20. Mandarina

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Veinte centímetros de telaraña colgaban del techo de la habitación, sobre la enorme cama con sábanas azules.

Peter miraba atentamente las facciones de su novio, cada detalle de su rostro se grababa en su mete para los siguientes ochenta años, sin hacer un solo ruido bajó un poco más de los hilos que lo sujetaban, lo suficientemente cerca para besar la frente del mayor.

- ¡Booh! - Gritó el mayor abriendo los ojos de par en par asustando al mocoso luego de que le besara.

- ¡Carajo! - Peter se asustó tan grande que se soltó de la telaraña y cayó sobre su mentor, quién se retorció al sentir los 72 kilos del niño golpearlo. - Perdón, perdón. Es que usted me asustó

Stark negó con la cabeza.

- Ya cálmate. - Lo rodeó con los brazos la cintura y lo acomodó a su lado, miró sos pecas con ternura y luego cambio su expresión de dulzura por una más dura - Mira... Debemos hablar.

Peter sintió un escalofrío.

- Empezamos con esta relación ayer y hoy ¿Ya hay que hablar? - Es que generalmente solo se decía "tenemos que hablar" cuando era algo malo.

El mayor negó ligeramente con la cabeza y acomodó los cabellos de Underoos detrás de su oreja con cariño.

- Sucede que - besó su frente - hay que ser discretos - besó la punta de su nariz - y tratar de mantener todo oculto - besó sus labios - Es la mejor decisión.

- No entiendo, ¿Por qué?

- Se que hay personas que no estarán de acuerdo con nosotros - sus manos subieron a las mejillas de Peter y las tomaron ligeramente - y no quiero entrometidos en nuestras vidas.

- O por qué no simplificas todo diciendo "policía".

- Bueno, eso también. Aunque sólo sería una excusa de seis meses, ¿O no? Faltan seis meses para tu legalidad.

- Puede pasar de todo en seis meses - Dijo el menor sin saber que lo que decía era como una predicción de su futuro.

- Dejemos el futuro para después en todo caso. - Besó nuevamente su frente y salió de la cama - Deberíamos ir a desayunar y luego a... Qué sé yo, algo se me ha de ocurrir para hacer. - abandonó la habitación para dirigirse a la sala dejando a su novio solo.

El niño realmente seguía analizado todo lo que había pasado en los últimos días, dirigió la atención a su brazo ya curado y lo empezó a mover algo brusco

- Así que... - lanzó telarañas contra un jarrón decorativo de la habitación y lo tomó con la derecha - así avanzamos con la medicina, que loco.

Salió de la cama y buscó su celular roto entre las sábanas, lo tomó y abrió WhatsApp.

Tres mensajes de Erick, nueve de Ned y un vistazo de MJ. Luego ya les haría toda una novela contando todo lo que le había pasado en esos tres días con lujo de detalles.

Contestó los mensajes y luego fue a buscar a su novio.

No lo encontró en ningún lugar que no fuera el baño. Se estaba dando su ducha matutina. Por un momento pensó en entrar con el completamente desnudo y que sucediera lo que tenga que suceder. Peter Parker no era el niño inocente que todos creían.

Pero no, apenas llevaban unas horas de relación como para andar haciendo cosas pornográficas. Mejor seguir con sus babosadas cursis y ya.

Se largó a la cocina y tomó una mandarina del tazón de frutas, ojalá y esté bien dulce. Pensó y la peló.

Tony salió del baño y se cubrió la cintura con la toalla, caminó hasta la habitación y justo en el marco de la puerta recordó aquella mañana de sábado en la cual el niñito se había colado en su cuarto y lo esperaba sentado en el borde de la cama, con las mejillas completamente rosadas, la respiración algo acelerada y una no tan notoria erección. Tony solo había decidido no comentar nada sobre aquel detalle.

Sonrió sin más luego de aquél recuerdo y empezó a vestirse, la camiseta de gatitos y el traje sport elegante gris oscuro le quedaban pintados.

Entró a la cocina y el aroma a mandarina bombardeó sus fosas nasales.

— Me gusta ese olor, ¿Naranja?

— Casi, mandarina — corrigió el menor.

— ¿Aún queda? — preguntó caminando hacia él

— Sí, pero tiene un precio. — contestó descaradamente

— ¿Ah sí? — Tony levantó una ceja y lo tomó de la cintura, quedando a una distancia muy corta uno del otro.

— Sí, un besito nada más — sonrió el chico poniendo un gajo en su boca

— Con lo baratos que salen, mi amor. ¿Qué te cuesta callarme con uno de esos? — preguntó para luego besarla apasionadamente, con el fin de tomar el trozo de fruta que había puesto en su boca solo para que él lo besara.

Peter se sostuvo del cuello del mayor e intensificó el beso, tratando de meter su lengua torpemente en la boca del mayor.

Tony le concedió acceso libre a toda su boca, dejando que llevará el control de beso solo por unos momentos para luego arrebaraselo de nuevo.

Tomó los glúteos de Peter y lo cargo para sentarlo sobre la mesada de la cocina, al lado del plato donde había puesto las mandarinas.

Peter cortó el beso y tomó una bocanada de aire desesperado.

Tony solo rió ante su acción.

— ¿Te estás burlando? — Underoos fingió ofenderse.

— Noo, para nada — contestó sarcástico.

— Ah, entonces ve buscando a alguien que sí sepa besar. — bromeó

— Los mentores están para enseñar ¿Me equivoco?

Las mejillas de Peter explotaron.

Tony acomodó sus manos al rededor de las mejillas del niño y lo volvió a besar.

Un beso realmente exitante y tierno, lleno de pasión y cariño. Completamente nuevo para la casi nula experiencia del menor. Simplemente genial para el mayor.

Y todo gracias a una mandarina.

***

Dije que estudiaría hoy, pero realmente me ganó la tentación de publicar... :( Disfrutenme mientras puedan que los exámenes comienzan el martes.

Batty❤️

Días de colores [Starker] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora