Esos días pasaban muy de prisa, el frio de diciembre se hacía presente, ambas familias continuaban sus vidas, a pesar de la relación que los unía las cosas no cambiaron, se mantenía esa amistad tan fuerte que dio pie a esta historia y que iba trayendo como desenlace un amor de los más bonitos en esa época, donde la confianza y el respeto eran los pilares fundamentales, y como sabemos toda relación necesita de confianza y respeto, es como esa minúscula parte que une a un reloj de arena, se debe tener la confianza de hablar de tus más profundos miedos y tener el respeto para aceptarlos, y en ese momento, atacarlos de una manera unida, porque de eso se trata, los problemas de uno, también será del otro...
Mariana y Anthony a pesar de la distancia siempre se encontraban juntos, su mentes parecían residir en el mismo campo, siempre pensaban en el otro, en los bonitos momentos que habían vivido y que les faltaban vivir; en ocasiones se sentían algo estúpidos por no haber sacado sus sentimientos antes, así tendrían mucho más tiempo juntos, pero al final, lo habían estado, así que no era problema. Sus mensajes eran muy seguidos, aunque tenían tiempos algo distantes la conversación se mantenía igual de viva, ambos sabían que no estaban perdiendo tiempo. Se acercaba noche buena, ambos se sentían un poco desanimados por no poderlo pasar juntos, pero debían aceptarlo, tampoco llevaban tanto tiempo juntos, pero era como estar destinados a estarlo; el día llegó ambas familias estaban muy felices celebrando cada quien a su manera; los Bastidas con un tono religioso acompañado de una rica cena; los Rosales con una reunión muy formal, ni siquiera era en su casa, era en un recinto acompañado de una agrupación en vivo; pero algo si estaba unido, sí, los pensamientos de los jóvenes, ambos se centraban en una sola cosa, el otro; sus mentes viajaban entre interrogantes y firmezas, entre dolor y felicidad, siempre centrado en ellos, un poco egoísta, pero firmes; se decían, hemos estado desde que me acuerdo, amor del bueno desde que la/lo vi, yo ya tenía un espacio en mi cuaderno para escribir su nombre y presumir; me quiso cuando al borde de la meta llegué penúltimo en la maratón; me quiere de insensible y de poeta, de genio, de ministro y de bufón. Como es el tiempo, tantos recuerdos, ni idea lo que nos esperaba, su vida sin mí es nada, al igual que la mía; se prometían cuidarse sin saber lo que esto involucraba, no sabían que eran más que amigos, que eran lo más bonito para el otro, que no importaba todas las vergüenzas pasadas, el llanto y la risa, no importaba nada, solo estar juntos; nunca pensaron que esa promesa se trasformaría en algo tan lindo y fuerte al mismo tiempo, sus mentes se encontraban de manera tan rápida como sus labios, no era nada simple, sus más profundos miedos se desaparecían en esos momentos; simple, estaban felices, estaban completos....
La noche pasó, seguían los días, los mensajes, los pensamientos lindos, seguían venciendo barreras; en un abrir y cerrar de ojos llegó fin de año, una noche que para muchos, es la más importante, es como si marcara el destino de sus vidas; para estas familias era algo normal, repetían lo mismo que en noche buena, las mentes seguían volando, los intereses crecían, era como estar en otro plano, era obvio que solo ellos lo sentían, pero era hermoso, a quien no le gustaría estar así con la persona que más ha querido, ocultándoselo hasta a sus propios intereses.
El reloj marcaba las 11.58 todos se reunían con los suyos, la música perdía atención, los nervios, lágrimas y felicidad se juntaban en un solo sentimiento que nos gusta llamar "Melancolía". 2 minutos que se pasan como segundos, el 5 4 3 2 1 rompiendo el silencio, llegaba el momento, los brazos se hacían sentir, se demostraba el amor de todos, aquí las rivalidades se pausaban, todo era amor, o al menos intentaban sentirlo; Anthony corrió a buscar su celular, debía llamar a su mitad, lo tomó y BINGO, una llamada de ella, escuchar sus voces era como estar fuera del planeta, habló primero Anthony, deseando lo mejor en todo el año, repasando todo lo que amaba de ella; se podía sentir la emoción de Mariana, cuando eso sucedía ella se sentía como cuando tenía 8 años, su estómago estaba extraño, sus ojos brillaban con la intensidad del sol, su sonrisa no podía disimularse; después de escuchar y agradecer, llegó su turno, de igual manera dejó correr todo lo que sentía, todo lo que deseaba, era como una lista de 1000 deseos diferentes, todas unidos por uno solo, estar juntos. Esto hacía sentir euforia a Anthony, le encantaba, podía verla sosteniendo su celular, en un sitio algo retirado, pero sin vergüenza a que escucharan su conversación, al contrario, se podían escuchar las burlas al fondo, posiblemente de sus amigos, los cuales estaban muy claros de que se trataba. Después de una larga llamada y muchas palabras demostrando cariño, cada uno se dirigió a su casa, era increíble, ese año apenas llevaba un par de horas y ya había sido excelente.
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Es Lindo Verte Llorar
Romance"Es Lindo Verte Llorar" es una novela que cuenta la historia de dos jóvenes que sin pensarlo, sus vidas se cruzan, dando un nuevo comienzo a una aventura llena de amor, trama, y dolor; con un sentido diferente de "la vida", planteados en la peor si...