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23 de Agosto 2006

Un pequeño Jisung de seis años iba sentado en el asiento trasero del carro de sus padres muy enojado. Tenía las mejillas rojas de un reciente llanto y a su peluche de ardilla lo abrazaba con fuerza.

Era su primer día de clases en la primaria y sus padres tenían miedo sobre aquello.

Desde pequeño, Han Jisung, tenía cambios de emociones muy repentinos, tal vez eran normales para la edad, pero Jisung los tenía muy fuertes. Solía ser impulsivo y agresivo con tan solo seis cortos años de edad. Nunca fue a una escuela. Sus padres le enseñaron todo lo que debía saber en casa por miedo a que en un ataque de rabia atacara a algún otro pequeño curioso.

Fuera de eso, estaban seguros que su pequeño hijo había superado sus problemas y por primera vez lo dejarían libre.

Se acercaban rápidamente hacía el colegio. Los niños corrían en el jardín con sus juguetes en sus manos.

Su madre fue la primera en descender del vehículo, cargando con ella la pequeña mochila roja del menor. Tenía sus lápices de color, un cuadernillo, unas tijeras y un pegamento.

- Cariño ven, baja de ahí.- La dulce voz de su madre, acompañada con una risa corta fueron suficientes para llamar la atención de Jisung. - Hannie te vas a divertir mucho, ven.- Insistió.

No tardaron más de diez minutos en poder sacar a su hijo del carro. Éste se había aferrado al sillón y se veía más que claro que no quería dejarlo ir.

- Finalmente.- Bufó su padre sobando su frente, le estresaba ese niño. No podía esperar a tener un momento de soledad una vez su hijo entrara a la escuela siempre era el centro de atención y no tenían tiempo para nada más que él. - Te recogeremos cuando termine, compórtate ¿Sí?- Le sonrió fingiendo, su hijo debía madurar, no podía ser un mimado siempre.

Jisung solo asintió inexpresivo con su peluche fuertemente abrazado.

Sus padres regresaron al coche despidiéndose de su hijo que veía cómo se alejaban hasta perderse de su vista.

Jisung permaneció estático en su lugar abrazando cada vez más fuerte a su pequeña ardilla. No tenía planeado moverse ni un centímetro.

- ¿Hola? ¿Estás bien? Estás muy pálido ¿te sientes bien?- Un chico más grande que él por unos cinco años, rubio, se acercó a él algo preocupado. Desde que lo intentaban bajar del auto no paraba de ver al menor.

El menor solo asintió, no era mucho de hablar y mucho menos con extraños.

- Soy Chris... Chan, soy Chan y vengo de intercambio de Australia.- Se presentó el mayor.

- Han...- El de mejillas abultadas solo pudo pronunciar esa palabra y al mayor le resultó algo tierno.

La campana sonó indicando que los alumnos debían entrar a sus aulas. Jisung, por el ruido se asustó y dio un pequeño brinco de no más dos centímetros para atrás.

- Te noto intranquilo... no te preocupes, es muy fácil por aquí y cualquier cosa puedes acudir a mí. - Sonrió de oreja a oreja haciendo que sus ojos desaparecieran.

El trabajo de los de sexto año de primaria era cuidar y orientar a los nuevos de primero. Por eso Chan se acercó en primer lugar a hablar con Han.

Los pasillos se iban vaciando a medida que el tiempo pasaba. Los niños y niñas hacían filas ordenadas para entrar a sus aulas. Chan se separó de Han para entrar a su clase que se encontraba un poco más adelante que la del pequeño.

Hellevator || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora