TÚ; Y ESA MANERA DE MIRARME

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Luego de la llegada a Venezuela, todos comenzaron un año de arduo trabajo; Maria y Guillermo estaban realizando su trabajo comunitario, el cual les abría la puerta del éxito, de ahí viajarían a estados unidos, un equipo de médicos los esperaban; Horacio se convertía en el administrador de su propia empresa, una exportadora de vehículos de todo tipo, y aunque extrañaba su país, se sentía feliz, había esperado durante años ese momento; Anthony daba lo mejor de sí en sus últimos meses de pasantía, gracias al doctor Rafael, no tuvo que abandonar la ciudad para realizarlo, por ende, debía darlo todo para demostrar lo grande que era; Mariana enfrentaba la presentación de sus trabajos, los cuales eran de suma importancia, y hacia que el pueblo chileno se sintiera honrado de tenerla como estudiante; finalmente, Manuel, él estaba inmensamente feliz, su hijo iba creciendo, sus negocios engordaban, su familia era unida; lograba que su amada se sintiera orgullosa de él y de lo que se había convertido.

Esos meses se pasaron volando, seguramente por la dura y rígida rutina que tomaban todos; los días se basaban en: despertar, trabajar, comer, trabajar y dormir; todo esto los hacia perderse en esa rutina, ningún día era igual al otro, pero seguían el mismo sendero. Rápidamente llegó Junio, esto les indicaba que solo estaban a semanas de cumplir otro sueño, de subir otro escalón, y de verse nuevamente; por ende, durante estos días mantenían una comunicación directa, que nunca se cortaba, querían que todo saliera perfecto. Anthony ya tenía todo listo; tenía una fecha tentativa, y como era de esperarse, se lo informó rápidamente a su amada, y a Horacio. Sería los días 11 y 12 de julio; pero para sorpresa de ambos, Mariana terminaba su postgrado el 09 de julio, y debía presentar su tesis después de eso, para luego su graduación el 25 de julio; fechas muy juntas, pero que con una buena organización, lograrían cumplir.

Realmente los jóvenes no pensaron en lo que podía pasar, ellos solo planearon todo a su manera. Era 02 de julio, solo faltaban 9 días para el primer acto de grado, ellos continuaban en comunicación; pero olvidaban a alguien, Horacio; Anthony lo llamó ese mismo día, pero tras revisar su agenda, no podría asistir, un golpe bajo para él. Anthony lo vio como una prueba más, quizás así lo quiso la vida. Mariana estaba a punto de terminar su postgrado, era 07 de julio, solo quedaba 1 día, sus maletas estaban listas para viajar el mismo 09. Anthony tenía todo listo, desde su traje, hasta el banquete para celebrar; quizás "la vida" lo vio muy bien planeado, quizás necesitaba aprender algo nuevo...

Mariana salió de su apartamento, pidió un taxi, y llegó al aeropuerto, pero al llegar ahí, una llamada cambió el rumbo de las cosas; "Mariana, felicitaciones, presentas el 12 de julio". Esto le cayó como un golpe, y sin pensarlo mucho, llamó Anthony, al cual esto le cayó peor. ¿Qué harían? La respuesta era fácil, quedarse y presentar; pero lo que conllevaba era lo peor; lo difícil, aceptarlo. Era obvio que debían irse por el lado correcto, lo que quería decir que en el grado de Anthony no estaría Horacio y ahora, tampoco Mariana.

Desde esa noticia el ambiente se volvió un poco oscuro, para nadie era un secreto todos sus planes, pero la vida es así; solo les quedaba continuar con las cosas que tenían. Y así fue; el día de la misa de grado, Mariana llamó desde temprano, fue la primera persona en felicitarlo; para él era un sueño, que aunque no lo cumplía de la manera que deseaba, lo estaba logrando. La misa fue temprano, toda la familia Bastidas y Rosales estaban ahí; algo es seguro, apoyo nunca faltó. Tras esa misa tan renovadora, donde las felicitaciones por vencer la situación eran el plato principal, se realizaron esas tan características fotos; aquí fue algo fuerte, pues nadie le quiere mostrar a sus hijos las fotos de su grado y que tú estés en las de tu esposa, pero ella no en las tuyas, sin embargo, el momento fue fantástico...

Lo primero al llegar a casa fue mostrarle las fotos a Mariana; para ella era una felicidad al verlo cumplir sus sueños, y una tortura que no estuviera junto a él. Los buenos deseos eran presentes de ambos lados, pues al día siguiente ella presentaría su proyecto de estudios ante toda la universidad, y él recibiría ese título que le cambiaría la vida. Para ambos un sueño cumplido, una meta lograda, pero con el dolor de no estar presentes en esa celebración; sus mentes trataban de no dejarse llevar por el sentimiento, pero era una lucha dura; nadie quisiera vivir eso, pero era otra prueba de todo el daño que produce la situación decreciente de una nación; cabe destacar que, los problemas llegarían, pero nunca les ganarían a su amor.

Es Lindo Verte LlorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora