》Donde los asesinatos se volvieron algo común en las calles de Seúl y las respuestas se encuentran bajando por un elevador.《
-¿Por qué alguien mataría a gente inocente?
- Esta loco de seguro.
- Ojalá lo atrapen.
- No lo harán.
√ Inicio: 28/Julio/201...
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- Vuélvete a quedar conmigo por favor Jisung, no quiero que estes solo hoy, por favor.- Rogó el pecoso jalando de la manga de su amigo.
- Déjame, voy a estar bien- Insistió arrastrándolo por la calle. -Varias personas se les quedban viendo por la extraña escena que montaban los dos chicos.
- No salgas de casa entonces no es seguro.- Jisung giró los ojos hacia el menor y bufó.
- Lo sé, no eres mi madre...- Gruñó dándose por vencido. Pararon frente el departamento de Jisung. Felix miró sus pies pensando si dejar a su amigo solo en el lugar más peligroso era una buena idea.
¿Por qué un lugar peligroso? La mayoría de los asesinatos habían sido cerca del lugar.
- Vete a casa.- Ordenó Jisung entrando por la gran puerta de cristal. Felix asintió en silencio y dio media vuelta para dirigirse a su hogar.
- Juro que si sales, seré yo quien te mate.- Regañó Felix desde lejos. El mayor le sacó la lengua y se despidió con la mano.
Jisung entró silenciosamente a la recepción del lugar, como siempre una jovencita delgada se encontraba en su computadora del otro lado de un escritorio.
Tomó el ascensor para poder llegar a su casa más rápido. Antes de entrar miró si alguien más venía, al asegurarse apretó una combinación de números.
...3...5...4...3...1...1...
Las puertas se cerraron y las luces se apagaron. El ascensor se movía pero no hacía arriba, si no, hacía abajo.
Gritos y sollozos se empezaban a escuchar muy a lo lejos cada vez haciéndose más fuertes.
Las luces se prendían y apagaban. Cualquier persona diría que no es normal. El lugar es algo antiguo y el elevador no es moderno, es algo rústico, podría tener los focos fundidos esta vez; pero no, es normal. Por lo menos para Jisung es normal.
El ascensor paró y tardó unos segundos en abrirse. Jisung se colocó una máscara blanca con cruces negras pintadas en los ojos. La ajustó alrededor de su cabeza al mismo tiempo que abría una puerta negra en frente de él.
Infierno
Los gritos pararon cuando Jisung caminó dentro de la extensa habitación con jaulas enormes, aproximadamente dos o tres personas en cada una de ellas. Todas en muy mal estado.
Manchas de sangre casi por todos lados. El lugar era bastante obscuro y frío.
Al centro una mesa con hojas desordenadas. Y al fondo un extenso armario con un candado puesto.
- I.N - Agregó Jisung esbozando una sonrisa detrás de la máscara al ver a un hombre sentado en la mesa escribiendo algo. El mencionado dirigió su mirada a el contrario. Este llevaba una máscara de un conejo blanco. - ¿Haces tarea?- Preguntó acercándose a la mesa.
- Eso intentaba, pero con los gritos de todos aquí...- Se detuvo a mirar a los enjaulados. - No me puedo concentrar.- Terminó por decir.
- ¿Por qué la haces acá abajo?- Volvió a preguntar.
- Sabía que hoy bajarías entonces aproveché para esperarte y de una vez hacía la tarea.
- ¿Y por qué me esperas? ¿Qué tienes para mí esta vez?
-Ya tengo el distorsionador de voz que me pediste, ya podemos hacer el video.- Agregó el menor con algo de emoción en su voz.
- Fuiste rápido...- Felicitó Jisung. - ¿Podrás reproducirlo en todos los dispositivos y televisiones al mismo tiempo?
- ¿Estás viendo con quién hablas? Claro que sí, todos los canales se interrumpirán con el mensaje.- Afirmó el menor orgulloso de sí mismo.
Jisung sonrió bajo la máscara, se consiguió al mejor compañero y encima excelente con las computadoras.
- Por favor...- Sollozó una mujer cuando hubo un momento de silencio. - D-déjame... salir-. Lloró con fuerza agarrando las barras de su celda.
Ambos chicos se miraron y el menor suspiró.
- Lleva así rato, cuando llegué intentó escapar.- Comentó I.N sin darle importancia y volvió su mirada a sus cuadernos.
- Mmm... mira cariño... no puedes salir y tampoco puedes intentarlo, sabes las consecuencias....- Jisung jugó con sus dedos viendo disimuladamente a la mujer llorar.
- ¡Quiero ver a mi hija!- Gritó la mujer. Dos mujeres detrás de ella le taparon la boca al decir eso.
I.N miró a Jisung y este le devolvió la mirada.
- No lo sé J.One ya le has dado muchas oportunidades ¿no crees?- I.N habló por sobre los sollozos de las personas que admiraban la escena desde sus celdas.
- Mmm... no lo sé, me cae bien.- Dijo inocentemente el castaño. Se sentó sobre la mesa y alcanzó algo con su mano, cosa que hizo sonreír a I.N bajo la máscara una vez más.
- Por favor, no me hagas nada... déjame ir, te lo suplico - Rogó la mujer.
- ¿Quieres irte?- Preguntó Jisung a lo que ella asintió dos veces. - Bien, I.N abre la celda y déjala ir.- Ordenó el mayor.
El menor se paró y caminó hacia la celda donde se encontraba la mujer. Abrió la puerta y desencadenó a la mujer dejándola libre. Esta corrió torpemente lejos de la celda y de los dos chicos enmascarados.
Corrió hacia la puerta cuando se escucharon dos disparos y la mujer cayó a el suelo. Lloraba desconsoladamente por el dolor en su pierna que le impedía moverse.
Jisung se paró de la mesa y con la pistola en mano caminó tranquilamente hacía la mujer.
- ¿Últimas palabras?- Dijo apuntando a su cabeza.
- Eres un monstruo. - Dijo con lágrimas en sus ojos.
- Aww gracias, me lo dicen a menudo.- Sonrió y disparó en su frente dejándola sin vida al instante.
I.N rió atrás de él. - Por un momento pensé que sí la dejarías libre.
- Ya me tenía harto.- Suspiró levantando el cuerpo de la chica. - ¿Hacemos el vídeo?
