-Creo que era imposible negarlo ya...
Después de ese repentino momento, jamás me atreví a hablar con Steve de cierto asunto, ya que parecìa haber delirado en el momento en que me besó y lo olvidó. A partir de esa etapa en mi vida, acepté mis sentimientos por él... y cada día era muy difícil. Y lo fue más cuando tuvimos que separarnos, pero con el tiempo lo asimilé...-
-¿Quieres decir que estás enamorado de él desde la secundaria?-
-Eso creo... aunque muchas veces pensé que era una confusión mia, el sentimiento jamás se fue... Steve siempre estuvo presente en mi mente...-
-...Qué complicado...-
-Lo es... cuando todos tomamos caminos diferentes, creí que jamás volvería a verlo, pero entonces me convocaron nuevamente a la selección, y a él también. En ese período de tiempo, en el que no estuvimos juntos, corté todo lazo que pudiera comunicarme con él, pensé que lo habìa superado, entonces... cuando nos encontramos de nuevo... los sentimientos regresaron... así sin más, basto con solo mirar su rostro de nuevo para que yo volviera a enamorarme de él... y que estuviera distraìdo o incluso la depresión que tuve, todo fue por Steve... por eso no hablé con nadie... porque no tenía el valor de decirle a ninguna persona sobre mi amor por él...- El chico deja salir un gran suspiro. -Puedo ver lo incómodo que estás, Ralph... Desagradable, ¿no lo crees?-
-¡No, no!... es... es algo realmente inusual... yo... no sé qué decirte, Richard...-
-No te preocupes, no espero que me apoyes o algo así... de todas formas es inútil amarlo de esta manera... sè que jamás pasará nada entre él y yo...-
-¡No es así...!-
-Créeme que es así, he tratado de hacerle ver a Steve que me gusta y... solo logro incomodarlo...-
-No lo sabrás si jamás le dices la verdad...-
-Puede que tengas razón... pero... es muy difícil llegar con tu mejor amigo, que encima es del mismo sexo, y decirle, "hey, me gustas mucho"...-
-Entonces, ¿qué fue lo de hace un momento?, parecía que estuvieras practicando tu confesión.-
-Sí... lo hacía... porque se lo diré... le diré lo que siento... y me propuse decírselo en el momento en que lo vea mañana...-
-¡Te apoyaré...!, eso... es muy valiente de tu parte...-
-Lo sé... ¡y estoy muy nervioso!-
-Naturalmente...-
La habitación se quedò en silencio por un momento...
-¿Sabes, Ralph?... yo quería contarte sobre esto... pero tenía miedo que te alejaras de mi por eso.... y ahora que te conté, siento que una gran piedra fue quitada de mi espalda... gracias por escucharme...-
-N-no hay problema... no me alejaría de ti por algo así, si a ti te hace feliz, será feliz para mi también...-
-Por cierto... ¿a qué te referías con "ser sincero...?, además, ¿de qué hablaste con Steve aquel día?-
-A-ah...- Ralph se quedó pensativo. ~Rayos... ahora que sé que sus sentimientos son mutuos... será muy difícil para mi mantener mi boca cerrada... ah, soy tan entrometido...~
-¿Y bien?-
-Ehem... sobre lo de "ser sincero"... es porque yo sospechaba que a ti te gusta Steve... y estaba observando que... estás causando conflicto en él por tus actitudes ambiguas... de verdad se está volviendo loco, pero ahora que sé que te confesarás... creo que me siento más tranquilo...-
-Oh... bien...-
-Y lo de la plática con Steve... no puedo decírtelo, es un secreto que mantengo con él, no quiero traicionarlo, ¿entiendes?-
-Pero... ¿por qué no lo consultó conmigo...?-
-Pues... no lo sé...-
-Bien, Ralph... lo dejaré pasar, por ahora...-
-Em... entonces... tú... eres... y-ya sabes...-
-¿Qué?-
-Pues... que... tiras hacia el otro bando...-
-¿Qué dices?-
-D-de la otra banqueta...-
-Ralph, qué diablos, ¿qué es lo que eso significa?-
-P-pues... em... que no te interesan las chicas...-
-Ah... eso.-
-S-sí...-
-Bueno, no lo sé... jamás he estado enamorado de otro hombre, y tampoco de alguna mujer, pero, ha habido algunas chicas que llamaron mucho mi atención... aunque supongo que jamás me enamoré de nadie más porque jamás olvidé mis sentimientos por Steve...-
-Oh... bien...- Ralph, por alguna razón, se mostraba aliviado.
-¡Ralph!, no es como que me haya fijado en ti o en alguno de nuestros compañeros, y tampoco me atraen.-
-¡N-no dije algo como eso!-
-¡Pero lo pensaste!-
-P-perdón... es que... creí que te gustaban los chicos...-
-No... además, no hay necesidad de usar etiquetas... solo me enamoré de una persona, que casualmente resultó ser hombre...-
-Hm... creo que está bien entonces...- Ralph se levantó del lugar donde estaba sentado. -Bien... me voy, mañana tenemos entrenamiento y será difícil.-
-De acuerdo...-
-Adiós...-
-Ralph... no le digas nada a nadie, por favor...-
-Está bien.-
La mañana siguiente llegó, y con ella, el segundo arduo entrenamiento en Japón. Richard despertó de muy buen humor, ese sería, por fin, el tan esperado día de confesión. No podía evitar estar nervioso por la reacción que tendría Steve, pero estaba decidido a no huír nunca más. Fuese cual fuese el resultado, se prometió a sí mismo arreglar las cosas con Steve. En dado caso de que lo rechazara, hablar calmadamente y no dejar que las cosas terminen de manera amarga para que no quede ningún sentimiento persistente, que simplemente todo flote lejos e intentar seguir siendo amigos... pero... si los sentimientos de Richard eran correspondidos podrían llegar a ser algo más... pero de eso se preocuparía una vez se confesara...
Todos ya estaban en la cancha, preparados para el entrenamiento de la mañana. Richard perdió una oportunidad para poder confesarse, llegó un poco tarde, y no encontró a Steve sólo, por lo tanto, fue incapaz de hacerlo. Se sentía un tanto decepcionado, pero a la vez emocionado y decidido. El entrenamiento transcurrió como siempre, Richard no actuó de manera ambigua de nuevo, pero podía sentir un cierto rechazo de parte de Steve. Tampoco hablaban como normalmente lo hacían, estaba algo tenso. Lo que hizo sentir a Richard inseguro... ¿sería lo correcto decirle lo que siente?
Por fin terminó el entrenamiento, y Steve seguía evitando a Richard.
-Steve...-
El tigre detuvo su paso y espero por su amigo.
-¿Qué sucede?-
Richard, al mirar a Steve, sintió un gran choque eléctrico, su corazón comenzó a agitarse.
-Y-yo... quiero... hablar contigo un momento...-
-¿Sobre qué?, ¿tomará mucho tiempo?-
-Eh... creo que sí...-
-¿Es realmente importante?, quiero tomar un baño... ya sabes...-
-Ah... ¡s-sí!, ¡t-tomemos un baño juntos!-
-¿Eh?-
-¡N-no!, d-digo... los dos... no en la misma regadara, cada quien en su baño y-
-Sí... entiendo...-
-Bien...-
Ambos tomaron un baño, y mientras Richard lavaba su cuerpo no podía conseguir calma... de nuevo pasaba, ambos desnudos, uno junto a otro... realmente estaban bañándose juntos, entre cada regadera no había separación. Richard miraba de reojo a Steve...
~¡No, no, no, no!, p-piensa en otras cosas... cosas tristes... sí... el calentamiento global... caliente... me siento... cada vez más... ¿Caliente?, ¡¿CALIENTE?!~ El portero hacía su mayor esfuerzo para no emocionar a su "amiguito" de ahí abajo...
La ducha fue corta, y todos salieron de los vestidores para ir a comer.
-Steve... comamos en mi cuarto, ¿está bien?-
-Eh... sí... supongo...-
Los dos muchachos pidieron comida rápida y se dispusieron a ir a la habitación de Tex Tex, ahí el repartidor la entregaría.
Se sentaron en la pequeña mesa para dos del complejo de Richard, pero el ambiente estaba algo incómodo. Ninguno podía romper el hielo y hablar de algo...
~Diablos... tengo que decir algo... ¿será este el momento de decirle lo que siento?, ¡¿qué se supone que debo hacer en situaciones como esta?!~
-S-supongo que... te gusta el f-fútbol- habló Richard inseguro. A lo que Steve miró extrañado por lo que había dicho.
-Pues... sí...-
~¡¿ES EN SERIO, RICHARD?!, ¿"TE GUSTA EL FÚTBOL"?, ¡QUÉ DIABLOS~ Pensaba el portero... en seguida rió nerviosamente.
-Je... es muy obvio, soy tan tonto...-
-Sí, eres muy tonto, no sé qué te pasa el día de hoy.-
-¡Estoy bien...!-
-Hm...-
Richard suspiró... ~Ahora o nunca...~
-Steve... yo...-
-¿Sí?-
-Hemos estado... actuando extraño... y sinceramente no me agrada este hecho... ¿entiendes?-
-¿A qué quieres llegar...?-
-Yo quiero... ser honesto con... lo que siento...-
-¿Qué dices...?-
Richard sentía una gran presión en su pecho, soltó un gran suspiro. -Yo... desde que te conozco... he estado e-
Alguien llamaba a la puerta e interrumpió lo que Richard estuvo por decir.
El portero se levantò de la mesa rápida y nerviosamente: -¡E-El repartidor!, iré a atender...-
-Bien...-
~Maldición, justo ahora se aparece...~
Los dos chicos comían mientras el único sonido en esa habitación era el de su masticar. La situación estaba muy incómoda y Richard no podía animarse a decir nada. De pronto, en la habitación continua, la habitación de Steve, se escuchó como si algo hubiese caído. Hyuga se exaltó.
-¿Qué fue eso?- preguntó Hyuga.
-No lo sé... tal vez algo estaba mal acomodado, no te preocupes. Terminemos de comer.-
-No... iré a echar un vistazo.-
-Pero... no creo que sea nada grave. Puede ser un ratón...-
-Es mejor que me asegure.-
-Ah-
Steve salió apresurado con rumbo a su cuarto y entró a revisar que todo estuviera en orden. Aquello que se había caído era la pintura que Caroline Meyer le había regalado.
-Ah... esa maldita cosa... de verdad la quemaré uno de estos días...-
Tomó la pintura y buscó una silla en donde subirse, pues pensaba ponerla en un estante alto para que no estuviera al alcance de nadie más.
Se estiró para colocar bien la pintura ya que no alcanzaba del todo, pero en su intento por acomodar el cuadro, perdió el equilibrio y cayò de la silla. Richard escuchó desde fuera el golpe, entró a la habitación pues estaba abierta y encontró al tigre en el suelo con aquel retrato del beso en sus brazos.
-R-Richard...- dijo Steve nerviosamente. Él creyó que había cerrado la puerta de su habitación, cuando no fue así.
-¡Steve!, ¿estás bien?- El portero pronto se acercó a ayudarlo a pararse. Una vez que Steve estaba de pie y sobándose sus golpes, el más alto se percató de la pintura.
El verla lo exaltó, fue como tener la sensación de un deja vù, le sorprendía el gran parecido de las personas que aparecían en el cuadro a ellos dos, pero lo que más lo inquietaba era lo que la pintura reflejaba... un... cálido y tierno beso... entre chicos...
-¿Qué... es esto... Steve...?-
El tigre, muy nervioso, no podía ocultar ya la pintura, ahora tenía que buscar una excusa válida y creíble para Richard.
-E-Es... algo... que me regalaron los fans... realmente no sé porqué, ya sabes cómo es la gente de pronto...- dijo Steve para después reír nerviosamente.
-Oh... sí que es algo inusual...-
-Es muy rara, ¿no lo crees?-
-No... es... muy... artística...- Richard no podía apartar los ojos del cuadro, realmente parecía que los habían pintado haciendo algo tan extraño. Para el portero, le evocaba a algún recuerdo, pero no sabía cómo recordarlo.
-Richard... no le digas a nadie sobre esta pintura, ¿lo entiendes?-
-Sí, lo entiendo, pero, ¿por qué?-
-Solo guárdate el secreto, no quiero que los demás se entrometan, como en todo lo que hacen... ¿está bien...?-
-Ah... sí...- Richard le echó un último vistazo al cuadro, y en una de las esquinas inferiores vio dos iniciales, "CM", algo que también le resultaba familiar, incluso tener esa sensación de saberlo pero a la vez no.
Ya no hubo más tiempo, continuaba el entrenamiento de la tarde y todos estaban preparados. Ese día irían al gimnasio de la selección a trabajar con fuerza y musculatura.
Al terminar el entrenamiento, cada quien se dirigió a su departamento para tomar un baño y después, ir a cenar. Steve fue citado con el entrenador para tratar algunos asuntos, y en su camino hacia las oficinas, se encuentra a Oliver, quien también iría con el entrenador.
-El entrenamiento de hoy sí que fue muy duro.- habló Oliver.
-Sí, aunque es necesario, ya sabes.-
-Así es, aunque estoy muy emocionado por los partidos de Asia, será un torneo interesante.-
-Por supuesto.-
Ambos siguieron caminando en silencio, hasta que Steve pregunta por algo.
-Atom... ¿cómo podría... enfrentarme a algo...?, yo... por mi carrera en el fútbol, siempre estoy pensando en el qué dirán, y me abstengo de hacer algunas cosas solo por lo que pueda decir la gente al respecto... ¿entiendes?-
-Sí, yo también lo hago a veces... pero conforme pasa el tiempo, me doy cuenta de que las personas a las que realmente les importas, a pesar de lo que hagas, siempre se quedarán ahí, contigo, así que, no te detengas, si aquello que quieres hacer no daña a nadie más y te hace feliz, adelante, persíguelo.-
-Heh~ gracias, Oliver...-
Las palabras del jugador estrella de la selcción, hicieron reflexionar a Steve... el que estuviera enamorado de Richard no le hacía ningún mal a nadie más, por eso, ¿qué lo detenía a sincerarse?, realmente, solo su miedo a ser rechazado...Richard se encontraba en su habitación intentando tomar una pequeña siesta. Realmente tenía sueño, su habitación estaba cálida y silenciosa, lo que lo hacía el momento perfecto para dormir. Todo era tan acogedor que comenzó a soñar...
~¿De nuevo?~ pensaba el portero. Era nuevamente aquel extraño e inusual sueño. Estaba recostado en aquel lecho de rosas, las nubes con hermosos colores, dignos de un atardecer, resaltaban en ese cielo, la atmósfera llena de quietud hacía sentir al portero una extraña calma. Podía verse a sí mismo sobre esa cama de flores, esas extrañas ropas que portaba lo hacían sentir avergonzado. De pronto escuchó los pasos de esa persona acercándosele... esta vez podía ver con claridad de quién se trataba... y no era nada más ni nada menos que Steve Hyuga quien caminaba hacia Richard. Se sorprendió de este hecho, y recordando lo que había pasado en su sueño, se avergonzó... ¿era Steve quien lo había besado?
~Esto... es un sueño...~
No podía moverse, como ocurrió aquella vez, pero ahora, podía ver a Steve. El muchacho se acercó al portero y se sentó a un lado... colocó su mano en la cara del chico de cabellos largos, sus ojos no dejaban de mirarlo intensamente... después de un momento, Steve ya estaba tan cerca de Richard... -Richard... te amo...- y sus labios a unos centímetros... por fin, el esperado beso estaba siendo admirado por Tex Tex, quien se pudo dar cuenta de algo... aquella escena de su sueño era casi la misma que la de la pintura de Steve... todo se puso negro, pero después, la imagen del cuadro que Hyuga guardaba apareció ante la vista del sueño del portero... al igual que las letras que venían como firma.
~¿"C.M."?... ¿qué querrá decir con eso...?~Alguien llama a la puerta, el ruído despierta a Richard, se levanta algo extrañado por ese sueño... y sus dudas en torno al cuadro empiezan a girar en su cabeza. El chico se dirige a atender. Su sorpresa fue grande al ver en la puerta a Benji Price, quien traía algo que Richard había olvidado.
-Price, ¿qué te trae por aquí?-
-Olvidaste tu sudadera en las gradas. Vine aquí para devolvertela.-
-No te hubieras tomado la molestia, ¿viniste hasta acá solo por eso?-
-Algo así, Tex Tex.-
-Dámela, entonces.- Richard le arrebata la sudadera a Benji. Estaba por cerrar la puerta de su apartamento, pero Benji la detiene con brusquedad.
-¡E-Espera!... también... quería hablar sobre algo contigo...-
-Ah, ya veo... ¿qué es lo que quieres?-
-Ha habido varios malentendidos entre nosotros... y quiero solucionarlo de una vez, ¿entiendes?-
-Ja... sí, lo entiendo.-
-Principalmente, sobre lo que pasó el otro día... aquello solo era una broma.-
-¿Cuando intentaste besar a Steve?-
-Vamos, te digo que era una broma.-
-Si tienes esas intenciones deberías ocultarlas.-
-¿Qué?, yo no tenía una segunda intención.-
-Pues eso no fue lo que yo vi.-
-¡Maldita sea!- Benji suspira. -Escucha, Tex Tex, no vine a pelear contigo, solo quiero que no haya malentendidos, que no tengas una vista equivocada de mi... es solo eso... al contrario, tú eres el que se muestra reacio hacia mi.-
-No deseo ser tu amigo.-
-Pues yo tampoco lo anhelo, pero no podemos tener una mala relación. Estamos en el mismo equipo y debemos colaborar juntos.-
-Hm...-
-Solo quiero aclararte las cosas, si en algún momento pensaste algo extraño sobre mi, pues no es verdad...-
-¿Extraño?, ¿algo como que te gustara Steve?-
-¿Qué?, ¿gustarme?, ¿de qué hablas?... a mi me gustan las mujeres.-
-¡Pues a mi también!-
-Yo no mencioné nada...-
-Entonces... a ti... no te gusta Steve...-
-Por supuesto que no, ¿en qué rayos pensabas?-
-Pues... ¡estabas pegado a él como un maldito chicle! Incluso los consolabas cuando se sentía triste...-
-¿Eh?, ¡pues no es así!-
-Y-ya veo...-
-¿Por eso me tratabas tan mal?, ¿qué creíste?, ¿que te quitaría a tu amiguito?-
-N-no...-
-Espera... no me digas... a ti... ¿te... gusta...?-
Richard se quedó mudo, bastó ver su rostro para saber la clara respuesta...
-Sí... me gusta... y mucho...-
-R-Richard... qué diablos...-
-Por favor... manténlo en secreto... te lo pido...-
-S-sí... no le diré a nadie...-
-Y... discúlpame... creí que ibas detrás de Steve... por eso te traté de esa manera...-
-Supongo que lo entiendo...-
-Bien... gracias...-
-Solo... te daré un pequeño consejo, si quieres seguir con tu carrera en el fútbol, y si te preocupa la carrera de Steve... no le digas nada.-
-¿Qué dices...?-
-Así como lo escuchas, y en pocas palabras, ríndete ante eso que sientes por Steve.-
-¿Por qué?-
-Porque no traerá nada bueno al equipo, incluso pienso que Hyuga no corresponderá tu amor, y en caso de que lo hiciera, si los descubren todo terminará para los dos, ¿entiendes?, es por eso que considero mejor que te ahorres el sufrimiento si es que alguna vez pensaste en decirle cómo te sientes.-
-Pero...-
-Es mejor así. Los dos tendrán sus carreras de futbolistas aseguradas, podrás hablar con él como usualmente... siendo su amigo, permanecerás por siempre a su lado. En cambio, si le confiesas tu amor lo más probable es que te rechace, entonces dejará de ser tu amigo y todo será incómodo... déjalo con está.-
~Dejarlo... jamás... decirle lo que siento...~
-Ríndete, Richard.-
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¿Qué nos está pasando? 《Captain Tsubasa》
FanfictionEn la selección de Japón, nuestros jóvenes protagonistas son profesionales y no piensan en nada que no sea el fútbol... o eso creían... De pronto empezaron a sentir hormigueos en la barriga, se estaban enfermando o... ¡¿ES AMOR?! ¿Amor? ¿Entre chico...