Anonima

Capítulo 42

Lalín

Sostengo mi arco y flecha, mi corazón late a ciento cincuenta latidos por minuto, cien pulsaciones por horas, mi respiración es agitada, el viento fresco resopla sobre mi piel pálida, mis huesos y piel se estremecen con su contacto, fijo mi mirada en el objetivo, cierro mis ojos y disparó, sólo me bastó una flecha para que diera en el blanco y el asqueroso roedor mueva su cuerpecito tratando de liberarse de su muerte es lenta y dolorosa, la flecha contiene un veneno mortal que te paraliza el cuerpo en segundo, pero tarda horas en matarte.

Noto que el ratoncito ha dejado moverse sacó la flecha de su cuerpecito, le doy unas últimas palabras- Lo siento amiguito, pero mira el lado bueno estarás con tú familia- tomó al roedor por su cola y lo pongo de cabeza junto a las demás ratas que me he matado, ahora si estoy lista.

Antes de irme empaco todo lo necesario, acomodo todo el lugar y me marchó.

Ahora voy por ti Ted.

Dos horas después, me encuentro en la carretera un poco más adelante hay un retén y a unos dos kilómetros y medio.

En el carro llevo mi arco y flecha, junto a una pistola calibre 22, tengo todo listo para empezar a matar y que empiece la matanza.

llevo conduciendo por dos horas y he notado que un carro me está siguiendo desvió el carro por un sendero que sé que no tiene salida yo solo quiero satisfacer mi necesidad de sangre y bingo el carro aun me sigue, no quiero usar mi arma o flecha ya que quiero mucha sangre pero si veo a más de dos sujetos tendré que usarlas, detengo el auto ya que he quedado sin camino, noto que del auto se bajan dos hombres encapuchados, a decir verdad esto será fácil ambos tienen dos espadas y se ven demasiado lindas yo las quiero.

Tomo mi arco y flecha, bajo del auto y me limito a decir- Esta pelea no será justa- ellos solo ríen y yo rápidamente disparo a uno de los sujetos una flecha en su hombro y otra en su pierna esto lo dejara inmóvil y solo que me queda un contrincante, tendré mucha sangre para mí y tengo unas locas ideas para divertirme con estos dos, ya no tengo más flechas y no quiero usar mi arma solo me queda mi hermosa y afilada navaja, él tiene una espada yo una navaja pero entre los dos yo tengo más agilidad soy más rápida y ya se sus movimientos de combate, me abalanzo contra el rasgando un poco su brazo- Fallaste niña- eso es lo que tú crees yo te acabo de ganar, tomo la espada de su compañero y rasgo su espalda, piernas, el solo cae de dolor no quiero matarlo, no aun, así que tomo otra flecha y lo dejo inmóvil, me dirijo al auto de ellos y observo que hay muchas botellas de vino y se me acaba de ocurrir una brillante idea, tomo las botellas termino de vaciar para que queden limpias, voy a mi auto y tomo un venoclisis, lo introdujo en medio de los dedos de los pies y lleno las botellas de vino con sangre y como mi asesino favorito tomo de su sangre en copas de vino, adivinen quien es mi asesino favorito yo misma.

Tengo seis botellas de vino y no cualquier vino, es un vino muy peculiar, color carmesino, espeso y exquisito, mis labios, dientes y lenguas se manchan de su color rojizo, me siento un poco más libre, siento que todo ese dolor, culpa, frustración todo lo que tenía acumulado, todo ese peso se hubiera bajado un poco.

Me dirijo a mi auto, tomo unos limpiadores, un par de guantes y una soga, dejo todo el lugar limpio de mis huellas, ADN, no puedo dejar evidencia mía, luego de todo este limpio me dedico a armar mi propia escena de crimen, imagino a unos de los sujetos colgado de un árbol boca abajo y al otro sujeto cortado a la mitad junto a las botellas de vino, todo en mi mente se ve tan hermoso que no sé si será lo mismo en la realidad así que me pongo manos a la obra, yo misma recreo mi propia escena, una vez listo me detengo admirar mi obra de arte y a decir verdad se ve mucho mejor en la realidad, creo que esto lo tendré que hacer más seguido y tengo más ideas, solo me dejare llevar por mis locas ideas, seré el verdadero monstro que siempre he sido, sacare mi lado oscuro, le mostrare al mundo mi verdadero yo, que siempre he tratado de esconder, porque el momento ha llegado, es momento que todos conozcan a la verdadera Lalín que se den cuenta del monstro que han creado, los hare hasta rezar a los creyentes e incluso a los no creyentes, los hare temer y seré sus pesadillas de carne y hueso, que empiece el juego, que todos me teman, porque yo Lalín tendré mi venganza.

Tomo otra botella de vino y con su sangre hago un dibujo que entre los asesinos significa venganza, esto es guerra, yo perdí todo lo que he amado, la perdí a ella, me obligaron a matarlo, yo mate lo nuestro y no estoy buscando recuperarlo porque ya sé que no puedo, pero si puedo buscar mi estabilidad mi venganza, mi tranquilidad y sé que si acabo con esto de una vez todo acabara, porque siento que me estoy ahogando, lagrimas recorren mis mejillas, pensar en ti me duele, me lastima recordarte, quisiera volver a esos momentos donde era feliz, donde solo eran risas y lágrimas de felicidad o dolor por tanto reír, pero no puedo, siento que muero cada día más aunque ya sé que estoy muerta, ya no tengo alma solo estoy muerta en vida y solo porque ellos me arrebataron todo, mi vida, mi felicidad, mi estabilidad, mi alma, mi amor, solo me dejaron un cuerpo vacío y estoy bien llorando en silencio, temblando por sus ausencias, pero no importa.

Yo me vengare, tendré mi venganza.

Que empiece la venganza de Lalín.

Dejo todo en su lugar, me monto en mi auto le doy reversa y sigo mi camino esperando alguien más para que pruebe mis nuevos juguetes.

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