Stay (Adam Levine)

Capítulo 18

- Dos días después -

Sigo sin saber nada de Kate.

De todas formas, ayer terminé de grabar su canción en el estudio: "She Will Be Loved" (Ella Será Amada)

Y un nuevo tatuaje decora mi brazo izquierdo, es una frase: "Y entonces llegó él, y consiguió que la sonrisa de la chica, no estuviera rota nunca más"

Subo las escaleras del escenario de Los Ángeles, sin ganas.
Si hay un único motivo para que no haya cancelado el concierto de hoy, es que ella me pidió que no lo hiciera.

Escucho a los chicos hablar delante de mi.
Me acerco despacio y no parece que me hayan visto, no saben que les escucho.

Sam habla con James.

—Joder, me siento fatal... -Dice Sam.
—No me extraña, es tu amigo Sam, es Adam, joder. -Dice James.
—No debí hacerle eso. -Se lamenta.

Me acerco a ellos de repente.

—¿Qué es eso que no debiste hacerme? -Pregunto frunciendo el ceño.

La expresión de Sam se vuelve aterrorizada al verme.
No responde.

—¿Podéis contestar a mi pregunta? -Miro a James nervioso.
—Sam, cuéntaselo. -Le recomienda él.

Este le mira como diciéndole que está loco.

Miro a Sam fijamente.

—Estoy empezando a perder la paciencia. -Aviso.

Sam resopla y se da por vencido.

—Prométeme que me vas a perdonar.
—No sé que coño se supone que debería perdonarte. -Farfullo.

Me mira a los ojos muerto de miedo.

—Yo fue quien os hizo las fotos a ti y a Kate.

Abro los ojos boquiabierto.

—¿Qué? -Aprieto los puños- ¿Porqué mierda lo hiciste?
—Estaba cabreado contigo por restregarnos tu vida perfecta con tu novia perfecta. Me molestó que te enfadaras conmigo por no ir a su cumple y me molestó que viniera a Madrid. Te crees mejor que todos nosotros, siempre lo has has hecho. -Intenta defenderse.
—¿Eres consciente de que me ha dejado? ¿Eh, Sam? ¡Me a dejado por tu puta culpa! ¡Yo no quiero restregarte nada ni me creo mejor que nadie, no es mi culpa que estés solo!

Agarro su camiseta con el puño.
Debato en mi cabeza si debería darle un puñetazo, si empezara una pelea Sam tendría todas las de perder, estoy más fuerte que él, y también más enfadado.
A pesar de lo furioso que estoy y de que no entiendo porqué me ha hecho esto, sé que no sería capaz de pegarle.

James interviene y nos separa.

El resto de Maroon 5 se acerca.

—¿Qué coño pasa? -Dice Jesse.

Yo les miro aún furioso.

—Estás fuera de la banda, Sam. -Sentencio.
—No me puedes echar, tú no eres el único que toma las decisiones aquí. -Dice él defendiéndose.
—Tienes razón- Miro al resto de la banda- Elegid, o se queda él, o me quedo yo.

Los chicos me miran confusos, excepto James.
Él les explica lo sucedido y Sam no tiene forma de defenderse.

Lo que ha hecho no tiene perdón.

—Sam, deberías irte hasta que se calmen las cosas. -Le susurra James.
—¿Enserio? -Dice alucinado- Está bien, a la mierda.

Da media vuelta y se larga hasta que desparece de mi vista.
No quiero volver a verle.

Miro el reloj.
Es la hora.

Maroon 5 sube al escenario sin Sam.
Intento sonreír aunque sea de manera falsa.

Y aunque no tengo ganas de estar aquí, porque estoy muy jodido, canto las primeras canciones como siempre.

Bailando y saltando de aquí para allá.
Si los fans me ven triste se harán preguntas, y no estoy de humor para eso.

Casi me pongo a llorar mientras canto, cuando recuerdo que este es el concierto al que invité a Kate.
Le di la entrada por su cumpleaños, supongo que la habrá roto.

Continuó fingiendo que estoy feliz todo el concierto hasta que llega la última canción.
He hecho un pequeño cambio en el repertorio para poder cantar su canción: "She Will Be Loved"
Pedí que se entregaran farolillos a cada una de las personas del público sólo para esto.

—Esta es una nueva balada, es una canción muy especial, es el momento de soltar vuestros farolillos y me gustaría que encendierais el flash de vuestros móviles para acompañarme, gracias.

Sólo James me acompaña con su guitarra en esta canción.
Empiezo a cantar y miles de farolillos salen volando del estadio, también hay flashes que iluminan la oscuridad del público.

La letra de la canción hace que me emocione, me recuerda los momentos vividos con Kate y me cae una lágrima mientras canto.

Y de repente, sucede.
Cómo si de un ángel se tratase, la veo.

Veo a Kate entre la multitud y ella también está llorando.

Es cómo si estuviéramos sólo ella y yo, como si un foco iluminara directamente y exclusivamente sólo a la chica que me ha robado el corazón.

Termino la canción y ni siquiera me despido del público al terminar el concierto, aunque por suerte ya me había despedido hecho antes.

Corro disparado hasta el camerino esperando que Kate se encuentre conmigo allí.
Porque si no viene, pienso salir a buscarla entre las veinte mil personas que hay ahí fuera.

La espero caminando de aquí para allí y de repente aparece.
La veo y corro hacia ella.

La rodeo entre mis brazos con fuerza mientras los dos lloramos.
Pone sus manos mi cara sin que yo la suelte de mis brazos y asiente.

—Te quiero. -Murmura.

Y eso es todo lo que necesitaba oír.
Sé lo que quiere decir que haya vuelto.
La ilusión vuelve a mis ojos y me besa, confirmando mi esperanza.

Me aferro a sus labios y sin ninguna duda, le beso con la certeza, de que, esta vez, se quedará.

- FIN -