Hellevator || Stray Kids

19

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Su casa se encontraba lejos de su trabajo. Cualquier otro día le gustaría el paseo por las calles oscuras y aisladas, escuchando solo el leve sonido que sus pisadas emitían en el duro pavimento o su música preferida. Tal vez esos días de tranquilidad desaparecerían hasta que J.One sea atrapado.

Sus manos estaban dentro de sus bolsillos en un intento de mantenerlas calientes. Mientras más anocheciera la temperatura bajaba cada vez más y más. Seungmin se arrepentía de olvidar su chaqueta en la silla de su escritorio pues le quedaba todavía bastante camino a pie hasta su casa. El recuerdo de la cafetería, con su distinguible aroma a café y calidez, hicieron que sonriera. Le gustaba el lugar, era acogedor, y en ese momento solo deseaba esconderse en un lugar cálido hasta que el frío se fuera con un café en manos, cosa que no pasaría porque mientras más lo pensaba más cerca se encontraba de su casa.

Quizá había alguien más detrás de él pues escuchaba pasos más alejados pero tranquilos. No se preocupó en lo absoluto. Como podía ser alguien, también podía ser producto de su imaginación al estar cansado.

Estaba agotado, sus pisadas cargaban con cierta pesadez y pereza fácil de notar. No a muchos metros de donde estaba parado logró ver su casa y sonrió ante la idea, podía ser que por su cansancio se quedara dormido al instante en el que se acueste en su cama... o no. Con muchas fuerzas y fiaca corrió los metros restantes hasta su casa frenando en seco cuando llegó a la entrada de esta. Suspiró con ganas mientras abría la puerta principal. Hogar dulce hogar.

Hubiese cerrado la puerta si no hubiese recibido un golpe en la cabeza demasiado fuerte como para dejarlo mareado unos segundos. Subió la mirada esperando ver quién era el agresor pero no alcanzó a ver su rostro ya que estaba demasiado oscuro y venía encapuchado. No necesitaba verlo para saber que era J.One.

Tan pronto el mareo se le pasó esquivó el siguiente golpe agachándose. No parecía estar armado o algo por el estilo, pero Kim tampoco lo estaba.

Seungmin le dio un golpe en el rostro haciendo que retrocediera unos pasos hasta toparse con una pared. Sin desaprovechar la oportunidad tomó la capucha del contrario y la retiró de su rostro para poder verlo.

- Maldito Jisung.- Ambos tenían la respiración agitada y los nudillos con sangre. Jisung tenía una cortada en su labio inferior y el ojo levemente morado por uno de los golpes que recibió de Seungmin.

- No bajes la guardia.- Le advirtió Jisung antes de darle una fuerte patada en el estomago para apartarlo. Seungmin tropezó con un mueble y cayó al suelo rompiendo un jarrón de cristal en muchos pedazos. No le dio tiempo suficiente para levantarse porque Jisung tomó uno de los fragmentos de cristal y se lo enterró con descaro en el estomago. Seungmin dejó salir un grito de dolor.

- Estabas relativamente cerca de atraparme.- Le felicitó. - Pero aquí acaba tu aventura.

- Chan.... te puede atrapar.... él es mejor... lo hará.- Seungmin jadeaba de dolor mientras hacía presión en la herida.

- Entonces después me ocuparé de Chan.- Jisung tomó otro pedazo de cristal, aún mas filoso que el que le clavó en el estomago y con rapidez desgarró la garganta del policía haciendo que se ahogara con su propia sangre, y lágrimas, y a los pocos segundos dejó de respirar.

Soltó una risita divertida y enferma al ver todo el desastre. Sangre esparcida por el suelo, cristales por todo el piso y muebles fuera de su lugar.

Quería admirar un poco más su "obra de arte" pero el grito que Seungmin pegó cuando le apuñaló debió
de haber despertado vecinos que seguro llamaron a la policía y no le quedaba demasiado tiempo para escapar.

Tomó un par de cosas de Seungmin como libros de investigación y una libreta azul que encontró en una mochila negra. No podía salir por la puerta principal, cualquiera podía verlo.

Buscó con la mirada alguna puerta hacia el patio trasero, o por lo menos otra salida. Fácilmente encontró el jardín trasero el cual no era muy grande y saltó la valla que le bordeaba. Con sigilo recorrió un callejón completamente oscuro y salió a una calle iluminada por faros.

Ya estaba a salvo. Y nuevamente se había salido con la suya.

Seungmin ya no estaba. Un peso menos sobre sus hombros. Hyunjin sufriría un infierno. La cafetería estaba a punto de cerrar y Jisung ya no podía esperar. ¿Cuándo iba a salir la noticia "J.One mata a policía; nada es seguro"?

Jisung aún lo tenía todo bajo control, sin razón alguna para alarmarse.

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