(Narrador externo)
Cuando Estel se hubo tranquilizado, aún arropada por los brazos de Jungkook, este la arropó como un burrito.
-Espera así sentada, voy a traerte algo de la cena que ha preparado mamá, ¿sí?
La chica asiente, agradecida, y se golpea mentalmente por haberse comportado tan mal el primer día. La madre de Jungkook tenía razón y es que este, tenía un corazón que no le cabía en el pecho.
No muchos minutos pasaron cuando Jungkook apareció por la puerta con una bandeja en mano, repleta de platos y alguna escudilla para la sopa.
-Uff, esto estuvo cerca-habló después de casi perder el equilibrio de la bandeja, colocándola por fin sobre la cama-.
-Comeré aquí contigo-sonrió con su forma tan característica, arrugando su naricita y enseñando sus paletitas.
La chica le sonríe de vuelta, enternecida, como siempre, por la sonrisa del menor. Tendría que ser ilegal tener una sonrisa tan bonita y adorable. Pensó.
-Ten-Jungkook había cogido una cuchara llenándola de arroz frito con kimchi, un plato demasiado fácil de hacer, pero demasiado apetitoso y uno de los favoritos de Estel.
-Avísame si no te gusta, yo me lo comeré-y sin previo aviso, lleva la cuchara a la boca de Estel, dándole de comer como si fuera su propia hija.
La chica levanta el pulgar, en señal de que le había gustado.
-Tu madre siempre me dejaba una porción para mi. Sabe que es uno de mis platos favoritos así que lo he probado demasiadas veces ya.
Jungkook abre sus ojitos, sorprendido.
-Bien entonces, ¡que aproveche!
La siguiente media hora pasó casi silenciosa, ya que los dos comían como desesperados, disfrutando demasiado de la comida.
(...)
Estel se tiró hacia atrás en la cama, demasiado somnolienta como para tan siquiera pensar en algo. En su cabeza solo se reproducía lo pasado hacía algunas horas con Jungkook. Ni aunque le hubieran pagado se habría imaginado que estaría con aquel chico tan insoportable del primer día, llorando a moco tendido mientras este la consolaba entre sus brazos. Sonaba a película, pero había pasado en la vida real y Estel no podía mentirse a si misma: se sintió demasiado bien entre sus brazos. La forma en la agarró su cara entre sus manos y secó sus lágrimas, como acariciaba su espalda en mitad del abrazo o como incluso besó su cabello varias veces mientras la meneaba de un lado hacia el otro, como si estuviesen bailando pegados, o como si fuese un bebé al que intentaba dormir mientras le cantaba una nana. Había sido un momento demasiado íntimo que habían compartido sin tan siquiera darse ni cuenta. Y ahora se sentía estúpida e indefensa, sobre todo, expuesta, expuesta a Jungkook, expuesta a una persona de la que a penas sabía nada, sin embargo, no le había costado nada abrirse a él cuando le dio su hombro para llorar sin tan siquiera dudarlo un segundo, y se quería pegar por eso.
-¿Estás mejor?-la voz de Jungkook suena, interrumpiendo sus pensamientos.
-Sí, tranquilo. Supongo que te haré caso y mañana hablaré con mi madre. Tengo que empezar a valorar más sus actos... al fin y al cabo, gracias a ella estoy donde estoy.
-Bueno, discrepo un poco en eso. Si cierto, tu madre te llevo en su tripa durante nueve meses y te cuidó gran mayoría de tus años, y sigue haciéndolo, aunque en menor densidad. A lo que voy es que, si estás aquí es por ti, porque no te rendiste por el camino, porque las decisiones que has tomado a lo largo de los años te han llevado de una forma u otra hasta aquí, hasta la persona que eres hoy. Tus gustos, aficiones, incluso el champú que usas, por muy tonto que suena, te han convertido en lo que eres hoy, y es gran parte gracias a ti, así que siéntete orgullosa de ti misma también.
La mayor se queda pensativa con las palabras que el chico acaba de soltar, como si las tuviese ensayadas desde hace años esperando para soltarlas en el momento correcto. Y había dado en el clavo.
-Gracias-Estel sonríe sin saber muy bien que decir-.Y no solo por lo de ahora, gracias por cuidar de mi la noche de la fiesta, por cuidar de mi, o intentarlo, porque no te dejé mucho, el día que me puse enferma y gracias por abrazarme antes sin que tuviese tan siquiera que pedírtelo y escuchar lo que tenía que decir sin juzgarme ni un segundo, Jungkook. De verdad, te parecerá un tontería y nada del otro mundo, pero me pareció un gesto muy bonito por tu parte.
El pelinegro sonríe sintiéndose orgulloso de si mismo y sus actos. Enseña una vez más sus paletas y hace pensar a Estel, una vez más, lo bonita que esta se veía, por lo que, como ocurrió en el coche, sin poder parar su impulso, la joven habla.
-Tienes una sonrisa verdaderamente bonita, Kookie.
El chico no puede evitar ponerse rojo, por lo que coge una almohada para taparse la cara.
Estel ríe, no esperando para nada esa reacción por su parte. Jungkook parecía todo un fuckboy en el exterior, ¿quién diría que un simple cumplido lo podría hacer sonrojar de esa forma?
-Creo que es hora de dormir-pronuncia el menor después de destaparse la cara-.
La chica asiente, aún con una sonrisa en sus labios, y sin pensarlo mucho se lanza a los brazos del menor, a quien pilla de sorpresa.
-¿Duermes conmigo, no?
Jungkook no puede ocultar su asombro. ¿Dormirían juntos?
-¿En- en serio?
No pudo evitar el tartamudeo que se le escapó, sintiéndose avergonzado de ello y más cuando vio como Estel soltaba una pequeña risilla por lo bajo, no queriendo incomodarlo.
La mayor subió los hombros, en señal de que no había un problema con ella, al fin y al cabo, por algo lo había ofertado.
-Si no quieres no, por mi no hay problema. Más cama para mi-le giñó un ojo-pero digo...ya que nos estamos haciendo amigos, me has visto llorar como un bebé y me has consolado... es lo mínimo que te mereces.
Jungkook sonríe, siguiendo el juego.
-Me quedaré solo para que no tengas tanto espacio para ti sola-sacó su lengua cual niño pequeño después de hacer alguna travesura-.
-Eres un grano en el culo-contraatacó la mayor, obviamente aún de broma.
-Así me quieres.
-Ya quisieras, Jeon, ya quisieras.
Ambos ríen después de dar por finalizada la falsa discusión y se disponen a meterse bajo las mantas tras haberse asegurado de que las ventanas estaban bien cerradas, no dejando pasar ni una mísera brisa.
Y a pesar del enorme tamaño de la cama, pues era matrimonial, ambos durmieron más que pegados esa noche.
n/a: Sorpresa! maratón jaja
A disfrutarrrrrrrr
Abrazos around da worlddddddddddddddddddd
C
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Abroad-Jeon Jungkook
FanfictionDonde la madre de Jungkook alquila la vieja habitación de su hijo a una estudiante extranjera, sin saber qué su hijo volvería a casa antes de tiempo.