O6 | incomprendidos.

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—Vamos por aquí

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—Vamos por aquí. —JinYoung señaló la esquina que tenían próxima, a lo que JaeBeom se encogió de hombros.

—Tú eres el guía.

Infló sus mejillas mientras continuaban caminando.

JinYoung había estado pensando en diversas maneras para enfrentar a su amigo, pero hasta ahora nada le convencía. YuGyeom tenía algo de razón, una vez que se expusieron, no han parado de evitarse mutuamente. YoungJae toma los asientos más alejados del chico y JaeBeom evitaba a toda costa los lugares donde éste frecuentaba.

¿Qué si esto dificultaba las cosas? ¡Por supuesto que lo hacía! JinYoung quería borrar la sonrisa burlona del tailandés, pero estos tontos se lo ponían difícil.

Así que, debía tomar medidas drásticas para resultados más efectivos.

—Sigo sin creerme que el director te obligue ir al campamento.

—Sí...—evitó a toda costa mostrar demasiada emoción, estaba furioso.— Una lastima, ¿no?

Como presidente de su clase, tiene uno que otro beneficio como saltar su obligación de dirigir y vigilar a su grupo en el campamento. En realidad, él cree fielmente que las personas que decidieron fallar en sus clases deben encargarse ellos mismos de sus problemas, ya tiene bastante con las reuniones y el consejo estudiantil en general. Como si ser superiores en la escuela tiene algo que ver con la política, pero los principales insistían en trabajar como tal. JinYoung decidió asistir ésta vez para colaborar con el plan, más que nada porque dudaba que YuGyeom pudiese captar algo aún con los dos sospechosos a su alcance.

Quizás no extrañe tanto las reuniones de esas semanas, podría intentar divertirse jugando al detective. Hace mucho que no pasaba por el campamento porque sus notas eran casi perfectas y no tenía sentido tampoco ir sin sus amigos, los cuales consideraban el evento como lo peor del mundo. Sin embargo, JaeBeom se veía tranquilo, lo que podría significar algo o solo le importa muy poco.

—Habría sido una completa lástima si tu madre no hubiera decidido darnos refrigerios, la mía solo me dijo que en el campamento debían darnos todo o yo era estúpido por pensar que estaría cómodo.

—Solo tú piensas que vas a estar cómodo en algo financiado por la escuela.—la madre de Park no era tonta y no permitiría que su pequeño pasara hambre, por lo que les dio dinero y los mandó a comprar comida suficiente por si lo que ofrecieran no les llenaba del todo. De hecho, ni siquiera permitían llevar tus propias cosas, así que después tendrían que revisar como esconderían todo.— Además, no te ilusiones con quedarte con todo, yo mismo decidiré cual serán tus partes.

—Por eso decidí traer mis ahorros —agitó el pequeño muñeco de cerdito gris  en sus manos, las monedas resonaron en el interior.—. Toda mi vida como jugador de canicas está aquí, no pienso quedarme sin mis JaeJae.

―al final se quedan juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora