Seguía inmersa en mis recuerdos cuando escuché la puerta abriéndose, volte rápidamente para encontrar la mirada de Jungkook, de mi cookie. Corrí para abrazarlo pero fui frenada por su voz más bien por sus palabras - ¡detente!.
Me detuve, no sabía muy bien por donde comenzar el se sentó en el sillón que estaba frente y bajo la mirada, en ese momento comenzó a hablar - ¿Soo Young por que no me dijiste antes?, ¿Talvez no te di suficiente confianza? - en ese momento intenté hablar pero sus ultimas palabra me desarmaron - o, ¿talvez yo para ti solo soy un juego? - guarde silencio y me senté frente de el, busque bien mis palabras.
- No te lo dije por que hace apenas unas horas me lo informaron mis padres, también siempre he sentido confianza contigo y no eres un juego para mí eres lo más importante en este momento tanto que estoy aqui dando una explicación - sooyoung
- Sooyoung, si me amas tanto, ¿por que no te negaste?, ¿Por que accediste?, ¿por que me estás haciendo esto?, ¡no te das cuenta que me duele!.
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- no me grites - respondí
- como no gritar, ¿estás conciente de lo que va a pasar ahora? - Jungkook
- ¡Crees que para mí es fácil verdad!, Pues no lo es, pensé que me entenderías. Pensé que sabrías que también me duele, pero creo que pensé demaciado, tú amor no es suficiente - respondí desepcionada.
En ese momento me levanté tome mis cosas y mi mundo se derrumbaba, la única persona que me haría sentir mejor no entendía que yo no había elegido esto y peor aún me culpaba. Estaba por llegar a la puerta cuando el se paró frente y me abrazo.
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- Soo Young lo siento, lo siento tanto, solo es que tengo miedo de perderte - Y, ahí estaba mi amado cookie siempre bueno siempre noble pero lastimado; cuando nos separamos de ese cálido abrazo nuestros ojos llorosos se encontraron y prometí que lo resolveria.
No sabía cómo o qué es lo que haríamos pero lo resolveríamos ahora solo era afrontar la noche que me esperaba junto a mis padres y aquel extraño desconocido que sin permiso irrumpió en mi vida.
