Mark y YoungJae intercambiaron números teléfono, con la promesa en que el primero le escribiría al instante en que consiguiera luz verde para su plan. No creyó que el mayor aceptaría proporcionarle ayuda, pero el chico pensó que era algo bastante justo como castigo a las acciones de las porristas.
Y lo mejor de todo, no sospechó ni un poco sus verdaderas intenciones. Mark creyó completamente su propuesta de marcar límites, considerando los problemas que muchos han tenido que soportar a causa de los rumores. Había algo de verdad en aquello, pero YoungJae necesitaba que el video desapareciera cuanto antes del teléfono de la persona que lo grabó y que sienta el miedo suficiente para no revelar lo que realmente pasó ese día.
―¿Qué estás tramando?
JaeBeom accedió a dar una caminata con él después de detención, la cual terminó siendo en balancearse por más de una hora en los columpios de un pequeño parque. YoungJae, en primer lugar, estaba hasta el tope de la adrenalina y dejó de pensar con claridad al inicio de su castigo. Ultimatente, era algo con lo que lidiaba, olvidarse de su razonamiento cuando se trataba de su nemesis.
¿Siquiera podía llamarlo así? Es decir, él no era su único enemigo, pero estos no le producían la misma tonta emoción al agarrarse las manos cuando sus columpios se detenían.
―¿De qué estás hablando? ―preguntó, empujandose un poco más hacia el extremo de su columpio debido a que la distancia dificultaba su agarre.
―Siempre tienes esa mirada demente cuando planeas algo. ―dice, señalando su rostro su la mano libre― Así es como descubro cada vez que intentas jugarme una broma.
―¿Y funcionó para algo? Igual, acabábamos castigados. ―se encogió de hombros.
―Nada te puede detener cuando tienes esa mirada, sería fatal para ti no conseguir lo que quieres. ―responde, soltando su mano para levantarse de su columpio― Eres un bebé llorón.
―¡¿Cómo me llamaste?!
Pero, no recibiría ninguna respuesta. JaeBeom se posicionó detrás de su columpio y empezó a empujarlo con fuerza, YoungJae soltaba quejas, diciéndole que aquello no era divertido ―y era un poco brusco debido a que quería llevarlo alto―.
YoungJae sintió que dejaba de respirar cuando lo soltó, el columpio se mecia con fuerza y apretó las cadenas, cerrando sus ojos para no mirar. JaeBeom dejó de reír cuando notó como el menor se encogía, maldiciendo por no recordar algo tan importante como aquello.
Lo peor ya había pasado cuando logró que el columpio se detuviera, tomándolo antes de que se alzara y jalando para que regresara. YoungJae se encontraba inmóvil, con sus manos aferradas al columpio. Jaebeom se sintió tan culpable, deslizando sus brazos por su cintura y apretando su espalda contra su pecho. Tardó unos segundos antes de que el menor se despegara de las cadenas para ahora, sostenerse de los brazos de JaeBeom.
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―al final se quedan juntos.
SpiritualYuGyeom cree fielmente que YoungJae y JaeBeom deberían ser pareja, pero todos opinan lo contrario ante la cantidad de discusiones que han presenciado de éste dúo. ¿Qué puede ocurrir en todo el viaje que el menor de sus amigos deberá hacer para logra...