Las pruebas de Quidditch

3.7K 233 32
                                    

Eran las cuatro de la mañana y Sirius negociaba con Peeves para que no los delatara. James vigilaba nervioso desde la puerta de la sala de trofeos. Filch había pasado por ahí hace menos de un minuto pero no los había visto.

-Apúrate Canuto, mañana luego del almuerzo tendremos pruebas de Quidditch.

-Ya está, le prometí entretener al Barón Sanguinario el lunes para que llenaran de bombas fétidas la oficina de Flitwick.

-¿Porque Filius?- Sirius le respondió encogiéndose de hombros.

-Salgamos rápido de aquí James, Filch está cerca, Peeves nos ayuda.

Pasaron en puntillas de pie dos pisos y cuando escucharon los gritos del celador se aseguraron que ya podían correr.

Llegaron a sus habitaciones agitados despertando a sus compañeros.

-¿Encontraron algo nuevo?- Pregunto Colagusano.

-No, nada de nada. Pero casi visitamos el despacho de Dumbledore para ver su nueva caracola- Bromeo Sirius quitando sus zapatos.

-Vamos ya, ya, ya, ya-Apuro Cornamenta a sus amigos durante la comida. Estaba preocupado por llegar a tiempo a sus primeras pruebas de Quidditch como capitán.

-¡Para, para, para! ¿Quieres que me atragante?- Canuto comía el doble de lento que siempre, disfrutaba sacar de quicio a James.

-¿Pod ge no va vom zomo?

-Ei Lunático, suelta ese filete de carne, nosotros no aullamos a la luz de la luna para entender tu idioma-Replico enfadado James, estaba muy molesto.

Remus trago ruidoso y volvió a repetir.

- Dije, ¿porque no vas vos solo?

El azabache suspiro impaciente para salir a paso firme del Gran Comedor.

El tiempo había mejorado; el sol iluminaba los terrenos de Hogwarts y el viento era leve y refrescante. Una vez que salió de los vestuarios con su capa de vuelo saludo a los nuevos aspirantes. Lupin y Peter se encontraban en las gradas con Lily y... Dirk Cresswell.

Los alumnos nuevos eran peores que cualquier otros. Pocos de ellos sabían realmente volar, además, muchas de aquellas chicas habían ido hasta ahí solo para estar junto a James y Sirius. Susurraban y reían tímidas cada vez que ellos las corregían.

Al final, solo eligió un cazador y un golpeador (que al menos sabían el nombre de las pelotas) para ocupar los puestos de los jugadores que ya estaban graduados. Agotado y decepcionado voló hasta donde estaban sus amigos.

-Tal vez no sea el mejor equipo de todos, pero no es tu culpa- trato de Remus de hacerlo sentir mejor, en vano.

-La verdad es que no me importa si el equipo es bueno o no, no entiendo como no aceptaste alguna de esas chicas que nos perseguían... Tal vez tú podrías haber elegido una y yo otra- Canuto ya se encontraba muy comodamente acostado en las gradas, con la escoba sobre su pecho.

-Sirius, no me vengas con eso ahora. Consigue novias tu solo.

Lily no pudo evitar reírse, seguía con su novio Dirk, quien estaba sentado a su derecha y le tomaba la mano.

-¿Qué te ríes Evans?- Cornamenta la desafió mordaz, ella volvió a reír.

-Cálmate Potter, eso creo, que deberías calmarte, son solo unas pruebas de Quidditch.

-¿Solo unas pruebas?- repitió incrédulo- no son solo unas pruebas y nada más... ¡Es toda la temporada!... ¡MI PRIMERA TEMPORADA COMO CAPITAN!

Cresswell bufo. Los merodeadores comenzaron a levantarse despacio de sus asientos porque sabían que esto no iba a terminar bien y se fueron. Pero James no.

-¿Qué te pasa? ¿Eres idiota de nacimiento o te haces? Puedo escucharte.

- Ah, si... Lo que pasa es que eres grandioso, con tus bromas y todo eso, también eres muy inteligente. Pero, creo que la gente no se equivoca al decir que eres un arrogante histérico- Le contesto con tranquilidad, mientras acariciaba tranquilo la mano a su novia. Eso hizo que el azabache enfureciera más.

-Lily, ¿en serio quieres a este idiota? ¡Vamos Evans, tú te mereces más que esto!- Le grito el muchacho al intentar sacar disimuladamente la varita de su bolsillo.

-James, por favor, no empie...- La pelirroja no pudo terminar de hablar. Cornamenta voló por los aires hasta la cancha luego de que Dirk, quien fue mucho mas rapido, lo encantara con un hechizo desmayador.

Por alguna razón le dolía la cabeza. Escucho las voces de Sirius, Remus y Peter pero no quiso abrir los ojos. Luego hablo Lily y el chico de lentes abrió los ojos tan rápido como recordó todo.

-Vaya Cornamenta, sí que nos tenías preocupados. Casi lloramos por los pasillos cuando nos enteramos de lo que te ocurrió -le explico irónico Canuto.

James se tocó la sien instintivamente y descubrió que una venda le cubría la cabeza. Estaban en la enfermería y unos ojos verdes lo veían preocupado. Ella estaba sentada en la punta de la cama, mirándolo aturdida.

-Lo siento, sé que es mi culpa y fui una idiota. Ah, y tenías razón, el también es un idiota- Le explico Lily apenada.

- ¿Hace cuánto estoy acá?- Pregunto Cornamenta tratando de evadir las disculpas, no tenía ganas de discutir ahora y menos al frente de sus amigos.

- Hace una semana y algunos días -Hablo Peter- Resulta que tu cabeza golpeo más fuerte que el resto de tu cuerpo.

-Ves, ella te dijo que eras un cabeza dura- Rio Sirius señalando a la pelirroja para tratar de cortar la tension entre ambos.

Y James no pudo evitar sonreír para después encontrarse con aquellos ojos verdes. Era hermosa, tenía que admitirlo, era inevitable no mirarla. Ella comenzo a sentirse algo incomoda, el no sacaba su mirada.

Sirius carraspeo la garganta y rio ante la cara perdida de su amigo. Se levantó y se fue con el resto de los merodeadores dejándolos solos en la enfermería. No solo se tenían que pedir perdón, si no también, aunque Cornamenta no se lo dijera, el chico de ojos grises sabía muy bien que su amigo amaba a Evans, por eso les permitio un tiempo a solas.

Los dos se miraron por unos largos segundos, tal vez los segundos más largos de toda su vida. La enfermeria estaba completamente en silencio y no habia señales de Pomfrey. Finalmente, el muchacho hablo.

-Tengo una venda en la cabeza -Era lo mas estupido que habia dicho en su vida.

-¿En serio?- Rio sarcástica- No lo había notado Potter.

-Pues la verdad, es que no la tendría a no ser por tu noviecito...

-No James, ya no lo es, no seas idiota, nunca andaría con alguien violento.

-¿O te preocupas por mí?

-Potter, a ver si lo entiendes... Mi novio te golpeo por una estupidez. Además, vi que también tratabas de sacar tu varita. Tú le hubieras golpeado, pero él fue más rápido... Lo que me enseña que además de tu arrogancia fanfarrona, eres tan violento como él.

-Touché, ¿viniste aquí solo para regañarme?

- Si, y por compromiso.

-¿Y por compromiso saldrías conmigo?

- No -Contesto fríamente la pelirroja para luego salir por la puerta de la enfermería.

James Potter y el mapa del merodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora