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Kichanpavon

Al fin tengo a mi hija en brazos, al fin estamos en casa.

Estamos todos juntos tanto la familia de Gigi como la mía, también están los hermanos Simeone.

-Se va a acostumbrar- Gigi mira a Giovanni

-Como mucho dos horas dura en la cuna- lo miro

-Hay que empezar a despegarse- dice Sushai

-Pero si están chiquita mi reyna- mi vieja mira su nieta

-A uno por uno los voy a llamar cuando no pueda alzarla y ella quiera estar en brazos- dice Gisell

-Rre contra mimada va a ser- Gian le agarra la manito.

Ámbar duerme muy tranquilita en los brazos de Giovanni.

Esta nena se está acostumbrando demasiado a estar en brazos, y claro, eso solo significa un problema para Gigi y para mí.

El finde viene el viejo— Gian mira a Gisell.

¿Posta? Ya lo quiero ver al careta ese que no pisa Argentina.

–Si, y lo convencimos de que viniera para que conozca Ámbar.— dice Giovanni.

Igual me escribio, estuvo al tanto de todo.— vuelve hablar Gigi.

Rodri se sienta a mi lado y me da el mate. Me mira por unos segundos hasta que doy cuenta, me pone nervioso que me miren tanto y tan cerca.

¿Que?— lo miro— ¿Que pasa?

–Nada

–Entonces deja de mírarme boludo.

–¿Te acordás cuando nació Cande?

–Si

–El día que la conociste te dije que algún día se te iba a dar y también ibas a ser papá— mira a mi hija y luego vuelve a mírarme— Y ahí está, se cumplió

–Es posta, me lo dijiste. Ni yo lo puedo creer todavía.

–Te entiendo, pero ya vas a caer. Cuando estes solo con tu mujer y tu hija ahí te vas a dar cuenta de lo que estás viviendo, un sueño kichan.

–Si— asenti— Te pusiste cursi boludo.— reímos.

–Te lo digo porque ya lo viví.

–Lo se..

Mi suegra se lleva a Ámbar a la habitación, todos hablan y no queremos que se despierte.

Lo que dice Rodri es verdad, quizás ahora porque están todos en casa y hablamos no me deja caer del todo en que ya tengo a mi hija. En que ya empecé a formar mi familia.

Entro al cuarto y mi suegra me deja solo con mi hija. Verla dormir me transmite demasiada paz, es todo lo que quiero y ahora en lo único que pienso es hacerla feliz y que crezca sana.

Mi amor— Gigi me toma de la cintura.

Hermosa— sonrió y la abrazo.

Miramos a nuestra hija dormir.

–¿Quien diría que iba a tener una hija de Pavón?— me mira y sonríe.

¿Quien diría que íbamos a terminar juntos después de tanto?

–Cierto..

–Siempre supe que ibas a volver, y que íbamos a terminar así.— la miro.

¿Así?

–Si— asentí con la cabeza— Todos saben que si no te hubieras ido de Corboda no nos hubiésemos separado nunca.

–Te recuerdo que vos estabas enojado conmigo ese día que me fui— gira su cuerpo y queda en frente de mi— Iba a estar difícil para que te perdone.

–Es verdad, era un pibito que no sabía nada.

–¿Eras?— rie

–Ah buee— me hago el ofendido— Ahora si se lo que hago, mira si no.

Apunto la cuna con mi cabeza.

Igual todo nos sirvió para estar así ahora— cruza sus manos por mi cuello.

Si, y lo volvería a pesar mil veces si el resultado fue era este.

–Te amo hermoso— me da un corto beso.

Las amo mis princesas— le doy un beso.

Me abraza y en ese momento miles de recuerdos pasan por mi mente.

Todo lo que pasamos cuando éramos chicos y ahora juntos con Ámbar.

Pensar que me ponía celoso de los Simeone y ahora los tengo en mi casa con mi hija en brazos.

Volver a verte •Cristian Pavon• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora