CUIDADO DESTINO, TIENES MI VIDA ENTERA

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Los días pasaban rápido; pronto llegó la cena esperada de cada mes, estaba vez si lo harían en casa de los Bastidas, pues la anterior no se había logrado hacer por aquel tan imprevisto y afortunado incidente; despertaron en casa de los Rosales, Mariana tenía clases, al igual que él, por ende, se levantaron temprano, desayunaron y se fueron a enfrentar otro día, pero con el alivio de tenerse mutuamente, él la llevó a su facultad, y después de fue a la suya, sería rápido, se verían a la hora del almuerzo y pasarían la tarde juntos. Cabe destacar que, aunque los jóvenes de esta historia estaban muy enamorados, todos lograban cumplir con sus obligaciones y labores, dando como prueba que si se puede tener una relación y lograr tus sueños, que no por querer a alguien vas a dejar tus sueños de lado, vas a descuidar tus deberes o simplemente vas a cambiar; pues las relaciones son para apoyarse, donde ambos deben confiar y cumplir, donde ninguno debe truncar sus sueños por el otro, sino tener otro motivo por el cual lograrlos. Como todo se había provisto, se vieron a la hora del almuerzo, de la misma manera de que él la fue a llevar, la fue a buscar, todos los conocían, sabían que eran una pareja ejemplar, que aunque rompían esquemas, no se salían de las normas de una pareja perfecta. Decidieron ir a comer nuevamente donde aquella tan adorable señora, que aunque la situación les afectaba notablemente, seguía adelante con su negocio, pero en esta oportunidad probaron nuevos platillos, un delicioso chivo en coco y una pechuga rellena, platos excelentes. De ahí se fueron a ese sitio alejado de la ciudad que tanto amaban, pasaron la tarde en ese sitio, era hermoso ver parte de la ciudad, ver como caía el sol lentamente, provocando ese hermoso arrebol que los hacía sentir amados; quizás para la época era anticuado hacer eso, pero a ellos les encantaba sentarse frente al carro y observar cada mínimo detalle desde ahí...

Cuando el frio empezó a hacer de las suyas, ellos se dirigieron a casa de los Rosales, ahí se cambiaría Mariana, para luego ir todos juntos a la reunión; llegaron ya no era necesario aquel saludo tan estrepitoso, pues ya eran una familia, sin embargo el cariño se hacía presente. Ella subió a la habitación, se bañaría y arreglaría; él espero en la sala de estar, pues todos estaban arreglándose, ahí estableció una conversación con la señora del servicio, la cual era muy amable, y parecido a una abuela, conocía a los jóvenes desde pequeños, eso era muy especial, pues ella era como una madrina para ellos. En uno de esos momentos en que la vida a pesar de estar en una plenitud absoluta, te hace pensar en si estás haciendo lo correcto; él no lo dudaba, pero lo que si lo hacía sentir un poco mal, era el saber que toda su vida había luchado con su 4/4, que sin importar las circunstancias ellos estaban ahí, que conocían lo peor y lo mejor de él, y quizás el dejarlos así era un poco doloroso, pero ellos siempre habían hablado de que en un momento los pequeños debían tomar su propio camino, salir y comerse el mundo; de igual manera, esto lo hacía sentir un poco decaído, pero nada que una cena en familia no arreglara; en ese instante Mariana bajó por las escaleras, era como una alfombra roja, Anthony quedó atónito, pues estaba usando una copia exacta del vestido que tenía la primera vez que la vio en su vida, era como revivir momentos, podían sentir la misma sensación de ese día; a lo que ella acercándose le preguntó qué tal se veía, a lo que contestó:

|Hola, soy Anthony, no soy de por aquí.

Esto hizo sonreír como nunca a Mariana, a lo que ella tomando sus manos, exclamó:

| Hola, soy Mariana, y eso es mentira, si eres de por aquí, eres el amor de mi vida.

Ambos se miraban fijamente con una sonrisa especial, estaban reviviendo momentos, solo que ahora si podían hacer lo que desde ese día deseaban, así que ese beso de película iluminó la sala. Es increíble como ese "Hola" puede tener un poder único, un poder que no todos conocen, pues sin saberlo, con un simple, "Hola" las personas se involucran en nuestras vidas. Esperaron unos minutos mientras todos estaban listos, para ellos no era problemas esperar juntos, pues lo que más amaban estaba justo frente de ellos. Cuando todos estaban listos se pusieron en marcha a su destino, pudieron notar que Manuel estaba un poco más emocionado de lo común, así que le preguntaron qué sucedía, a lo que él les explico que pensaba llevar a Valentina a su hacienda, pasar unos días juntos allá, y que ella había aceptado; era increíble ver a Manuel tan centrado en todos sus deberes, negocios y ahora también, en su novia; era una persona sumamente ocupada, pero que se la arreglaba para que todo le saliera bien.

Es Lindo Verte LlorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora