Había sido una buena idea no viajar en motocicleta con Sirius. El frío era tan intolerable que Lily, por más que estaba enojada con él, se entristeció al pensar que al pobre Canuto se le debía de haber congelado hasta la última pulga que habitaba en su cuerpo. James y Lily habían tenido una mejor idea: desde la mansión Potter, con la capa de invisibilidad sobre ellos, realizaron una aparición conjunta para llegar a Hogsmade. De allí, irrumpieron en Honey Dukes y, gracias a que James era un excelente merodeador que conocía cada uno de los pasadizos secretos, entraron al sótano del negocio, el cual conectaba con la estatua de la Vieja Tuerta que descansaba en Hogwarts.
Por más que había sido algo incómodo caminar con la capa, fue lo más seguro y sano, al pensar que nadie los había visto y, aunque no fuera su función, la capa era un reconfortante abrigo.
Como les había dicho Dumbledore: "No hay nada como un pudín de frutas a las nueve".
Con un aire de melancolía caminaron por todos los pasillos, se cruzaron a Filch con la señora Norris, a McGonagall, a Slughorn (quien los entretuvo con una larga charla) y a Hagrid, quien fue invitado a tomar el té en las vacaciones.
Cuando el reloj anuncio las nueve, James y Lily caminaron hasta la gárgola de bronce que conducía al despacho del director.
-Pudín de frutas.
La gárgola giro sobre sí, dando paso a una larga escalera en espiral.
Sirius, Remus y Peter ya estaban allí, sentados en unos sillones frente a Dumbledore.
-Buenos días señorita Evans, buenos días señor Potter.
-Buenos días profesor Dumbledore- devolvieron el saludo al unísono, mientras se sentaban con una gran sonrisa a un lado de sus amigos.
No sabían porque el profesor los había invitado hasta allí, pero parecía ser importante. Les había enviado una lechuza a la mansión Potter, exigiendo la presencia de ellos cinco en Hogwarts.
Dumbledore estaba por abrir la boca para comenzar a hablar, pero se detuvo el mismo, entrecerrando sus ojos y fijando su vista en la capa de invisibilidad que James llevaba en su mano. El muchacho lo noto.
-Oh, emm... Es mi capa de invisibilidad -le conto mientras la dejaba sobre el escritorio del director-, lleva en mi familia muchos años y, sorprendentemente sigue funcionando como nueva, no recuerdo ni una sola vez en la que mi padre o yo hayamos aplicado el encantamiento desilusionador. ¡Es excelente!
-¡Vaya, vaya! -comento Dumbledore con una gran sonrisa y brillo en sus ojos. Como si hubiera encontrado algo que buscaba hace muchos años.- ¿Es usted señor Potter, por casualidad, descendiente de Ignotus Peverell?
-Pues, no recuerdo conocer a algún pariente con el apellido Peverell. Pero quien sabe, los Potter somos de una larga descendencia que ha pasado por muchos apellidos.
-Vaya, curioso... -musito Dumbledore sin apartar sus brillantes ojos azules de la capa- ¿Crees que podrías prestármela James? Ya sabes, para averiguar que es lo que la hace tan útil y saber si podremos...
El tono de voz del anciano se hacía cada vez mas inaudible, hasta que al último, solo movia sus labios. Lily y los merodeadores se miraron asustados, Dumbledore parecía hipnotizado por una simple capa.
-Emm... Sí, señor. Podre prestársela todo el tiempo que quiera. Solo existe un problema, y es que no podremos volver por... -Se sobresalto al ver como, rápidamente, Dumbledore volvió a mirarlo, saliendo de su ensimismamiento. Al notar el rostro asustadizo de los jóvenes, el director trato de enmendar su comportamiento... ¡Que ambicioso podía llegar a ser! Reparo en esbozar su típica sonrisa amable y rompió el silencio, ofreciendo amablemnte:
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James Potter y el mapa del merodeador
Fiksi PenggemarTodos los personajes y ALGUNAS de las situaciones, son de mente e imaginación de JK Rowling. Una precuela del universo de Harry Potter y la primera guerra mágica. Sus protagonistas James Potter, Lily Evans y los merodeadores participan en esta histo...