Academia de Héroes

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Torunn ni siquiera sabía en qué momento había aparecido el portal, apenas sintió el jalón y al segundo siguiente ya estaba en el suelo de una habitación completamente blanca, sin ventanas ni nada más que una simple puerta al otro lado. 

Si esta era la prueba, la hija de Thor esperaba mucho más.

― «Inicio de la prueba uno. Prepárese, candidata» ―la voz de Friday le tomó por sorpresa, aunque eso no significaba que había demostrado algo.

De las paredes completamente blancas se abrieron múltiples compuertas. Torunn rodó los ojos, al notar las muchas partes de máquinas que se estaban armando con una velocidad alarmante. 

― «Para completar la prueba debe atravesar la habitación y cruzar la puerta a salvo. Mucha suerte, Torunn T.S»

Los ojos rojos de más de diez robots humanoides se encendieron al mismo tiempo en que avanzaban hacia ella. 

― ¿En serio? ―exclamó para sí misma, ya que no había nadie allí que le contestara, y dudaba que Friday estuviera programada para hablar en esa situación―. Siempre son robots.

Con un rápido movimiento soltó su cinturón metálico, convirtiéndolo en su confiable espada asgardiana y se defendió del ataque cortando brazos, cabezas y partiendo por la mitad a un par más. Demasiado sencillo si lo pensaba bien, ya que apenas había recibido un par de golpes en todo el proceso y nada demasiado grave, aunque no tuviera su armadura. 

Tenía que pedir que aumentaran la dificultad de esas cosas, ni siquiera era divertido si no tardaba más de unos minutos en soportarle los golpes con su espada, claro que entendía que todo era para probar sus habilidades, pero pudieron hacerlo un tanto más difícil, así no sería tan aburrido.

Una vez todos sus enemigos estaban destrozados, apoyó la espada en su hombro y se volvió en dirección a la puerta sin mucho apuro. Ni siquiera llego cerca de la salida cuando algo hizo temblar el suelo segundos antes de que la atacaran por la espalda, dejándola sin aire.

Estaba a punto de levantarse cuando lo mismo que la derribó le sujetó de la pierna y lo siguiente que supo es que estaba contra la pared, completamente desorientada. Apenas pudo quejarse pues notó lo que había ocurrido; las múltiples piezas de robots destrozados se habían combinado para formar un único robot gigante y deforme. 

¿Cómo había pasado eso? Torunn no tenía ni idea, pero ya había destrozado a todas esas piezas una vez, lo haría de nuevo. 

Se levantó decidida, mientras el robot se acercaba peligrosamente para volverla a golpear, aunque se dio cuenta en un mal momento que no tenía su espada. Seguro la había soltado cuando la arrojaron. Muy tarde intentó retroceder, no obstante el robot ya había bajado el brazo de forma violenta y Torunn sólo pudo intentar frenar el golpe con las manos. 

¿Tenía que pedir que fuera más difícil? pensó amargamente la chica, viendo que no podría detener por más tiempo el puño del robot, era demasiado fuerte incluso para una Diosa como ella. Sin otra salida, llamó a su espada, así como el Stormbreaker de su padre, su arma acudía cuando lo necesitaba. Levantó el puño del robot lo suficiente como para escabullirse, tomar su espada y cortarle el brazo de un sólo golpe. Con el mismo impulso, clavó la espada en el pecho del robot, pensando que con eso lo derrotaría, pero lo único que paso fue que la máquina uso otra mano para arrojar a Torunn de nuevo contra la pared. 

Estaba intentando ignorar el dolor y ponerse en guardia, cuando una leve alarma sonó por la habitación.

― «Para completar la prueba debe atravesar la habitación y cruzar la puerta.» ―volvió a sonar la voz de Friday, aunque Torunn la ignoró y se lanzó para recuperar la espada.