Stay (Adam Levine)

Capítulo 5

El coche de Adam es muy cómodo.
Y huele bien.

Le miro.
Es tan.
Él.

Con sus gafas de sol, sus tatuajes y su sonrisa permanente en la cara.

Miro por la ventana y veo las palmeras pasar.
Me asusta vivir sola.
Pero me asusta más volver a casa.

Mi madre pretende restarle importancia al asunto, pero sé que las cosas no están bien.
Aprovecho y le mando un WhatsApp con la dirección del hotel.

Después de un rato el coche se detiene delante delante de varios edificios blancos rodeados de palmeras y piscinas.
Esto es una puñetera locura.

No sé cuánto tiempo voy a estar aquí pero tendré que trabajar toda mi vida para devolverle el dinero a Adam.
No me lo ha pedido, y probablemente no le hace falta, pero quiero hacerlo.

Se quita las gafas de sol y me da un papel.

—Este es mi número, ya sabes que...
—No se lo daré a nadie, tranquilo. -Le interrumpo y asiente.
—Te tratarán bien, saben que vienes de mi parte. Aunque tranquila, son discretos. Si necesitas cualquier cosa... llámame, enserio. Estaremos en contacto.
—Gracias. Por todo.

Sube y baja los hombros.

—No es nada, nos vemos.

Me guiña el ojo y su Porsche negro sale disparado.

De repente me siento sola otra vez.
Pero no como antes.

Ahora al menos le tengo a él.
Aunque no quiero molestarle más de lo que lo estoy haciendo.

Cuando me giro encuentro a un hombre mirándome, por su vestimenta intuyo que es el botones.

—¿Es Kate Sharper?
—Sí, soy yo.
—¿Sería tan amable de acompañarme a su habitación?
—Sí, claro.

El hombre me mira extrañado.
Sé porqué.

—Me traerán el equipaje más tarde.
—Oh, no hay problema.

Le acompaño hasta el edificio central, pasamos por el vestíbulo hasta el ascensor y el botones pulsa la última planta. La 140.

—El señor Levine ha reservado la suite para usted.

Yo abro los ojos y no sé qué contestarle.
Después de estar un buen rato subiendo en el ascensor, llegamos a la habitación.

—Aquí tiene su llave, le subirán el equipaje en recepción cuando esté listo.

Asiento.

—Muchas gracias.

El hombre se va y me entra un cosquilleo en la barriga mientras abro la puerta.
Entro y enciendo las luces.

Y entonces confirmo lo que esperaba.
Tendré que trabajar cien vidas para pagarle todo esto a Adam.

Narra Adam:
Me odio a mi mismo por haberla dejado allí sola.
¿Pero qué otra cosa podría hacer?

Sólo pretendo protegerla.
Y mientras sea menor, no creo que una casa rodeada de cámaras sea lo más adecuado.

Al llegar a casa me escabullo de los paparazzis y meto el coche en el garaje.

Lo aparco y me dirijo al salón.
Me siento en el sofá y resoplo.

Otra vez sólo.

Enciendo la televisión e intento distraerme de mis pensamientos.
Ya que lo único que quiero hacer es ir a por ella y traerla de vuelta aquí conmigo.

Narra Kate:
Tocan al timbre y voy a abrir decidida.

Durante las últimas horas me he estado preparando mentalmente para hablar con mi madre e inventarme una excusa sobre cómo he conseguido alojarme aquí.

Espero que funcione.

Abro la puerta y mi madre me mira asombrada.

—Hola cariño.
—Hola mamá, pasa.

Ella entra con mi maleta y se sienta en el sofá.

—Wow, esto es, increíble.
—Sí, hice un amigo el otro día, él trabaja en el restaurante del hotel y me ha conseguido un puesto de camarera. De momento me pagan la estancia aquí y más adelante empezaré a cobrar.
—Me alegro muchísimo, has tenido mucha suerte. Tienes que presentarme a ese chico. -Dice sonriente.

Si lo existiera lo haría.

Después de charlar un rato, me cuenta que está intentando solucionar las cosas con mi padre para que pueda volver a casa lo antes posible.

No me atrevo a decirle que no quiero hacerlo.

Me despido de ella y miro el reloj.
Todavía no es muy tarde.

Lo pienso un rato y decido que voy a ir al Monty Bar.
Necesito de verdad el trabajo del que le he estado hablando a mi madre.

Adam me dijo que podría conseguirme trabajo allí.
Le mando un mensaje para confirmarlo antes de salir.

De foto de perfil tiene una foto con su perro.
Le hago una captura sin ni siquiera pensarlo.

¿Pero qué hago?

Finalmente le mando el mensaje.

K: Hola.

Al cabo de unos segundos contesta.

A: Hola! Que tal la habitación?
K: Es una pasada, gracias. Oye, estaba pensando en ir al Monty Bar por lo del trabajo, les comentaste algo...?
A: Tranquila, ya está todo hablado, puedes ir cuando quieras, te están esperando.
K: No sé cómo puedo agradecerte todo esto... de verdad.
A: Invítame a una copa😜
K: Jajaja.
A: No, enserio. Nos vemos allí en ¿media hora?

Joder, si que lo decía enserio.

K: Vale, nos vemos allí👋🏻
A: Lo estoy deseando😉