Perdón

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En la habitación de Benji y Oliver tampoco estaba el sillón, y tendrían que arreglar sus diferencias para poder dormir cómodamente.
-Benji... no está el sillón...-
-Puedo darme cuenta, Oliver.-
-Hmmm... entonces... ¿no importa si dormimos juntos?...-
-Pues creo que no.-
-¡B-Bien!-
Los dos se pusieron sus pijamas y se acostaron, apagando las luces.
~¿Seguirá enojado?... bueno, por lo menos me ha dirigido la palabra...~ pensaba Oliver.
-Buenas noches, Atom.-
-¡Ah!... b-buenas noches, Benji.-
El portero estaba pensativo, no podía cerrar los ojos y dormir: ~Tal vez... debería escuchar lo que Oliver tiene que decir acerca de esa noche... fui grosero y no permití que pudiera hablar apropiadamente del tema... creo que no fue su culpa, además esa noche también estaban Andy, Armand y Tom, hablaré con ellos...~
La noche transcurrió y llegó la mañana, todos se dirigieron al comedor. Benji se sentó junto a Tom, tenía dudas y las iba a despejar. Cerca de ellos estaban Andy y Armand también, sería la oportunidad perfecta para aclarar ese asunto de una vez por todas.
-Muchachos- Habló el portero -creo que tenemos que aclarar cierto asunto.-
-¿De qué hablas, Price?- dijo Armand.
-Es que... quiero saber, ¿cómo es que llegué a la habitación de Steve?... me refiero a aquella noche que salimos a beber...-
Richard estaba cerca de la conversación y podía escuchar con claridad.
-Pues, entre Oliver, Andy, Armand y yo los llevamos, ya que no econtramos las llaves de tu habitación.- le contestó Tom.
-No... bueno... eso ya lo sé... a lo que quiero llegar es... ¿por qué estábamos de esa manera?.-
-¿Qué dices?.- Tom prosiguió.
Richard estaba muy atento a su plática, también quería saber sobre ese asunto.
-Miren, yo pude ver que en la habitación de Steve había un sillón, ¿por qué no me dejaron ahí?, era más fácil para mi, incluso si no hubiera estado ese sillón, preferiría que me dejaran en el suelo.-
Armand, quien estaba bebiendo, de pronto comenzó a ahogarse.
-¿Estás bien?- preguntó Andy.
-S-sí...-
-¿Pero qué dices, Benji?- dijo Tom -si nosotros te dejamos en el sillón...-
-¿Qué...?...-
-Vamos, Price... eso ya pasó... tal vez te moviste mientras dormías...- prosiguiò Armand.
-Basta Armand, fue divertido, pero ya no le mientas.- continuó Andy.
-¿De qué hablan?- preguntó Tom.
-Bien... no creímos que la broma llegaría tan lejos... Oliver y Tom salieron de la habitación, pero Armand y yo no lo hicimos, y los pusimos en esa posición embarazosa.-
-Pensamos que tal vez se moverían mientras dormían, pero al parecer el alcohol si los afectó.- Armand lucía un poco apenado.
-Oliver nos contó que estabas molesto con él y no sabía el porqué, pero no era nuestra intención que pelearan, solo fue una imprudente broma.- Andy continuó.
Soltando un gran suspiro -¿Quieren decir que... ustedes fueron los de la bromita?, ¿nos pusieron a mi y a Steve de esa forma?-
~Entonces todo fue un malentendido... qué alivio...~ pensó Richard... ~Yo hice todo un escándalo... si hubiera tan solo escuchado a Ralph aquel día, nada de esto hubiera pasado.~
-Discúlpanos, por favor.- dijo Andy.
-Como sea, tontos.-
El partido de Francia contra Alemania estaba por comenzar, todos estaban tan emocionados por ver el encuentro entre tan buenos jugadores. Se encontraban en asientos especiales para ver el partido. Benji estaba ansioso, quería hablar con Oliver y disculparse.
El partido terminó con un cerrado 1-0 favor Alemania. Todos se fueron a sus respectivos hoteles, y el equipo nipón se fue a la mansión.
Fueron a arreglarse, para los que querían pasear de nuevo, y los que querían entrenar un poco. Realmente no le daban mucha importancia a los entrenamientos ya que habían trabajado muy duro semanas posteriores al viaje.
Oliver se fue a su habitación, pues quería entrenar, él nunca se cansaba. Benji lo siguió, quería arreglar las cosas con su mejor amigo.
-Oliver...-
-Benji, ¿qué pasa?-
-Hmm... quiero disculparme.-
-¿Disculparte?-
-Sí... yo fui grosero cuando trataste de explicarme el asunto de la habitación de Steve y todo eso...-
-¿Qué dices?-
-Yo... a lo que quiero llegar es... que hable con los muchachos... Andy y Armand nos jugaron una broma... y yo me desquité contigo...-
-Ya veo...-
-Además de que tomé una mala actitud solo contigo... es solo que, eres mi mejor amigo y no creí que fueras capaz de hacer algo como eso... por eso me molesté.-
-Benji... está bien amigo, todo está bien... ¡Vamos a la cancha y arreglemos todo esto con fútbol!-
-¡Vamos!-
Todos se ocuparon en sus asuntos, algunos fueron a pasear, otros estaban comiendo en la mansión, también había quienes jugaban en la cancha. Pero Steve Hyuga estaba en su habitación, no paraba de pensar en la noche anterior. Todo lo que había sucedido era impactante, tanto haber visto llorar a su amigo quien hace tiempo no veía, como que lo tumbara en la cama, cual telenovela pasional. Pero lo que lo tenía más agitado era ese beso, ese beso que hizo que no pudiera pegar los ojos toda la noche, incluso dudaba de la realidad, "sería un sueño... o Richard de verdad me besó", se repetía una y otra vez en su mente. Richard, por su parte, estaba en el jardín de la mansión. Se había quedado impresionado con tanta belleza natural que quiso verlo una vez más. El también estaba pensativo, pensaba en lo que había escuchado esa mañana. Se sentía como un verdadero tonto. Todo el enredo en que se metió, el querer evitar a Steve, que Ralph se enterara de su depresión, que además le preguntase sobre sus sentimientos por Steve; para finalizar todo el drama, haber dicho que odiaba a Steve Hyuga, y para colmo, que Steve apareciera en ese preciso momento.
-De verdad soy un estúpido.-
-¿Por qué dices eso?-
-¡S-señ...! Caroline... me has asustado.-
-Oh, discúlpame.-
-N-no te preocupes.-
-¿Por qué te llamas de esa manera?-
-Ah... bueno yo...-
-¡No no!, lo siento, no quería ser entrometida.-
-Ah, no, no lo eres... es que yo... estaba pensando en cosas... y en algunos errores que cometí... y solo salió de mi...-
-Oh, entiendo...- Caroline suspira -Ehem... ¿puedo contarte algo?-
-¿A mi?, ¡s-sí!-
-Bien... gracias...-
-Y... ¿qué es?.-
-Oh sí... bueno, es complicado... no nos conocemos tan bien, pero tengo la impresión de que eres alguien en quien puedo confiar.-
-Ah... gracias...-
-Yo... desde hace bastante tiempo he estado enamorada de alguien... siempre fantaseo con ser su novia... y ese tipo de cosas tontas, pero... siento que mi amor es imposible...-
Richard podía sentirse identificado con Caroline, sentía lo mismo, que su amor por Steve iba a ser imposible de corresponder :-¿Por qué dices eso?-
-Bueno, él es mi tutor, es más grande que yo, además somos muy amigos, y siento que si confieso mi amor por él, me rechazará, y todo lo que construímos como amigos se irá... ¿me entiendes?-
-Sí...-
-Pero ayer... él me ha invitado al cine...-
-¿De verdad?-
-Sí... pero estoy muy nerviosa, no es precisamente una cita...-
-¿Y qué harás?-
-Bueno... yo quiero ir... pero no estoy segura, estoy nerviosa y pienso que lo mejor sería no asistir-
-¡No!, es tu oportunidad de pasar tiempo con él, no la desaproveches
-¿Eh...?-
-Si tú de verdad lo quieres, no te rindas por los nervios, tal vez también le gustes.-
-¿Tú... crees?-
-¡Sí!-
-¡Bien!, ¡muchas gracias!-
-No es nada... por cierto... es el joven Jan Castelli de quien estás enamorada, ¿no es así?-
-Qué observador... sí... estoy tan enamorada de Jan.-
-Oh... así que era cierto...- Richard mira su reloj -disculpa... ya es un poco tarde, me iré a dormir, el partido estuvo muy entretenido.-
-¡Sí!, pasó el tiempo muy rápido.-
-Bien... Caroline... descansa.-
-Igual tú.-
Richard se fue a su habitación, el partido había terminado tarde, por lo que estaba cansado.
-Así que... estás enamorada de mi.-
-Jan... qué oportuno eres, amigo.-
-¿Qué fue todo eso?, me refiero a: "eres alguien de confianza".-
-Pues ese portero lo es.-
-Sí ajá, no sé qué ganas inventándote historias como esa.-
-¿Inventar?, ¿yo?, pero si estoy muy enamorada de ti.- Caroline habla un tanto sarcástica.
-Escucha mocosa, no sé qué es lo que pretendes con todo esto, pero espero que no incomodes a los jovencitos estos.-
-Castelli... no haré nada malo, lo juro.-
-¿Podrías, por lo menos, explicármelo?-
-Bien, bien.
-¿Entonces?-
-Es que yo siento... algo muy raro entre el portero y su amigo.-
-¿Te refieres a Steve Hyuga?-
-Sí.-
-¿De qué hablas?-
-Ayer que me encontré con Tex Tex estaba llorando.-
-¿Llorando?-
-Sí. Yo estaba en mi habitación, y justo debajo de esta, está la de ellos. No logré escuchar nada claro, solo que gritaban. Entonces un portazo casi me saca el alma. Y cuando le pregunté me dijo que a veces tenían diferencias entre ellos.-
-Bueno, tal vez solo pelearon.-
-No, le he preguntado a varios de los muchachos y dicen que llevan un tiempo de esa manera. Primero, Steve Hyuga estaba desconcentrado en los partidos, después Richard se ausenta por una enfermedad. Y finalmente cuando el portero regresa las cosas se volvieron más tensas.-
-¡¿De dónde sacaste toda esa información?!-
-Te digo que los japoneses me lo contaron.-
-Eres muy chismosa.-
-Que no, yo también siento las cosas tensas, hay algo malo entre ellos dos.-
-Lo único malo aquí, es tu cabeza.-
-¡Hey!-
-Debes dejar de hacerte una película de esto, solo son problemas de hombres. Somos demasiado orgullosos para pedir perdón y es por eso que han llevado esto demasiado lejos.-
-¡Cree lo que quieras!- Caroline se va del lugar echando humo.
Caroline no estaba tan equivocada después de todo. Muchos de los jugadores desde hace tiempo que sentían una vibra extraña cerca de Steve y Richard, pero más que una pelea de amigos, parece que el problema es mucho más grande.
Richard llegó a su habitación, estaba muy cansado, pero no sabía porqué, lo que quería era llegar a la cama y dormir profundamente. Eso quería pero, no tenía en cuenta que Steve estaría ahí. Richard entró a la habitación y encontró a su amigo.
-A...a...h...- El portero se puso nervioso, pensaba en saludarlo, pero recordó que Steve no quería hablar con él, ya que la noche anterior lo había ignorado por completo. Por lo que, al cruzarse sus miradas, Richard la desviò rápidamente y se dispuso a buscar su pijama.
Steve sabía que Richard había evitado una plática, se sentía culpable, había sido muy grosero con él, cuando este se había ofrecido a ayudarle con su espalda. El ambiente se estaba volviendo muy tenso, un terrible silencio inundaba aquella habitación. Todo esto los tenía hartos, querían solucionar esta pequeña disputa que hace tiempo tenían, ya no importaba nada, solo poder recuperar su amistad, el estar uno al lado de otro, apoyándose, y aunque sentían imposible cruzar la línea de "amigos", por lo menos siendo solo amigos estarían juntos:
-Escucha Richard, yo...-
Richard no dijo ninguna palabra, él continuaba buscando entre su equipaje algunas cosas.
-Si no quieres hablar... está bien... solo escucha lo que tengo que decir, ¿sí?- Lanzando un gran suspiro -Ayer... fui un poco malo... no, muy malo de hecho... y no solo ayer, aquella vez de los baños, tampoco tuve una buena actitud... incluso tú querías ayudarme con el dolor en mi espalda y yo solo te ignoré y lastimé... por eso yo quiero que me perd-
-¡No!, ¡No, Steve!, no eres tú quien debe disculparse... soy yo... todo esto ha sido mi culpa... desde que te escondì la razón de mi ausencia, o... el asunto con Ralph, yo quiero disculparme contigo.-
-Pero Richard, no es tu culpa, si tú no querías hablar sobre tu depresión yo entiendo... no es fácil, y lo de Ralph... dejémoslo por la paz, ¿está bien?-
-Pero yo quería decirte sobre la depresión, ibas a ser tú quien fuera el único que supiera... pero pasaron muchas cosas y Ralph se enteró... ya conoces lo que sucediò después. ¡Y y-yo no te odio!, ¡N-no podría!-
Steve suelta una risita nerviosa, que pone mucho más nervioso a Richard:
-¿Q-qué?, ¿ahora qué te pasa?- Tex Tex incluso estaba temblando.
-No pasa nada- Steve le estaba sonriendo de nuevo, había pasado tanto tiempo desde que su amigo le dedicaba esa sonrisa.
-¡D-diablos, Steve!- Richard le dio la espalda, no podía mirarlo por más tiempo, y ya tampoco negar más sus sentimientos por Steve.
-¿Amigos?- Steve extendió su mano, en símbolo de paz, quería que Richard la estrechara.. aunque pareciera que Steve estaba decidido, en su mirada había... tristeza.-Vamos, ¿me dejarás con la mano extendida?-
-...¿Eh...?... no, yo...- Richard miraba la mano de Steve. ~"Amigos"... sí... esa es la línea límite, la línea que no debo cruzar, la línea que Steve ha marcado... ¿debo solo rendirme?... pero, ahora no voy a pensar en eso, él está justo frente a mi y quiere arreglar las cosas... y si siendo solo amigos puedo permanecer por siempre a su lado, no me queda de otra más que conformarme.~
El portero lanza un gran suspiro -Amigos- y estrecha por fin su mano.
-Bueno... ya que estamos aquí, esta vez dejaré que me pongas pomada- hablando un tanto burlón.
-Ah...- rie un poco -Bien, Steve.-
Steve Hyuga se quitó la camisa que traía lo que provocó en Richard un sonrojo.
-...¿D-dónde te duele?- desviaba la mirada
-Oh- le da la espalda a Richard -Justo aquí- Steve puso sus manos en la espalda baja, en donde están las caderas.
-A-ah, bien...- puso el ungüento en sus manos -Aquí voy.- Era muy notorio el nerviosismo de Tex Tex. Puso sus manos en el lugar donde Steve le señaló, y este sintió el temblor en el portero.
-¿Estás bien?-
-¡¿Q-qué?!, ¡S-sí!- Richard sobaba la espalda de Steve, hacía movimientos circulares, pasaba por su columna y se detenía antes de llegar a los glúteos.
Steve se empezaba a poner nervioso, recordaba aquella vez que se bañaron juntos, recordaba el cuerpo del portero, y como deseó en ese momento tocarlo. ¿Cómo terminaron las cosas de esa manera?, podía sentir las grandes manos de Richard, cómo pasaban por su espalda, y aún más, por el efecto de la pomada, sentirlas calientes: ~¡N-no!, ¡No, no, no!, p-piensa en otras cosas... el fútbol... sí... Richard en la portería se veía tan atract- ¡NOO!, Em... c-cuando trabajaba duro en la secundaria, recuerdo que las cajas eran pesadas... mi espalda dolía con frecuencia, y Richard... ¡También sobaba mi espalda!, pero en ese momento... ¿estaba así de nervioso?, ¿desde cuándo... me siento de esta manera...?... ¡Ah!... ¿por qué Richard está temblando tanto?, ¿estará enfermo?, sí, no creo que esté nervioso... y más importante aún... ayer que Richard me arrojó a la cama pensé... que... haría algo extraño... y entonces él... me besó pensando que estaba dormido, ¿por... qué?~
Richard miró a Steve y podía observar que estaba muy pensativo. Él seguía muy nervioso, realmente trataba de no mirar tanto y, como Steve, pensar en otras cosas. -Creo que... ya es suficiente,       ¿c-cómo te sientes?-
-E-eh, sí... me siento mucho mejor. Gracias, Richard.-
-Ah... no fue nada, Steve.-
-Vamos a dormir.-
-Sí...-
Ambos pusieron sus pijamas y se acostaron, apagaron las luces:
-Buenas noches, Steve.-
-Buenas noches, Richard.-
Steve no podía conciliar el sueño. Estaba de espaldas hacia Richard y no paraba de pensar en él.
~Estoy... feliz, Richard y yo volvimos a ser lo de antes... amigos... pero, aunque yo te propuse de nuevo mi amistad, obviamente no es lo que quiero, quiero tantas cosas, quiero todo de ti, quiero ver esas fasetas que solo las chicas pueden ver de ti, quiero que pienses solo en mi, quiero ser yo quien te quite el sueño, quiero... besarte~ Steve volteó su cuerpo hacia Richard, estaban frente a frente: ~Qué lindo es cuando duerme~ miró sus labios, tenía tantas ganas de besarlo, acarició su cabello y se acercó mucho a su rostro, estaban a solo unos centímetros, podía sentir su respiración. Sus labios estaban por rozarse, Steve pasó su dedo por el labio inferior lentamente. Quería mirar también esas largas pestañas, por lo que dirigió sus ojos hacia los del portero y estaba... despierto. Sus ojos estaban muy abiertos, estaba sorprendido.
Steve se levantó de golpe: -¡¡A-a-ah!!,     ¡¡R-Richard!! ¡N-no es lo que piensas!... ¡Yo...!-
-Shhh, cálmate Steve.- susurraba el portero.-
-P-perdón...- susurrò también
-No, es que... la señorita Meyer nos escuchó ayer y... no queremos que se alarme.-
-¿A...a-ah...?... sí.-
-¿N-no podías dormir?-
-¿Eh...?, ¡N...! No no es eso... e-es que..     y-yo ya estaba por domir, ¡sí!, solo que... me acomodé ha-hacia tu lado y... n-no creí que estuvieras tan cer... tan cerca y moví mi mano... por... por eso e-estaba en esa posición t-tan rara...-
Era obvio que Steve estaba muy nervioso, por lo que Richard también empezó a sentirse inquieto.
-No te preocupes, no tienes que explicar nada, vamos a dormir, ¿sí?-
-Sí...-
Los dos se acostaron de nuevo:
~¿Qué rayos estoy haciendo?~ pensó Steve.
~É-él... ¿i-iba a besarme?, no... no lo creo..  ¿o sí?, ¿de verdad tocó mis labios?... estaba tan cerca... creí que lo haría... Si yo hubiera esperado... ¡¿él... él me hubiera besado?!~

¿Qué nos está pasando? 《Captain Tsubasa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora