Las reuniones en la empresa cada vez eran más exigentes, aún así yo estaba dando mi mayor esfuerzo y las cosas parecían marchar bien.
- Señorita, mañana tendremos su primera reunión, tenemos en puerta un contrato muy importante con un empresario en Francia - en medio de mi almuerzo el secretario Choi me leía la agenda de el día siguiente.
- ¿Francia?, ¿No es el contrato relacionado con la producción?.
- Así es.
- ¿Que no era de la empresa en China?.
- Si, solo que mañana vendrá su representante que estuvo un Francia.
- Está bien, ¿Jungkook estará ahí también verdad?.
- Si señorita el es el representante de los permisos de la constructora.
No estaba preparada para trabajar de la mano con Jungkook, aún que el me había pedido disculpas y yo lo perdone, no había superado los malos momentos que viví a su lado, todavía me causaba un nudo de emociones verlo, no era tan agradable como pensé que sería.
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EL DIA SIGUIENTE
Tome mis cosas, subí a mi auto conduje asta un hermoso restaurante ejecutivo donde nos reuniríamos todos. Al llegar ví el deportivo de Jun, a su lado el auto del secretario Choi, entre a el lugar y me reuní con ellos, al mirarme ambos se levantaron y saludaron con toda cortesía.
- Bienvenidas, señorita sooyoung.
- Hola, sooyoung.
Saludé a ambos y comenzamos a revisar los documentos mientras esperábamos a nuestro invitado,quería que todo estuviera más que perfecto para no tardar tanto en aclarar dudas o pequeñeces, mi sorpresa llegó cuando ví entrar a Eunwoo, el era el socio que estábamos esperando.
- Hola soo, me imaginé que eras tú quien estaría aquí hoy, después de lo que sucedió con tu padre.
- Si así es - balbuce impactada por su presencia - aunque nunca me imaginé que tú estarías aquí hoy.
- ¿Ustedes se conocen? - el secretario pregunto al escuchar la forma tan familiar de hablar.
- ¡Si claro!, son novios - Jun dió aviso de la situación de inmediato.
- ¡¿Novios?!.
- Bueno....
Me levanté de la mesa para abrazar su figura, la verdad si lo había extrañado mucho, pero cuando lo estaba abrazando me sentí mal y muy confundida el me había hecho sentir tan segura, tan querida y amada, tan valorada, me había dado tanto y aún así mi torpe corazón no le daba lo que el merecía.
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