Temo fue rechazado por Ari, el amor de su toda existencia. Todo no marchaba bien en su vida hasta que un extraño suceso de la noche de septiembre lo cambió por completo.
Ahora que tiene la presencia de 2 Aris ¿Qué hará Cuauhtémoc López? ¿Dejará pas...
el pequeño Ari se encontraba en su habitación durmiendo profundamente hasta que un estruendo lo hizo despertar. Con su cabello revuelto se levantó de su cama y abrió su puerta para ver qué era lo que había pasado.
Al momento de abrirla pasa directamente al laboratorio. Ahí estaba. El amor de su vida tosiendo humo. El pequeño solo rió y se acercó a su querido Temo.
-¿ahora qué se te fundió? ¿La cabeza?
-Buenos días para ti también, Arisnito.- respondió el castaño a su vez limpiándose del polvo.
-¡Buenos días! ¿Qué vamos hacer hoy?
El castaño cargó a su Arisito mientras que el otro reía. Ambos sonreían y reían iluminando el laboratorio. El castaño bajó a su novio y corrió para la otra puerta del habitación. Ari no entendía el porqué pero le siguió la corriente.
Cuando abrió la puerta no había absolutamente nada. Solamente la fría oscuridad. La puerta cerró de la nada dejando al pobre chico ciego por la oscuridad. Empezó a gritar el nombre de su amado y no tuvo respuesta del otro más que el eco del mismo.
Luego una luz resplandeciente se asomó en frente de él y empezó a correr para alcanzarla y le era imposible porque cada vez que corría la luz se iba alejando. Quería gritar y llorar porque la luz estaba jugando con él. Cerró sus bonitos ojos y gritó mientras corría más rápido y cuando menos se lo esperaba, unas manos sostuvieron su pequeño y frágil cuerpo. Levantó su vista para poder apreciar esos ojos color miel y esa maldita y blanca sonrisa. Temo parecía como si de un ángel se tratase. El menor se aferró a su cuerpo mientras que el otro acariciaba su espalda.
-No quiero que te vuelvas alejar de mi.- dijo el pequeño y no tuvo respuesta del otro. Poco a poco su Temo se fue desvaneciendo hasta dejarlo solo con la luz blanca. Esta luz empezó a extenderse hasta iluminar toda la habitación. Luego, una voz angelical llamaba al pequeño Ari. Miro a su alrededor para ver de donde provenía esa voz hasta que sus ojos abrieron y miraron al joven López llamándolo para que despertara
-Ari, despierta. Papancho no tardará en llegar.
-¡Temo!.- fue lo único que pudo articular el Mini Ari mientras abrazaba castaño. El otro quedó atónito por lo que acaba de pasar. Poco a poco fue correspondiendo el abrazo, dedujo que Ari tuvo un mal sueño o algo parecido.
-Tranquiló.- respondió.- todo está bien.
Poco a poco Ari se fue despegando del abrazo, no tanto para poder apreciar los ojos de Temo. Ambos quedaron congelados por el momento. Mini Ari sonrió y Temo abrió su boca para decir algo hasta que las risas de las calcomanías interrumpieron el momento.
-Necesito que vayas a la habitación, ahora. ¿Donde está Diego?
-Aquí.- dijo cerrando el refrigerador sacando un pedazo de hotdog que había sobrado la noche anterior.
————————— El reloj marcaban las 10:30 y Temo tenía que dormir porque mañana había clases. Diego se acostó con el colchón en el suelo y el Mini Ari se acostó en la cama de Temo con una sonrisa.
-¿qué haces?.- preguntó Temo al ver al chico en su cama.
-A punto de ir a dormir.
-Si, pero esa es mi cama y ya te había tendido allá.- señala un colchón con almohada a lado de la de Diego.
-Pero yo quiero dormir contigo.- hizo un puchero.- ándale, déjame dormir contigo.
Temo no sabía que hacer. Su amigo Diego ya estaba roncando, no le quedó otra alternativa más que dejarlo dormir con él.- Esta bien, pero solo por esta noche.
Ari celebró su victoria acomodándose más a la cama. El castaño se acomoda al lado del pequeño y apaga la lámpara.
-Que sueñes con los angelitos.- se burló
-Claro que soñaré contigo. Siempre lo hago. Sabes, tengo la teoría de que cuando una persona muere se convierte en un ángel guardián.
Y así, Ari se dispone a cerrar sus ojos para dormir y soñar con su ángel guardián.
—————— Qué onda raza? Aquí les traigo nuevo cap y también posible nuevo spoiler :')
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