Capítulo 1

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(Narrador externo)

Quería gritar por cuarta vez en el día. Estel* llevaba una semana en Mandeok-dong, Busán y aún no se hacía a la gran diferencia que tenía con su querida Barcelona. Sin mencionar que todo estaba en un idioma completamente ajeno y que apenas acababa de empezar a estudiar. ¿A quién se le ocurría visitar Corea sin hablar coreano? Cierto, solo a ella.

La posibilidad de llamar a su casera, la cual sabía algo de inglés, pasó por su cabeza, pero ya le había ayudado bastante durante toda la semana y no quería ser un estorbo. Al fin y a cabo ella solo se estaba quedando en la vieja habitación de su hijo, no estaban obligadas a hacer migas, ni era su guía de viaje.

No pudo evitar que, como por decimoquinta vez desde el día en que pisó Corea, las palabras de su madre rebotaran en el eco de su cabeza.

''Ets molt jove per a caminar-te el món sola, menys un país del qual ni si vulgui coneixes l'idioma. Et penediràs Estel, fes-me cas.'' (Traducción:''Eres muy joven para andarte el mundo sola, menos un país del que ni si quiera conoces el idioma. Te vas a arrepentir Estel, hazme caso.'')

¿Pero que hacer cuando te rompen el corazón? Lo peor no es eso, porque el dolor pasa, pero los recuerdos siempre perduran. Tener que continuar tu vida después de perder al amor de tu vida, y seguir en la misma cuidad era una verdadera tragedia. Cada sitio que visites te recordará las veces que los visitaste con esa otra persona, cada sitio guarda un recuerdo; algunos más dulces, otros más amargos, pero recuerdos al fin y al cabo que cuando creas que se han borrado, florecerán del fondo de tu mente. Cuando pases por aquel banco en el que siempre quedabais a las tantas de la madrugada, o la playa que visitabais constantemente los días de verano o la más simple tienda donde comprabais comida basura antes de sentaros a ver una película. Cada sitio guarda un trozo de tu corazón sin que tú lo sepas.

Estel no estaba dispuesta a aguantar eso y como siempre, la única alternativa que pasó por su cabeza fue huir. Huía cuando se enfadaba, cuando estaba triste, cuando su profesor la reñía por sus calificaciones, incluso cuando discutía con su hermano y se daba cuenta de que no llevaba la razón, huía.

Algunos dirían que era una cobarde, pero lo cierto es que se trataba de todo lo contrario. Era su mecanismo de defensa, de defensa para sus seres queridos. Cuando verdaderamente se enfadaba, que pasaba con frecuencia pues su paciencia era casi nula, tendía a soltar por la boca todo lo que se le pasaba por la cabeza; y, aunque tardó mucho en darse cuenta de que esto no le hacía bien, ni a ella ni a los que le rodeaban, intentó cambiarlo, encontrando como única alternativa huir para no herir los sentimientos de aquellos a los que quiere con toda su alma. Esta no iba a hacer la excepción. Así le doliera dejar atrás a su familia y amigos, era lo mejor para ella. Prefería alejarse de todos por un tiempo y curarse, que herirlos en el intento de que ellos la curaran a ella.

(Narra Estel)

Bufé frustrada. ¿Qué línea de metro tenía que coger para llegar a la playa? Alejarme de mi pequeño vecindario definitivamente no había sido buena idea.

Me siento en uno de los bancos que quedan libres mientras intento descifrar el mapa de líneas del metro. Bufo una vez más, cansada, desquiciada y empezando a ponerme de muy mala leche antes de sentir unos ojos sobre mi.
-¿Necesitas ayuda?-dice con un inglés que poco deja que desear. Suspiro aliviada. Si me llegasen a hablar en coreano, poco habría entendido. Aunque hubiese practicado algo con la vecina del restaurante coreano al que siempre asistía.
Lo observo con detenimiento temiendo si fiarme o no, pero bueno, ¿qué podía salir mal por pedir un par de indicaciones a un extraño? Además, su carita angelical y ojos casi inexistentes por la sonrisa que ilumina su cara me había proporcionado la confianza suficiente.
-Mmmh, sí-sonreí con algo de vergüenza-.¿Qué línea me conecta con la playa? Ando un poco perdida-vuelvo a sonreír esta vez más confiada mientras le muestro el pequeño mapa-.
-La línea tres o también la azul. Pero en tu caso la tres, que es la que pasa por este andén. Yo también voy para allá ya que vivo cerca-me sonríe haciendo que sus ojos vuelvan a convertirse en dos líneas casi invisibles-.

-Por cierto, me llamó Jimin, Park Jimin-extiende su mano y la recibo gustosa. Sabía que no debía fiarme de cualquiera y menos si se trataba de un chico, pero no pude evitar caer rendida ante esa sonrisilla angelical.
-Eso es genial, Jimin, así me aseguro de no perderme-suelto una pequeña risa-encantada. Soy Estel.
-¿Estel? Que nombre tan bonito y peculiar, nunca lo había escuchado. ¿De dónde eres? Si no es mucha molestia decirme-se rasca el cuello por lo que logro ver, algo avergonzado.
Sonrío.
-De España, Barcelona concretamente.
Sus ojos, se abren más de lo que he visto en estos 2 minutos que llevamos hablando, lo cual me parece adorable.
-¡Me encanta España! Pero está tan lejos... ¿Cómo has acabado aquí? Es decir... Debe de ser tan distinto a tu país, ¿que te llama la atención de Corea?
Sonrío dándome cuenta de que Jimin, no tenía maldad ninguna. Parecía un niño en un cuerpo de adulto: tan curioso y entusiasmado y con esa sonrisa que parecía no querer abandonar su rostro. Un ángel en la Tierra, estaba segura.
-Lo cierto es que fue una decisión un tanto precipitada. No conozco el idioma, vivo en una habitación de alquiler junto a una señora y su marido y encima estoy a miles de kilómetros de casa... Pero siempre quise visitar algún país de Asia así que... Aquí estoy.
Asiente ante mis palabras, atento y casi sin pestañear.
-Además-añado-debajo de mi casa en Barcelona había un restaurante coreano. Cuando no tenía ganas de cocinar bajaba y comía allí, así que mi adoración por vuestra comida también tiene bastante que ver.

Suelta una risilla que me parece adorable.
-Eso es genial. Si quieres mmmh, si no te incómoda o parece precipitado, yo... Podría enseñarte coreano.
Me parece adorable la forma en la titubea, no queriendo hacerme sentir incómoda.
Le lanzo una sonrisa, asintiendo con ganas.
-Me encanta la idea Jimin. Aunque voy a clases de coreano... Algo me dice que aprenderé más contigo-sonrío una vez más-a cambio, si quieres puedo cocinarte platos típicos.
-¡Si,si!-exclama casi sin darse ni cuenta-me encanta la gastronomía española, pero solo he probado las gambas al ajillo. Que por cierto, me encantan-hace que se limpia una baba imaginaria y reímos a la vez.
-Ahí viene el tren, vamos. Tenemos muchas cosas de las que hablar. No podemos empezar esta amistad siendo completos desconocidos.
Sonrío, una vez más, no se cuantas llevo ya, pero con Jimin me daba la impresión de que sería algo que haría muy a menudo y, si mal no recordaba, era la única buena noticia que había recibido desde que había pisado Corea.

Los dos primeros días fueron una mierda, aún no estaba ni estoy acostumbrada al jet lag, pero eso poco me importaba. Al parecer mi ex había tenido la decencia de preocuparse por mi tras saber que había dejado el país. Que curioso e irónico.

Las llamadas que no dejaban de entrar en mi teléfono interrumpiendo el sueño que tanto me había costado coger solo empeoraron mi humor hasta tal punto que al día siguiente me compré una tarjeta con un número coreano y corté en pedacitos la anterior. No sabía de cuanto tiempo sería mi estadía en Corea como para haberme desecho de mi número español, pero ya me preocuparía por eso cuando volviera a mi querida Españita.

Si a eso le sumamos que me había perdido el cuarto día en busca de la escuela de idiomas y que había vuelto a las tantas de la noche porque tampoco recordaba la línea de metro, pues daba un total de mierda. Claro estaba que mis primeros días en Corea no estaban siendo para nada fáciles y aunque a penas lo conocía, ya podía sentir que agradecería mucho la aparición de Jimin en mi vida.

n/a: HOLAAAA aquí un nuevo proyecto. Es la primera fic que subo a mi perfil, y también la primera que escribo con algún integrante de bts( online, en físico tengo 3 más que quizás me anime a subir en algún punto de mi vida) así que estoy bastante emocionada.

ACLARO

CULTURA TIMEEEE

La parte que está en otro idioma, es catalán. Para la gente que no sabe, el catalán es una lengua que se habla en Cataluña, una de las comunidades autónomas de España, donde se encuentra Barcelona. He de mencionar que ni soy catalana ni hablo catalán a la perfección, pero es una lengua que me encanta desde hace muchos años así como la ciudad de Barcelona, y en esta fic  he querido plasmar mi amor hacia su lengua aunque sea por medio del traductor. Si alguna futura lectora es catalana, lo siento si existe alguna errata :((  Also, el nombre de la prota se supone que también es catalán, o al menos, está traducido al idioma según me salía en una página, lo siento si eso también esta mal :((((((((((((((

Espero que disfrutéis la lectura y os vaya gustando, si es así agradecería que la recomendárais entre vuestrxs amigxs armys.

Abrazos around da worlddddddddddd

-C


Abroad-Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora