Estaba en la cafetería de la escuela, cuando ví correr a Yeri hacia mi.
- Joy - la pequeña saludo dulcemente.
- No me digas así ya sabes...
- ¡Si lo sé!, te lastima, lo siento pero sabes, hoy que no está tu perro guardián tengo un lugar al que quiero invitarte, ¿Puedes venir? - con sus bonitos ojos me miró esperando una respuesta.
- Hablado del rey de roma - Justo en ese momento Jungkook llegaba, con la particular actitud que lo caracterizaba
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- ¿Que estás asiendo aquí?.
- ¡¿Que crees?!, tomando un café genio - respondí un tanto enfadada.
- Tu madre dijo que te llevará a casa - siempre escudado tras mi madre.
- No quiero, me iré con Yeri - gire la cabeza a la menor que como avestruz tenía la cabeza al piso.
- ¿Que dijiste? - su marcada facción de cólera se presentó ante mi, elevando mi mal humor.
- Que me iré con Yeri, hoy saldré con ella y las chicas, así que por favor no me molestes - estaba arta de el.
Le pedí a Yeri que esperara por mí fuera, solo iría por mi mochila y mis pertenencias, fui al salón tome mis cosas y justo cuando salía sentí un fuerte jalón en mi brazo, era Jungkook. Me empujó muy fuerte contra la pared tanto que mi cuerpo calló al piso por el impacto, después me levantó tomando mi camisa por el cuello, cual si fuera un trapo.
- ¡¿Que te pasa imbécil?! - intenté defenderme.
- No me vuelvas a hablar así frente a nadie, ya me canse de todo esto.
- Pues si ya te cansaste, alejate, nadie te pide que te quedes o al menos yo no.
- ¡¿Alejarme?! - retorció su sonrisa - Jamás te dejare tu serás mía, solo mía.
- Suéltame Jungkook, me lastimas - intenté safarme una vez más.
- Pues prepárate por qué apartir de hoy te lastimarte mas - finalmente me soltó dejando tumbada en el piso, la verdad es que aunque actúe muy fuerte tenía miedo de el, no podía creer que el me hubiera hecho eso.
Respire para que las lágrimas que amenazaban con salir se esfumaran, tome la postura me acomode el uniforme y comence a recoger mis cosas cuando una pequeña voz me habló " estás bien", levanté la vista y me encontré con una niña delgada, muy alta y bonita.
- Si.
- ¿Segura?.
- Claro que sí.
- No ví lo que pasó, solo ví que estabas en shock y al chico alejarse.
- Que bien, no me gustaría que se exparcieran rumores.
- Jamás lo haría, no me presente, soy Tzuyu - la chica extendió la mano de forma amistosa dejándome ver su rostro bello y afilado.
