia en Eva luego de las estúpidas palabras de Kleinman.

- Eso ya lo hace tu hermano, gracias.

Recordatorio para mí: Matar a esa imbécil.

Sí.

El mundo sería un mejor lugar sin esa mujer.

Notas finales: Me sentí fashonista aunque no sepa nada de moda (?)

Casual destination [Treebros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora