Es Lindo Verte Llorar

ILUMINANDO LA OSCURIDAD

El día llegó, era el cumpleaños de Marta, ya después de 2 semanas de preparación, quedaron en decorar la casa con tonos rojos y negro, dar una mezcla entre vino blanco y jugo de mora a los invitados, de cena, un delicioso y enorme pavo marinado, con 3 salsas diferentes para compartir, una ensalada italiana hecha con papa, remolacha y maíz dulce, de postre un flan casero; y como era de esperarse, una rica torta de pasta blanda, rellena con chocolate fundido y fresas, adornada con una crema color castaño y fresas que formaban la frase: "Feliz día a todos" Marta no quiso que dijera solo algo para ella. Llegaron los invitados, 2 familias algo pequeñas y muy comunes, a pesar de ser de clase alta, eran muy gentiles; pasaron unos minutos y llegaron los invitados principales, los Bastidas, venían formales, con trajes y vestidos elegantes pero no tanto como para crear tensión, se saludaron como era costumbre, pero faltaban 2 personas, Marta y su hija, las cuales harían una entrada triunfal por las escaleras; todos conversaban entre sí, no fue difícil entrar en confianza, todos eran similares, ahí la amistad y bondad vencían las clases sociales. Se escuchó un taconeo y todos pusieron la mirada en esa flameante escalera; Mariana bajaba de manera apresurada para decir en voz alta: "Con ustedes la cumpleañera" todos se levantaron y aplaudieron halagando el hermoso vestido color rojo primavera, que acompañaba con unos tacones nada altos de un color dorado, se veía fascinante ante todos, pero para Anthony, la más hermosa era Mariana, aunque estaba vestida normal, ya que estaba ayudando a su madre con el maquillaje y qué ropa escoger; para él, ella se veía radiante, de inmediato se saludaron todos, Mariana se disculpó por su atuendo diciendo que se iría a cambiar en unos segundos, en el momento del saludo entre los dos jóvenes, Mariana exclamó:

|No quería que me vieras así, pero pronto conocerás la Mariana elegante. Soltando una sonrisa.

A lo que él respondió: La elegancia de las personas está en su corazón, y tú ya estas como para alfombra roja.

Ella sonrió algo impresionada, y se fue de manera rápida a cambiar...

Después de unos 30 minutos, se fueron al estudio porque iban a mostrar un video hecho por Manuel sobre la historia de su madre, mientras estaban ahí reunidos entró Mariana, llevaba puesto un elegante vestido de un tono vinotinto, con una pequeña abertura en su espalda, un poco acampanado, acompañado de unos tacones de otro tono de vinotinto en modo opaco, esto deslumbró a Anthony, el cual no dejo pasar la oportunidad de decirle lo linda que estaba, a lo que ella le devolvió sus halagos, el ambiente era hermoso, todos tomaron asiento, faltaban 3 sillas, Anthony se ofreció a buscarlas, le dio una al señor Tabares, uno de los invitados, una a su padre y la otra era para él; A lo que Mariana se fue a buscar otra silla, el video había comenzado, sonaba la canción favorita de Marta "entre tu mente y la mía" una pieza clásica, la cual iba del bolero a algo parecido al tango; Mariana apareció con una silla la cual colocó al lado de Anthony, a lo que él le preguntó en voz baja:

-¿Por qué otra silla? ¿Falta alguien?

A lo que ella respondió inmediatamente: No, pero estas muy galante, y soy muy celosa.

Esto dejo lo dejo anonadado, solo sonrió, y vieron ese desenlace de imágenes donde se mostraba el desarrollo de Marta, desde su niñez, lo complejo que fue para ella estudiar, los problemas con su familia por ser una mujer y querer irse a la cuidad, hasta sus últimos días donde llevaba las finanzas de la familia. Terminó el video, todos aplaudían, habían personas encargadas de preparar la comida, servirla y acomodar la velada, en ese instante llamaron a comer, pero antes, Anthony debía llevar esas sillas a su destino, solo faltaba una, ya casi todos rodeaban la mesa para cenar, cuando el joven fue a levantarla escucho un pequeño reclamo de Mariana:

-Esa es mía. –él contestó- ¿Para que la necesitas? Ella lo miro fijamente y respondió:

-En el lado de tu familia solo hay 4 sillas, ¿Dónde me voy a sentar? Y se la llevó.

Él no entendía a qué se refería, se fue al comedor y al llegar faltaba solo él, se disculpó por la demora y se sentó, algo estúpido porque se debían parar para hacer el brindis, pero él lo hizo, en el momento de tomar su copa, se percató que la persona que estaba a su derecha llevaba un bonito brazalete con una "L" levantó la cara y sí, era Mariana. Todos pensarían que ella debía ir con su familia, y en realidad eso hizo, 2 mesas juntas que formaban 18 puestos, ella misma acomodó el orden de las familias, así que en un lado de la mesa estaban los 4 Bastidas y los 4 Rosales, claramente unidos por Mariana y Anthony.

La cena comenzó, la comida estaba deliciosa, pero ellos solo podían pensar en el otro, se preguntaban cuál sería el próximo evento, nuevamente en esa situación, más de 10 años desde esa cena y aún ellos lo sentían, definitivamente era algo especial, para ambos era tenso, trataban de comer de manera adecuada; él hacia su mejor esfuerzo para parecer refinado, y ella trataba de no temblar y parecer nerviosa, para los dos era difícil. La comida terminó, todos agradecieron y felicitaron al chef, se alejaron lentamente, algunos se dirigieron a la sala de estar y otros al estudio; Anthony prefirió el estudio, se acercó a la enorme biblioteca llena de libros de diferentes temas, tenía tal confianza como para agarrar cualquier libro, seleccionó uno titulado "GonadL1" era un libro algo extraño, su inicio era con un "Hubo un lugar donde los arboles lloran, y yo no paro de llorar" en realidad era extraño, era de poesía que parecían canciones, recorría toda la vida, los artistas eran los héroes, no habían muertos, todo era paz, sin embargo los problemas no faltaban, pero todos tenían solución; no pasó mucho tiempo para que llegara Mariana; de forma inmediata el libro perdió toda la atención, ella se sentó a su lado por tercera vez esa noche, y de forma inesperada empezaron una conversación:

-Parece que eres muy celosa –dijo él- ella lo miró algo sonrojada y contestó:

|Solo con las cosas que quiero... -un silencio corrió en la habitación- ¿Entonces soy una cosa?

Desde ahí empezó una conversación sobre las relaciones de las personas, otra vez habían logrado estar en ese mundo, donde eran solo ellos, donde todo era tan feliz como aquel libro tan extraño, tal vez la felicidad es algo tan raro que parece extraña.

Llegó el momento del intercambio, las otras familias también habían hecho uno, eran felices cada uno tendría un regalo; empezó, el Dr. Rafael a Pablo, Pablo a Mariana, Mariana a Lisett, Lisset a Marta, Marta a Anthony, Anthony a Manuel, Manuel a Maria. En el momento de entregar su regalo a Anthony, sucedió algo que le llenó la noche de felicidad, Marta dándole el regalo le dijo en voz baja:

-Es algo sencillo, y muchas gracias, tú me diste el mejor regalo –esto puso confuso a Anthony- ella continuó: Desde el día que planeamos esto, Mariana cambió, ya no es tan amargada, está más energética, volvió a ser ella, gracias, le devolviste la sonrisa a mi hija, y con ella la mía.

Pasaba que Mariana había cambiado su forma de ser desde aquel día tan fuerte para los dos, quizás era por su adolescencia o problemas familiares, pero lo importante es que con él su sonrisa se había ido, e irónicamente con él volvió. Se repartió la torta, todos reían, estaban felices, ya era tarde era momento de irse, así que empezaron a agradecerse uno a los otros, Pablo resaltó que admiraba a ambas familias, a pesar de su estado social, eran muy amigables, como debe ser. A lo que los invitados respondieron:

-Nosotros también venimos de abajo, la vida es una sorpresa, un día lo eres todo, al otro no eres ni la "T".

Se despidieron amigablemente, todos se empezaron a separar; la despedida entre Mariana y Anthony fue algo común, algo dentro de ellos les decía que no sería por más de unos días, además, ahora tenían razones para hablar por teléfono y no las iban a dejar pasar.