YuGyeom cree fielmente que YoungJae y JaeBeom deberían ser pareja, pero todos opinan lo contrario ante la cantidad de discusiones que han presenciado de éste dúo. ¿Qué puede ocurrir en todo el viaje que el menor de sus amigos deberá hacer para logra...
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―¿Enloqueciste?
Durante el almuerzo, todos se encontraban demasiado aturdidos por la declaración de YoungJae que no lograron formular otras palabras. Pero, Kunpimook no iba a dejarlo pasar, mucho menos cuando la maestra de Arte les permitió hacer equipo.
YoungJae solo coloreaba lo que Kunpimook le indicaba, pero después de un rato solo le indicó que escribiera y no rompiera más hojas. El chico era desastroso, siempre ha sido de ese modo, pero ahora sus movimientos eran tan erráticos que el tailandés estaba más preocupado que nunca.
―No me ignores, estoy haciendo una pregunta seria, YoungJae.
El nombrado suelta un suspiro, dejando el lápiz sobre la hoja y mirando al menor con cierta irritación.
―Estoy en todos mis sentidos.
―Lo dudo. ―dice el tailandés.
YoungJae puso sus ojos en blanco, Kunpimook dejó de dibujar para girarse completamente hacia él.
―YoungJae. ―el mayor alzó sus cejas ante el ligero temblor que soltó en su voz― ¿De verdad vas a intentar que te expulsen?
―¿Por qué suena como algo grave ahora? ―su tono era aburrido, ladrando su cabeza― Siempre me meto en problemas y no será muy diferente si lo hago al propósito. Disfrutaré en realidad ser responsable de algo.
―YoungJae, no estás pensando en las consecuencias de todo esto. ―Kunpimook siente desespero ante el poco interés que el mayor estaba demostrado sobre lo que significaban sus decisiones― Si te expulsan, no te admitirán en ninguna escuela privada o semi. De hecho, con suerte te aceptarán en una pública.
Como si eso fuera algo que le preocupara, YoungJae está agotado de trabajar todos los fines de semana y vacaciones para pagar por estar en un establecimiento del que no siente ningún deseo de estar. De hecho, consideraba que el tema de escuela pública en contra de una privada era algo tonto, porque el sistema educativo seguía siendo igual de deficiente y las personas solo disimulaban un poco su personalidad desagradable.
Sabía que seria terriblemente juzgado si lo admitía, pero la misma escuela hacia que YoungJae no le importara en lo absoluto si aprendía o no. Ni siquiera recuerda los largos textos que tuvo que leer para historia o que algo que no sea el estrés que siente en los exámenes finales, resalte el contenido que debió repasar y que reflejaría que estaba grabado de por vida en su mente. El único premio que cree merecer es por haber memorizado muy bien la tabla de multiplicar, solo porque aprendió que le gustaba las canciones individuales de cada una.
―No me afecta.
El tailandés desea tomar su cuello y apretarlo hasta que no llegue el oxigeno a su cerebro, soltaron y esperar a que eso funcione para reiniciarlo. Pero, estaban en clase, YoungJae era mucho más fuerte que él y la violencia nunca es la solución por más tentadora que se vea.
