Cada etapa se iba logrando, cada día era una enseñanza nueva; todos seguían con sus planes de mejorar cada momento, luchaban con la mente en alto, pues nadie sufre cuando hace lo que ama. Era 06 de julio, estaban a días de la graduación de Maria y Guillermo, todo estaba listo, sería algo único. Maria había planeado ese momento desde hacía años, era el comienzo a un nuevo mundo, abrir nuevas puertas; y para su mayor alegría, era un sueño junto al hombre de su vida. Mariana no asistiría, pues en ese tiempo ella presentaría finales de suma importancia; de igual manera sabían que ella deseaba lo mejor para ambos, aunque era otra consecuencia de estar lejos, toda la culpabilidad de mano a un gobierno que destruye familias. En esos 3 meses que transcurrieron, las cosas no fueron muy distintas a lo normal; días llenos de trabajo, pero con la esperanza puesta en DIOS, pues con su ayuda todo era posible...
La distancia continuó haciendo de las suyas, algunos días la soledad se hacía presente, ponía dudas en la mente, miedo en el corazón; esos días eran grises, pero con solo un mensaje era necesario para cambiar su entorno, para que la esperanza le arrebatara el puesto a la tristeza y diera fuerza para continuar la lucha con eso llamado "vida". Se encontraban a 4 días de esa graduación esperada, todo estaba listo, Maria utilizaría un vestido nuevo, todos llevarían sus mejores trajes, era la ocasión más modesta de los últimos meses. Guillermo se preparaba como todos, para él esa meta valía el doble, pues desde el primer día se había destacado, había apartado todo para poder ayudar a su familia, y consigo a sí mismo, sin la necesidad de truncar sus sueños. El día llegó, como es costumbre viene esa misa de agradecimiento a DIOS, en estos momentos muchos, sobretodo en esta rama científica, piensan que es una pérdida de tiempo hacer eso, quizás es porque nunca se preguntan ¿Cómo logré esto? Porque ahí es donde esa "pérdida del tiempo" se vuelve un acto lógico. Todos estaban vestidos de manera estupenda, todos resaltaban, pero sin saberlo, lo que más los hacia brillar era ese sentimiento, ese "lo logré" que te grita el alma. La misa fue rápida, una gran descarga de consejos, otro motivo para luchar, otra puerta abierta, todo acompañado de un "esto es solo el principio", pues sus corazones exigían llegar más lejos; es como escalar montañas, cuando por fin logras subir ese pico que tanto quisiste, pierde sentido, ahora la lucha es por el siguiente pico, uno que te llevara más alto. Tras un montón de fotografías, abrazos e inclusive algunas lágrimas, se despidieron pues al día siguiente les esperaba un momento único; un papel, papel que cambiaría sus vidas, y pondría en sus nombres un "DR o DRA", sueño de todo estudiante. En un abrir y cerrar de ojos, estaban ahí, con sus vestimentas negras, con trajes que lucir, con maquillajes deslumbrantes; quién diría que ese montón de estudiantes, con ojeras, cansancio y una mente llena de sueños, llegarían a ese punto, eran totalmente diferentes, pero iguales en esperanza. Esos momentos de recibir ese título tan deseado, pasaron velozmente, cada persona demostraba su esfuerzo, su dedicación; algunos lloraban, otros no sabían cómo sentirse, pero lo importante era que después de tanto tiempo, y un montón de vivencias, de golpes y caídas, de noches en vela y días donde parecen pesadillas; lo podían gritar:
"LO LOGRÉ".
Similar al día anterior, tras el acto de grado tomaron fotografías, rieron, festejaron. Es en ese momento donde todos son amigos, donde te tomas fotos con personas que solo habías visto en ocasiones, pero que los unía esa pasión, la pasión por triunfar. Tras todo eso, se dispusieron a ir a celebrar este acontecimiento; una pequeña reunión en un establecimiento los esperaba, no acostumbraban hacer reuniones fuera de sus casas, pero la situación lo ameritaba. Esa noche fue genial, llena de baile, diversión, risas y experiencias; nuevamente confirmaban que eran una sola familia. Para todos era un sueño cumplido, pues los sueños no son solo verte triunfar a ti, sino ver triunfar a quien amas. Por otro lado, Manuel era un padre feliz, todos hablaban de lo lindo de su hijo, de lo fuerte que eran enfrentando el mundo juntos. Los primeros días fueron tétricos, noches enteras sin dormir, pero él supo cómo arreglarlo; una enfermera. Aunque a pesar de tener alguien que cuidase de Fabricio, él no dormía bien, pues cada vez que lloraba, su corazón lo hacía ir a ver qué pasaba. Para él los días tristes también llegaban, las dudas, la tristeza, los recuerdos de esos momentos vividos, solo el hecho de recordar el incidente, lo hacía decaer; fue una decisión tomada por él, y ese "Quizás pude evitarlo" lo invadía constantemente, solo que era un experto en ocultarlo. En fin, él era feliz, tenía una familia unida, una situación estable, una vida plena, solo le quedaba sonreír.
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Es Lindo Verte Llorar
Romance"Es Lindo Verte Llorar" es una novela que cuenta la historia de dos jóvenes que sin pensarlo, sus vidas se cruzan, dando un nuevo comienzo a una aventura llena de amor, trama, y dolor; con un sentido diferente de "la vida", planteados en la peor si...