Ya era de tarde, las cuatro, para ser exactos. Peter caminaba lleno de energía por las calles de Corea, paseando por el enorme mercado, maravillado por todas aquellas cosas que en su vida había visto, seguido por un Tony sereno, quien lo miraba con ternura y amor cada vez que le mostraba algo que llamaba su atención.
— ¡Mira esto, señor Stark! — llamó el menor al ver un puesto lleno de muñecas muy hermosas — Son muy hermosas, a May le hubieran vuelto loca, amaba las muñecas pullips — Charlaba sin parar. Luego dejó la muñeca que había tomado en su lugar.
— Sí, mocoso, son muy bonitas. — contestó.
Siguieron caminando por los interminables pasillos de aquél mercado tan enorme. Ya les parecía como que nunca hubiera de acabarse, hasta que se toparon en la esquina mismo con un restaurante, algo pequeño pero llamativo, y recordaron que aún a las cuatro de la tarde no habían almorzado.
— ¿Quisieras comer aquí, Parker? — consultó el mayo apoyando su brazo sobre el hombro del niño.
Peter miró todo el lugar con estrellas en los ojos, como si fuera un niño pequeño en una dulcería lo hacía sentir aquel país. Asintió rápido con la cabeza y tomó la mano de su novio, entrelazó sus dedos y lo jaló hasta la entrada.
— Corea es genial, señor, y ¡apuesto que su comida aún más! — dijo lleno de ánimos entrando a aquél lugar.
Y efectivamente, no era muy grande. Era lugar como para seis mesas de cuatro personas.
A un costado de las mesas había una barra grande de color madera, detrás de esta se podía ver toda la cocina, y por ende, como se preparaban los alimentos.
— Sentemos allí, por favor, Tony — pidió el chico.
Tony accedió y tomaron asiento, pusieron los celulares sobre la mesa y esperaron a ser atendidos.
Un chico de cabello rosa pastel se aproximó a su mesa y sonrió, ates de poder decir media palabra Peter empezó a hablar.
— ¡Hola! Soy Peter Parker, ¿Tú hablas español? — el muchacho lo miró y rió un poco antes de contestar.
— Hola, Peter Parker, sí hablo un poco. — respondió amablemente —¿Quieren ordenar algo? Tener muchas opciones buenas. — Dijo el chico con un español bastante entendible.
Peter dió una rápida mirada a la carta del restaurante y luego levantó la vista a Tony.
— No sé que pedir.
El mayor tomó la carta y la abrió, simplemente pidió lo primero que vió
— Esto. — señaló un platillo llamado kimchi. El chico asiático asintió y se retiró.
Ambos quedaron esperando el "almuerzo". Peter tomó el celular y comenzó a revisar que había de nuevo.
Más de 37 mensajes de Harry.
Peter suspiró frustrado y rodó los ojos al igual que lo hacía Tony, empezó a leer los mensajes que había acumulado en tres días y vaya que solo le causaban incomodidad.
La mayoría eran de disculpa, y otros eran justificaciones de su errático comportamiento. Peter solo respondió con una carita feliz.
En menos de dos minutos llegó otro mensaje
"Realmente lo siento"
Peter lo ignoró.
"Por favorcito, discúlpame"
Lo volvió a ignorar y guardó el móvil en su bolsillo.
Tony notó la incomodidad de su novio y no tardó en manifestar su curiosidad sobre lo que sucedía.
Peter simplemente explicó diciendo que "Hay personas que no entienden cuando uno quiere su espacio". Tony lo tomó como una ligera indirecta.
Lo único que el joven Osborn había conseguido era arruinar el ánimo de Peter y cargarle la comida.
***
—
¡Te digo en serio que es lo mejor para ambos! — lloriqueo Steve con su amigo al lado, amigo que por cierto ya estaba podrido de las repetidas veces que habían tenido la mismísima conversación.
— La última vez que tocamos el tema, te enfadaste ¿Recuerdas? Ahora ni siquiera estoy hablando, solo te oigo y ya te estás sacando de onda.
Bucky tenía los brazos cruzados como hace treinta minutos, cuando Steve empezó a hablar de Tony y su nuevo amorío.
— En verdad necesito que me ayudes a separarlos. ¿Crees que terminará bien para mi Tony si descubren que se revuelca con su pupilo, del cual es tutor? — trató de chantajear el rubio.
Bucky rodó los ojos frustrado.
— Bien sabes que eso me resbala.
Steve solo chilló como un niño malcriado que quiere un juguete de una tienda.
— Te lo volveré a decir por una última vez, oyeme bien, ridículo. ¡déjalo en PAZ! y quizás tengas oportunidad de reenamorarlo.
Pero Steve siguió con su terquedad, hablando calumnias de Queens, diciendo que solo estaba con Tony por calentura y dinero, y que apenas tuviera oportunidad huiría con el amante que seguramente tenía.
Bucky, por otro lado, no conocía en lo más mínimo al tal Peter Parker, bueno, de saber quién era sí, pero jamás hubo mucho contacto y las veces que hablaron ni siquiera fueron conversaciones productivas.
Era básicamente como si Steve le hablara de un muerto, y claro, a los muertos se los deja muertos.
Ya ni le prestaba atención a las descabelladas ideas de su rubio y paranoico amigo, quien sólo parecía divagarse con suposiciones estúpida e incoherentes, cuando escucho como Steve saltaba de ánimos.
— Lo tengo — gritó de golpe — ¿Como no lo pensé antes? ¡Gracias Buks!
— No, no, no, a mí no me metas en tus guarradas. — advirtió su amigo. — ¿Qué es lo que "tienes"?
— Le tenderé una trampa al idiota ese del niño.
— Es un adolescente, no un estúpido. — soltó el soldado abriendo una lata de cerveza.
— No será tan difícil, o eso espero. Solo tengo que hacer creerle a Tony que el niñito ese le está poniendo los cuernos y Bam, aparecer y recuperar mi territorio — sonrió maliciosamente.
Bucky volvió a beber otro trago de su cerveza y se apretó el tabique de la nariz.
— ¿Y se puede saber con quién le será "infiel"?
— Solo es cuestión de indagar. — contestó sin borrar la perra sonrisa de su rostro.
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Días de colores [Starker] EDITANDO
FanficSolo Tony puede sanar las heridas emocionales que quedaron en Peter luego de todos los acontecimientos horribles. Edades: > Tony. 37 años > Peter. 17 años Nro 1 en "marvelgay" 18/03/21